SUDAN: Régimen islámico amenaza a cristianos y a la prensa

El gobierno islámico de Sudán advirtió a las iglesias cristianas y los medios de comunicación del país que serán castigados si no condenan las últimas sanciones económicas impuestas por Estados Unidos contra Jartum.

Ghazi Salih el Eddin, secretario general del Congreso Nacional de Gobierno, principal órgano ejecutivo de Sudán, declaró el domingo que el régimen tomaría las medidas necesarias contra líderes religiosos y periodistas que respalden la intervención militar en Sudán o el embargo contra el país.

Washington prohibió la semana pasada el comercio de empresas estadounidenses con Sudán y congeló los fondos del país africano en Estados Unidos. El gobierno del presidente Bill Clinton había prohibido antes las inversiones de su país en este estado del cuerno de Africa.

"Estamos haciendo contacto con los cristianos y sus líderes para que aclaren su posición y condenen al gobierno de Estados Unidos. El embargo se adoptó en su nombre. Ahora lo deben condenar", declaró Ghazi.

Ghazi se refería así a los antecedentes en materia de derechos humanos del régimen islámico, acusado de cometer violaciones contra la población del sur de Sudán, de mayoría cristiana, una de las razones que Washington esgrimió para imponer las sanciones.

Washington también fundamentó el embargo en sus suposiciones sobre el patrocinio sudanés al terrorismo internacional y la desestabilización de países vecinas de Jartum.

Gazi solicitó que el Congreso Nacional de Gobierno se concentrara sobre intereses estadounidenses en Sudán y el resto del mundo, aunque no explicó el alcance que tendrías eventuales medidas.

El funcionario informó que miembros del congreso se reunirían con líderes religiosos para discutir la respuesta que se daría a la decisión de Washington.

"No vamos a permitir que personas o instituciones operen en el país a menos que revelen su posición", explicó. El gobierno creó un comité que le informará sobre personas, instituciones y organizaciones que mantengan vínculos directos o indirectos con Estados Unidos.

El gabinete ministerial votó el domingo la ruptura de vínculos políticos y diplomáticos con Estados Unidos y formó un comité para estudiar las consecuencias del embargo.

Una dirigente del Consejo Sudanés de Iglesias dijo a IPS el lunes que Ghazi citó a integrantes del Consejo a una reunión donde les responsabilizó por el embargo, que fue decidido por Washington porque las autoridades cristianas no se adecuaron a las políticas de emergencia nacional, dijo.

Ghazi solicitó a las iglesias que se unieran al resto de la nación en la condena al embargo de Estados Unidos y negaran las denuncias de violaciones de derechos en Sudán, incluso la venta como esclavos de negros del sur del país, sostuvo el informante, que reclamó reserva sobre su identidad.

"Si las iglesias no condenan a la administración de Estados Unidos, la bomba explotará en vuestro ámbito", advirtió Ghazi.

El mismo informante agregó que el Congreso Nacional de Gobierno prevé entregar a las iglesias un programa de seis puntos que debían implementar de inmediato para evitar la ira del gobierno, que podría limitar sus actividades misioneras en el país.

El programa, sostuvo la fuente, incluía la oposición al embargo y la supuesta "invasión" de Sudán por países vecinos, una aparente referencia a Uganda, Eritrea y Etiopía, a los cuales Jartum acusa de brindar su apoyo a ofensivas insurgentes.

Las iglesias también tendrán que abstenerse de diseminar los "rumores" de esclavitud y la supuesta persecución de cristianos en Sudán.

Además, tendrán que explicar sus relaciones con instituciones cristianas extranjeras, en especial el Comité Internacional de Solidaridad Cristiana, de Gran Bretaña, críticas hacia Jartum.

Un cura católico dijo a IPS el lunes que representantes de su iglesia no participarían de reuniones para brindarle apoyo al régimen.

"No somos funcionarios de gobierno como para asistir a esos encuentros. Somos predicadores y por tanto, sabemos lo que nuestro pueblo quiere que digamos y cuándo", sostuvo.

Pero Ghazi declaró que el embargo se dirigía contra todo el pueblo de Sudán y exhortó a todos los sudaneses, musulmanes y cristianos por igual, a adoptar una firme posición en su contra.

También reveló que el congreso había solicitado al presidente Omar al Bashir el cierre de la embajada de Estados Unidos u obligara a los diplomáticos estadounidenses a retornar a Jartum, de donde se retiraron en 1995 luego de una disputa entre los dos gobiernos.

La policía tuvo que impedir el domingo el ingreso por la fuerza a la embajada de Washington de manifestantes islámicos, quienes marcharon durante más de 12 horas por las calles de Jartum y quemaron la bandera de Estados Unidos y fotografías de Clinton.

Varios manifestantes exigieron que la embajada fuera destruida y sus guardias asesinados.

Un hombre dijo que la gente tomaría la ley en sus manos si la embajada no era retirada de Jartum ya que la presencia de la bandera estadounidense en la ciudad era una humillación para el Islam.

Ghazi también expresó que la "presencia de la embajada de Estados Unidos en el centro de la ciudad es una humillación".

"No podemos aceptar que su bandera permanezca en el corazón de Jartum. Si los diplomáticos estadounidenses se niegan a volver, la embajada debe ser clausurada y la bandera removida", dijo a la prensa.

El régimen de Jartum también amenazó a la prensa. Ghazi acusó a algunos periodistas, sin nombrarlos, de cometer delitos en sus informes.

"No podemos aceptar que los periodistas escriban como quieran. Tienen ciertos límites dentro de los cuales deben actuar", dijo.

Los periodistas que escriban a favor del embargo serán castigados por la ley y su periódico será clausurado, advirtió Ghazi, quien sostuvo que su gobierno había permitido demasiada libertad a la prensa en el pasado.

"He leído que algunos diarios piden que vuelva el sistema multipartidista. Estos medios deberían ser castigados por la ley y prohibidos", señaló Amin Hassan Omer, editor del diario estatal El Naba y ex asesor de prensa del presidente. Los partidos opositores están prohibidos en Sudán.

En los últimos días, varios diarios pidieron la renuncia de Al Bashir para evitar futuras sanciones.

El diario El Sharee Al Sayis dijo en su editorial del domingo que el gobierno ya no era popular y que la mayoría de los regímenes impopulares dejan muchos problemas atrás cuando caen.

El lunes, el diario publicó un artículo con el título "El embargo obligó al gobierno a arrinconarse en la oscuridad" en el cual exhortó al pueblo y gobierno de Sudán a abrazar el pluralismo político como solución a los problemas del país. (FIN/IPS/tra- en/nb/kb/aq/hd ip/97

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