El paquete de propuestas de solución a la crisis fronteriza con Ecuador expuesto por Perú en las negociaciones diplomáticas que se desarrollan actualmente en Brasilia no está dirigido a convencer a su antagonista sino a los cuatro países que actúan como garantes de la paz.
"La posición de Ecuador ya la conocemos, es dura y maximalista y pretende desconocer el tratado fronterizo de 1942. La paz definitiva se logrará por presión de la comunidad internacional, representada por los cuatro paises garantes", comentó el general peruano Sinesio Jarama.
Esos países son Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, que firmaron el Tratado de 1942 y cuyos gobiernos colaboran actualmente en la búsqueda de una solución definitiva y pacífica en la contienda peruano-ecuatoriana.
"La propuesta presentada este lunes por la delegación peruana en Brasilia ha sido expuesta para hacer conocer a los garantes el marco de concesiones que Perú puede admitir", añadió Jarama, experto en temas de seguridad y relaciones internacionales.
Jarama destacó que en los últimos años la comunidad internacional tiene un papel cada vez más decisivo en la solución de los conflictos entre países.
"Así lo prueban las gestiones realizadas en la ex Yugoslavia y las que se realizan para encontrar una fórmula de paz definitiva entre Israel y Palestina", señaló.
Jarama vaticinó que en las negociaciobnes de Brasilia, "Perú no cederá un centímetro respecto de la línea trazada por el Protocolo de Río de Janeiro", el tratado limítrofe suscrito en 1942".
"Los garantes, que probablemente ya quisieran que concluya la obligación que contrajeron en 1942, firmaron para garantizar el cumplimiento de ese Tratado y, por otro lado, a ninguno de ellos les conviene presionar en favor de una solución que implique desconocer un tratado de límites", destacó.
"Chile basa su política internacional en la intangibilidad de los tratados bilaterales. Si no lo hiciera le daría argumentos a Bolivia en sus reinvidicación marítima. Tampoco Estados Unidos puede promover la remoción de los tratados, porque alentaría las reclamaciones mexicanas", afirma Jarama.
Ecuador impugna desde 1951 el pacto de 1942 e interrumpió en ese año la colocación conjunta de los hitos demarcatarios en una frontera común de 2.800 kilómetros, en donde quedaron 68 kilómetros sin demarcar, como "una herida geográfica abierta a los conflictos fronterizos".
El diferendo ha originado dos guerras de corta duración entre Perú y Ecuador, en 1981 y en 1995, y numerosas escaramuzas en las zonas adyacentes al tramo limítrofe sin demarcar.
Luego de conseguir el alto del fuego en la guerra peruano- ecuatoriana de 1995, al abrir las negociaciones que se realizan actualmente en Brasilia, los garantes consiguieron que, por primera vez desde 1951, Ecuador aceptara la vigencia del Tratado de 1942 como base para sentarse a conversar con Perú.
Quito consideró haber logrado un triunfo diplomático al conseguir que Perú admitiera que en la cuestión limítrofe existían "impasses subsistentes" (desacuerdos).
Por su parte, Lima quedó satisfecha con el reconocimiento ecuatoriano del tratado de 1942 como marco de las negociaciones.
La discusión en las sucesivas rondas de las negociaciones de Brasilia avanzaron desde los problemas menores (discusiones sobre puntos específicos de la frontera) y se trabaron en el tema de la demanda máxima ecuatoriana, el de una salida territorial hasta el río Amazonas, reclamada por consideraciones históricas.
La reinvidicación histórica ecuatoriana se basa en que el Amazonas fue descubierto en tiempos de la colonia española por una expedición que partió de Quito.
Los peruanos replican que la expedición partió en realidad de Cusco, se detuvo en Quito para buscar vituallas y aumentar su contigente y destacan que la región reclamada por Ecuador nunca estuvo bajo su jurisdicción.
"El trasfondo del litigio no es únicamente jurídico, como sostiene Perú, ni histórico, como pretende Ecuador, es geopolítico, porque los ecuatorianos consideran que su país debe integrarse con la cuenca del Amazonas", expresó el sociólogo Flavio Solórzano.
"El paquete de propuestas de solución expuesto en Brasilia por Perú a los garantes se basa en una serie de concesiones no territoriales que permitirían la salida comercial ecuatoriana hasta el Amazonas, como libre navegación, puerto libre, convenios de cooperación", añadió.
"Aunque las propuestas peruanas satisfacieran las expectativas geopolíticas ecuatorianas y convencieran a su gobierno civil, no se debe esperar una rápida solución porque detrás de los gobiernos de ambos países hay fuerzas militares que no les dejan mucho margen de maniobra", concluyó. (FIN/IPS/al/dg/ip/97