Las cifras alarmantes sobre la expansión del sida distribuidas esta semana por las Naciones Unidas reflejan las inequidades en nuestra sociedad y en la distribución de la riqueza entre el Norte y el Sur, evaluaron expertos de la organización.
El informe de la ONU elevó a más de 30 millones el número de personas que actualmente viven en el mundo con VIH, el virus causante del sida, de las cuales 5,8 millones se contagiaron este año.
De ese total, más de 90 por ciento se encuentran en el mundo en desarrollo, lamentó David Heymann, director de la División de Enfermedades Emergentes y otras Transmisibles de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además de la brecha entre países ricos y pobres con relación al número de casos de sida, el informe distribuido en varias capitales constató la diferente situación de los dos bloques ante el acceso a los medicamentos y a las terapias más avanzadas.
Con los nuevos fármacos disponibles, los países industrializados asisten actualmente a una prolongación del tiempo entre la infección con VIH y la aparición del sida, observó Heymann este jueves en rueda de prensa.
Los países ricos tienen acceso a la terapia triple y a otros tratamientos que prolongan la vida de las personas contagiadas de VIH. Los países en desarrollo no disponen de esos fármacos, subrayó el funcionario de la OMS.
Heymann insistió en que los países más pobres son los que con frecuencia no pueden hacerse cargo del tratamiemto de sus enfermos de sida.
Los presupuestos de salud de algunos estados se constriñen hasta el extremo de que no pueden siquiera afrontar un gasto de 10 dólares diarios por paciente, ejemplificó.
Bernard Schawartlaender, epidemiólogo de ONUSIDA, la agencia de la ONU que coordina la lucha contra el mal, dijo que una de las regiones más pobres del mundo, el Africa subsahariana, presenta cifras alarmantes de contagio.
En esa zona, 7,4 por ciento de la población entre 15 y 49 años de edad está infectada por el VIH. El informe dijo que uno de cada cinco adultos de Zimbabwe presentan el virus.
La epidemia se expande con ritmos y patrones diferentes en el mundo. Los expertos reconocieron que les preocupan otras áreas, en especial Asia, por su enorme población.
Aunque la epidemia no presenta en Asia la misma espectacularidad que en Africa subsahariana, no puede subestimarse la cifra de cinco millones de infectados que se registran en India, dijo el epidemiólogo.
En India las tasas de infección se sitúan por debajo del uno por ciento de la población adulta y son bajas en relación a las habituales de muchos países pero superan más de 10 veces a las de la vecina China, el otro gigante de la región.
En India se asiste sólo al comienzo de la epidemia, que se declaró apenas un par de años atrás, advirtió Schawartlaender.
Otra región que inquieta a los expertos es Europa oriental, donde también acaba de aparecer la epidemia. Era una zona libre de VIH antes de los grandes cambios políticos que se produjeron a partir de fines de los años 80, observaron.
Heymann llamó la atención sobre el hecho de que nueve de 10 personas infectadas en el mundo con VIH no tienen idea de estar contagiadas. Eso significa que 27 millones de personas viven con el VIH y no saben que están enfermas, corroboró.
El fenómeno obedece a la escasez de exámenes, especialmente en los países en desarrollo. En muchos países no hay acceso a las pruebas de laboratorio.
El informe de ONUSIDA citó que en Tanzania y Uganda, dos tercios de los habitantes declararon que querían someterse a exámenes de VIH, pero no pudieron hacerlo por estrecheces económicas.
Los exámenes, que son costosos, se encuentran fuera del alcance de los presupuestos de los países en desarrollo, confirmó Heymann.
En Europa, quien quiere hacerse las pruebas concurre por su cuenta y el método está a su alcance. En los países en desarrollo, en cambio, los ciudadanos no tienen recursos para hacerlo y los gobiernos tampoco están en condiciones de suministrar el servicio. (FIN/IPS/pc/dg/he/97