La Organización de las Naciones Unidas (ONU) volvió a sumergirse en el conflicto en Medio Oriente, mientras se le exige que decida si distinguirá entre "terroristas" y "luchadores por la libertad".
"Insistimos en que la resistencia a la ocupación de Israel de territorio libanés no es acto de terrorismo. Fueron actos de autodeterminación del pueblo libanés", dijo Hicham Hamdan, representante de Líbano, a la Comisión Legal de la ONU que está formulando una nueva convención sobre terrorismo.
Pero Daniel Taub, de Israel, destacó que desde que la Asamblea General adoptó su Declaración sobre Medidas para Eliminar el Terrorismo Internacional de 1994, Israel ha sido testigo de la muerte de más de 170 hombres, mujeres y niños en "ataques terroristas" dentro de sus fronteras.
Cada vez que israelíes han muerto en los territorios ocupados de Gaza, Cisjordania y el sur de Líbano, el gobierno de Israel habló de actos de terrorismo puro, y además tomó represalias violentas.
Hamdan responde alegando que las represalias de Israel no difieren del "terrorismo de Estado", evidente cuando sus fuerzas bombardearon un área de seguridad de la ONU en Qana, al sur del Líbano. El bombardeo de Israel en abril de 1996 mató a unos 102 hombres, mujeres y niños libaneses, todos civiles.
"La forma más peligrosa del terrorismo es el terrorismo de Estado, y el borrador de la convención debe considerarlo, junto a todas las otras formas de terrorismo", sostuvo Hamdan.
Los 17 artículos en la propuesta convención cubren definiciones, la obligación de los países miembros de implementar la convención, extradición y justicia, detención y cooperación para evitar acciones proscritas por la convención.
El embajador de Pakistán, Ahmad Kamal, condenó el uso del poder del Estado para reprimir movimientos de liberación y de la violencia contra civiles inocentes, y aseguró que la lucha de esos movimientos "debe ser reconocida como un derecho legítimo".
El terrorismo figura en la agenda de la Asamblea General desde 1972, pero la acción para establecer una convención se precipitó tras una serie de ataques con bomba en Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
Durante el 50 aniversario de la ONU en 1995, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, hizo un llamado a un compromiso para no permitir la existencia de santuarios para terroristas, narcotraficantes y contrabandistas, para quienes el mensaje sería "no tienen adónde ir ni lugar para esonderse".
Clinton también urgió a los 185 miembros de la Asamlea de la ONU a instalar "un pacto contraterrorista para que juntos podamos urgir a más estados a ratificar los tratados antiterroristas existentes".
Estados Unidos ubica a siete miembros de la ONU en una lista de "estados terroristas", Libia, Irán, Iraq, Siria, Sudán, Corea del Norte y Cuba.
Los siete, sin embargo, serán partes de la convención en discusión cuando finalmente sea adoptada por la Asamblea General antes de fin de este año. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lp/ip/97