El crecimiento económico en las condiciones del mundo actual no es necesariamente igual a más empleo, según la experiencia de un país del sur latinoamericano como Uruguay.
La tesis fue defendida por el uruguayo Gabriel Courtoisie, diputado del centroizquierdista partido Nuevo Espacio, ante otros 14 miembros del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) reunidos en la capital de Cuba.
En el caso del Uruguay "la desocupación va a ser difícil que baje y no se espera una respuesta de acuerdo al crecimiento económico", dijo Courtoisie durante la primera sesión de la reunión de la comisión permanente de asuntos juveniles del Parlatino.
El problema del empleo en América Latina, con énfasis especial en el dilema que representa para la juventud, abrió los debates del encuentro que sesionará en La Habana hasta el próximo sábado.
La inauguración oficial fue realizada este viernes, con la presencia de más de 140 legisladores de 16 países latinoamericanos que participarán en un total de siete comisiones permanentes del Parlatino que coinciden en La Habana.
A las labores de la comisión de asuntos juveniles se sumaron, tras una jornada dedicada a recorridos por lugares de interés en Cuba, las comisiones permanentes de turismo, salud, economías emergentes, energía y minas, la de asuntos políticos, y la de asuntos laborales y previsionales.
En su primera sesión sobre asuntos juveniles, la comisión del Parlatino definió como "los males principales" la ignorancia y el analfabetismo, la drogradicción, la prostitución infantil, el crecimiento económico sin la consecuente creación de empleo y el subempleo.
Un caso similar al de Uruguay lo presentó Argentina.
Si en el primero de estos países se habla de 12 por ciento de la población económicamente activa (PEA) desempleada, en el segundo la desocupación se disparó hasta 18 por ciento y ahora se situa en 15,7 por ciento, aseguró el diputado argentino Ernesto Oudín.
Si hacemos un "análisis realista, los índices son espantosos", dijo la presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, Vilma Espim, sobre el conjunto de problemas que enfrenta la población joven en el continente.
Cuba, un país de 11 millones de habitantes que vive una crisis económica desde hace siete años, expuso los resultados de una educación universal que ha permitido crear una fuerza profesional de alta calificación.
La crisis económica puso punto final en la isla a varias décadas de pleno empleo, pero el gobierno asegura que hace todo lo posible para que nadie quede desamparado y abre posibilidades de trabajo por cuenta propia.
Fuentes oficiales cubanas aseguran que de una población económicamente activa de 4,6 millones de personas, entre siete y ocho por ciento está desempleada. Se estima que 60 por ciento de las personas que buscan trabajo en la isla son menores de 30 años.
Legisladores de varios países coincidieron en que el problema del empleo está fuertemente vinculado a los sistemas educativos, en la medida en que éstos son capaces de responder a las necesidades de las economías de cada país.
"Un problema grave en el campo de la educación en México es que las escuelas se han despegado de la realidad", dijo el diputado federal Miguel Angel Garcés.
Un informe presentado por Garcés asegura que cerca de tres por ciento de la población juvenil mexicana no tiene instrucción, 40 por ciento cuenta con algún grado de primaria, 40 por ciento alguno de secundaria, 12 por ciento alguno de bachillerato y sólo cinco por ciento tiene acceso a estudios superiores.
"El desempleo, sin embargo, afecta especialmente a la población juvenil, alcanzando un nivel de ocho por ciento, casi el doble que el promedio nacional", dijo Garcés.
"Este problema incide notoriamente sobre la mujer joven, que como sector tiene casi un nueve por ciento del desempleo frente al siete por ciento para los hombres jóvenes", añadió.
De acuerdo con el legislador mexicano, la gran paradoja aparece cuando sale al mercado laboral un profesional con una calificación que no se corresponde con las exigencias económicas, y acepta ocupar cualquier tipo de plaza y por cualquier salario.
En Ecuador, donde se han aprobado tres proyectos legales de protección de la juventud, la situación pasa por una disminución del presupuesto estatal para la educación de 29,5 por ciento en 1989 a 13 por ciento en la actualidad.
Mientras tanto en Perú, se presenta la disyuntiva de que no sólo con dar oportunidades se resuelven los problemas porque, en muchos casos, se trata de fenómenos culturales que tardan mucho tiempo en cambiar.
Este es el caso también de Paraguay, donde más de 70 por ciento de la población tiene como lengua materna el guaraní y hasta principios de esta década toda la educación formal se impartía en castellano. (FIN/IPS/da/ag/if/97