Raúl Salinas, el hermano del ex presidente de México detenido por cargos de asesinato, corrupción y vínculos con narcotraficantes, sostiene que todos lo persiguen. Harto de "tanto acoso" decidió demandar a la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y pedir apoyo de Amnistía Internacional.
El contrataque de quien ha sido elevado como uno de los símbolos de la corrupción en América Latina se produce cuando las autoridades policiales afirman que están a punto de cerrar el círculo de pruebas que mantendrían a Salinas al menos diez años en prisión.
"Todos están en mi contra, todos han manchado mi honra", se queja el hermano del ex presidente Carlos Salinas (1988-94), quien a nombre propio y usando algunos alias abrió cuentas bancarias donde tiene alrededor de 100 millones de dólares y compró 39 propiedades, entre ellas varias casas de lujo.
Procuradores y ministerios públicos de 32 países de América y Europa, reunidos en México esta semana para revisar sus esquemas de cooperación y repetir una vez más el libreto de compromisos para enfrentar a la delincuencia, tuvieron a Raúl Salinas en su agenda.
En el marco de la cita, autoridades de Suiza dialogaron con sus pares de México y Estados Unidos para compartir información sobre el llamado "hermano incómodo" del ex presidente.
"Hoy más que nunca" Suiza tiene la certeza de que son válidas las imputaciones de lavado de dinero y vínculos con las mafias hechas contra Raúl Salinas, indicó Carla del Ponte, procuradora de ese país europeo, donde el acusado mantiene varias cuentas bancarias.
"Mi cautiverio ha sido aprovechado por personas que se dicen vinculadas con organismos policiacos extranjeros para atribuirme sin pruebas la realización de hechos relacionados con los delitos contra la salud (narcotráfico)", señala una carta de Salinas difundida este viernes.
La misiva es parte de la denuncia penal que el hermano mayor del ex mandatario presentó en la Procuraduría mexicana contra Thomas Constatine, director de la DEA, y algunos de sus colaboradores.
"He negado categóricamente y en forma permanente (…) que en mi vida personal y profesional haya desplegado cualquier conducta relacionada con el narcotráfico", apunta Salinas en su acusación.
Según la DEA, el gobierno mexicano y las autoridades suizas, Salinas habría tenido vínculos con el cártel del Golfo, dirigido por Juan García Abrego, quien fue detenido en enero 1996 en México y luego extraditado y condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
Aunque hasta el momento no se conoce con certeza si el ex presidente conocía de los negocios de su hermano y si tuvo alguna participación, los partidos de oposición en México sostienen que es un hecho que Carlos Salinas está involucrado.
Las autoridades mantienen en reserva los entretelones de los interrogatorios realizados al ex mandatario en Irlanda, donde vive un autoexilio, pero aseguran que ninguna línea de investigación está descartada.
Por el caso de Raúl Salinas, detenido en febrero de 1995 bajo cargo de ser el autor intelectual del asesinato de un dirigente político, han declarado varios empresarios, que sin mediar documentos y en triangulación con bancos extranjeros, entregaron millonarias sumas al hermano del ex presidente.
Raúl afirma que es un empresario, que aunque aprovechó la posición política de su hermano para realizar negocios jamás realizó acciones ilícitas. Todas las acusaciones son falsas y tienen un transfondo político, dice.
"Cuando salga libre enjuciaré a quienes mancharon mi nombre", promete a través de sus abogados.
La Procuraduría mantiene a Salinas en una cárcel de alta seguridad y le impide hablar con la prensa "por razones de seguridad nacional". Todas las llamadas telefónicas y conversaciones personales que tiene al acusado con familiares y abogados son grabadas.
Amnistía Internacional recibió una denuncia de Raúl por la presunta violación de sus derechos a contar con una defensa adecuada.
El organismo humanitario acogió los señalamientos y pidió al gobierno mexicano cambiar de actitud. En el proceso contra Raúl Salinas hay muchas irregularidades, sostuvo.
Políticos y analistas opinan que México sólo comenzará a lavar su imagen de país corrupto cuando el gobierno y la policía terminen por aclarar, sin temores y con la mayor transparencia, los delitos en los que podría estar involucrado el ex presidente Salinas y su familia. (FIN/IPS/dc/dg/ip/97)
