PERU: La cuota femenina se incorpora a la legislación electoral

A partir de las próximas elecciones generales peruanas, que se efectuarán en el 2000, las listas de candidatos parlamentarios de las agrupaciones políticas deberán contener un mínimo de 25 por ciento de mujeres.

Aunque algunos objetores trataron de cerrarle el paso al proyecto con el argumento de que era antidemocrático, el presidente Alberto Fujimori incluyó en la nueva legislación electoral el Sistema de Cuota Femenina para las listas de candidaturas parlamentarias.

El mandatario cumplió así una promesa formulada en la ucuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, llevada a cabo en Beijing en 1995.

El proyecto fue resistido por algunos políticos varones pero sus reclamos y mofas se acallaron cuando Fujimori anunció que la mayoría parlamentaria respaldaría sin titubeos la iniciativa.

Sus críticos sostienen que "recorta el derecho de los ciudadanos a decidir libremente la orientacion de su voto" y auguran una ola de demandas similares de otros segmentos de la población, como indígenas y negros, que podrían demostrar que no están proporcionalmente representados.

La parlamentaria Luz Salgado, presidenta de la comisión de la Mujer en el Congreso, replica que "en todo caso se trata de una discriminación positiva, para corregir una negativa tendencia de marginación real contra la mujer".

"Además, la diferencia de ser negro o blanco, o de tener los ojos castaños o grises, o el pelo ensortijado o lacio, no representa en nuestro país, ni por asomo, una desventaja igual a la que implica la diferencia de género, situación injusta que tratamos de superar con esta ley", indicó.

El sociólogo Fernando Tuesta recalca que la falta de equidad de género en la participación en los mecanismos de poder convierte la igualdad de derechos de hombres y mujeres en una ficción jurídica, "cuya superación debe promoverse con energía"

"A pesar de representar 50,4 por ciento de la población de Perú y que 24 por ciento de los hogares peruanos tienen como jefe de familia a una mujer, la representación femenina en el parlamento sólo alcanza a 10,8 por ciento", comenta por su parte la congresista Beatriz Merino.

Las 13 mujeres que ocupan escaños en el Congreso de 120 miembros constituyen el porcentaje más alto de participación femenina en la historia parlamentaria de este país, pues a lo largo de los 40 años sólo fueron elegidas 58 legisladoras.

Las peruanas alcanzaron el derecho al voto en septiembre de 1955, más de 134 años después de que Perú se independizara de España y concediera a los varones el derecho a elegir y ser elegidos miembros de las asambleas legislativas.

Desde ese año, ninguna mujer ha sido elegida presidenta del país, ni vicepresidenta y recién en 1985 el gobierno socialdemócrata de Alan García nombró a dos para desempeñar altos cargos ejecutivos, los ministerios de Educación y de Salud.

Fujimori ha nombrado hasta ahora a cinco mujeres en su gabinete ministerial y, por primera vez, en 1995 una parlamentaria, la oficialista Marta Chávez, fue elegida por sus colegas presidenta del Congreso.

En los últimos años las mujeres se han abierto paso en las esferas políticas, empresariales y académicas y hay expertas presidiendo organismos claves del aparato administrativo e, inclusive, manejando entidades técnicas antes reservadas sólo a varones.

Según declaró el jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Félix Murillo, entre 1993 y 1995 el número de mujeres en cargos directivos o gerenciales en ámbitos privados se elevó de 17.000 a 31.000 y, probablemente, este año supere los 40.000.

"En el INEI, 40 por ciento de los cargos directivos son desempeñados por mujeres", asegura Murillo, quien revela que "a pesar de que los hombres siguen manteniendo ventaja en el campo educativo, las mujeres acortan distancias rápidamente, sobre todo en las áreas urbanas."

Fujimori, por otra parte, promulgó este año una ley que permite ascender a las mujeres hasta los rangos más altos de las Fuerzas Armadas, y ya hay aspirantes estudiando en las escuelas de oficiales del Ejército, Marina y Fuerza Aérea.

Pero las más optimistas de estas estudiantes calculan que no será antes del 2020 que alguna de ellas alcance el grado de general o almirante y vaticinan que, pese al rango, los militares varones tratarán de mantenerlas en las áreas administrativas, "fuera de la línea de carrera real".

"La proporción de mujeres que alcanzó algún grado de educación superior creció de 8,5 por ciento en 1981 a más de 20 por ciento en la actualidad y este índice está cada vez más cerca del correspondiente a los varones", comenta la educadora Fresia Maldonado.

La encuesta de hogares efectuada en 1995 indicó que la proporción de varones con educación secundaria era de 65,7 por ciento, mientras que la de las mujeres era de 55,7.

El analfabetismo femenino, en cambio, asciende a 10,02 por ciento, más del doble que el de los varones, que ostentan 4,4 por ciento, diferencia negativa que se acrecienta en las áreas rurales. (FIN/IPS/al/dam/dg/pr-ip/97

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