Un nuevo ataque armado y saqueo de un pueblo de Panamá por irregulares colombianos agravó la crisis existente en la zona fronteriza desde que el conflicto armado que sufre Colombia se extendió a territorio panameño.
Un comunicado oficial expedido la noche del domingo por el director de la Policía de Panamá, José Luis Sosa, indicó que el cuartel policial del poblado de Boca de Cupe, a más de 30 kilómetros de la frontera con Colombia, fue atacado y saqueado el sábado en la noche por guerrilleros colombianos.
Versiones de prensa indican que durante el enfrentamiento entre los custodios del cuartel y los cerca de 100 irregulares que atacaron el lugar resultaron tres policías y otro habría muerto ahogado, pero Sosa no pudo confirmar la información.
El cuartel, el puesto de salud, comercios y residencias particulares de Boca de Cupe resultaros saqueados por los irregulares, inicialmente identificados como "bandoleros" por el director de la policía.
Sin embargo, la radio RCN de Colombia indicó que los atacantes podrían formar parte de una columna de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), que opera en las inmediaciones del cerro Tacarcuna, ubicado en la frontera.
La diputada panameña Aide Milanés, del cogoberante Partido Solidaridad, puso en duda que las FARC hayan sido las causantes del ataque.
Milanés, representante de la provincia de Darién, donde ocurrió el incidente, estimó "muy difícil que la guerrilla más rica del mundo se ponga a saquear poblados para conseguir alimentos".
Además de las FARC y las derechistas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, en esa zona estarían operando bandoleros y organizaciones disidentes de la guerrilla y los grupos armados de derecha de Colombia.
Desde abril, cuando las Autodefensas Campesinas asesinaron a cinco personas en el poblado panameño de la Bonga, a pocos kilómetros de la frontera, se han producido cerca de 30 asaltos y ataques contra pueblos, organismos de la Iglesia Católica, residencias y patrullas policiales.
El director de la policía informó que la ciudad de La Palma, capital provincial de Darién, fue declarada en alerta máxima y que se movilizó un contingente policial apoyado por helicópteros hacia el sitio del ataque del sábado.
El embajador de Colombia en Panamá, Edgardo Sales, indicó a sy veza que el gobierno de su país ha reforzado el área de la frontera "para evitar actos violentos" contra los panameños.
De acuerdo con su versión, hacia ese lugar habrían sido movilizadas unidades del ejército colombiano para impedir que los irregulares que actúan en la zona fronterizaa ingresen a Panamá. (FIN/IPS/sh/dg/ip/97)
