Los porcentajes de desempleo en México bajaron a niveles similares a los registrados antes de la crisis económica estallada a fines de 1994 gracias a un explosivo crecimiento del trabajo informal.
Engrosar filas en el ejército de vendedores ambulantes, comerciantes a baja escala y fabricantes de los más diversos productos, que no rinden cuentas fiscales ni laborales exigidas por la ley, fue la salida para miles de personas cesantes.
De los 36,6 millones de personas con capacidad de trabajar, 3,8 por ciento no lo hace, mientras que entre los que laboran al menos una vez a la semana poco menos de la mitad está en la informalidad.
Un estudio divulgado este lunes por la Asamblea Legislativa indica que el número de puestos de venta ambulante en la capital igualó al de los formales en los últimos tres años. De continuar la tendencia, para fines del 2000 los podría duplicar, advierte.
Según las autoridades de Hacienda, la caída "drástica" del desempleo, que en 1995 llegó a niveles cercanos a ocho por ciento, es consecuencia del crecimiento económico, que en 1997 se proyecta superior a cinco por ciento.
Hace dos años, cuando el producto interno bruto decreció siete por ciento, el desempleo formal e informal llegó a tales niveles que los empresarios reconocieron que existió peligro de un verdadero estallido social.
"Con el esfuerzo de los mexicanos", el desempleo se revirtió a los niveles anteriores a la crisis y el país entró en fase de plena recuperación, sostiene el secretario de Hacienda Guillermo Ortiz.
Las tendencias estadísticas en la materia cambiaron, básicamente, porque miles ingresaron al círculo de la informalidad tras concertar pagos con los dirigentes del ambulantaje, sin cuya venia nadie puede trabajar, aseguran los estudios citados por la Asamblea Legislativa.
Los téntaculos de corrupción rodean al sector informal, denuncian los partridos opositores Acción Nacional, de la Revolución Democrática, Verde Ecologistas y del Trabajo.
Diversas investigaciones indican que los principales dirigentes del ambulantaje están directamente vinculados a las organizaciones de base del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La oposición calcula que los dirigentes del PRI relacionados al trabajo en las calles reciben un promedio mensual de 21 millones de dólares.
El estatal Instituto Nacional de Geografía e Informática afirma que la economía informal representa en México ocho por ciento del producto interno bruto, mientras el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado ubica esa cifra en más de 40 por ciento.
La Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (CANACO) asegura que en los últimos siete años los negocios informales crecieron 110 por ciento, casi el doble que los ubicados en el sector formal de la economía.
"De continuar la actual situación económica, en la que existe poca capacidad para ofrecer ocupación e ingresos dignos y de no profundizar la desregulación administrativa y tributaria para evitar el paraíso en el que operan los ambulantes, esta actividad continuará proliferando", alerta la CANACO.
Los comerciantes reclaman al gobierno del presidente Ernesto Zedillo frenar la "cultura de la informalidad", pues ello obstaculiza el desarrollo de la economía y el trabajo de miles de empresarios que pagan impuestos y responden por los derechos de sus empleados.
El monto de la evasión fiscal del comercio ambulante es hoy casi dos veces superior a los recursos que el gobienro destina a los programas de combate a la pobreza, dice la CANACO.
Los partidos de oposición indican que a causa del comercio informal, en la capital cerca de 18 por ciento de los establecimientos formales están en quiebra y 37 por ciento suspendió el pago de sus obligaciones tributarias y de servicios.
Cada año más de dos millones de mexicanos reclaman nuevos empleos, en una economía que ofrece menos de un millón en ese mismo período.
Los estudios señalan que en México, 36,2 por ciento de la población económicamente activa recibe ingresos de uno y hasta dos salarios mínimos al mes, otro porcentaje similar llega a percibir hasta cinco sueldos y 11 por ciento no recibe ni siquiera un salario mínimo. (FIN/IPS/dc/dg/ip-if-pr/97)
