A 40 años de su muerte, el pintor mexicano Diego Rivera, uno de los más importantes muralistas del mundo, sigue agitando el ambiente cultural. Entre polémicas, artistas e intelectuales lo celebran, recuerdan el pasado y proyectan su obra al futuro.
Miembros del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y alumnos de la escuela estatal Diego Rivera y del Centro de Educación Artística montaron este lunes una guardia de honor en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en esta capital, donde reposan los restos del pintor.
La pintura de Rivera, quien despertó polémicas por sus posiciones políticas de izquierda, una agitada vida sentimental y sus presuntos vínculos con la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), perdura gracias a ser numerosa, tanto en su vertiente monumental como en la de caballete.
También, por el interés de sus admiradores, quienes crearon a inicios de años en la red informática Internet un espacio (www.diegorivera.com/) donde se difunde en forma gratuita algunas de las pinturas y parte de la biografía del muralista mexicano.
Sus seguidores lograron colocar además en el mercado varios CD Room que hablan sobre el trabajo del artista.
Aunque ya han pasado cuatro décadas desde la muerte de Rivera, "sin duda uno de los más importantes y queridos creadores de México", su presencia sigue viva y causando mucha controversias, señaló Genaro Estrada, director del INBA.
Figura de más de 350 libros, el pintor, quien murió de cáncer el 24 de noviembre de 1957 a los 71 años, es reivindicado como referencia política tanto por comunistas, como por militantes de la oposición de centroizquierda y la dirigencia del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Obras como Paisaje zapatista, El guerrillero, La celebración del Primero de Mayo, La revolución, Sueño de paz y pesadilla de guerra, Los explotadores, Sangre de los mártires y el Buen gobierno, muestran a un Rivera que buscó difundir sus ideas y contar historias completas a través de colores y trazos.
El INBA mantiene actualmente varios programas para restaurar los murales del autor, muchos de los cuales adornan fachadas e interiores de edificios en México y en otras partes del mundo.
"El agua, origen de la vida", pintado hace 42 años sobre 272 metros cuadrados de una cámara construida para encauzar un río, fue el último mural restaurado en la capital.
Rivera, uno de los hijos gemelos de la familia Rivera Barrientos, originaria de la ciudad central de Guanuajuato, inició su carrera a los 10 años, cuando empezó a tomar clases nocturnas de pintura en la Academia San Carlos.
En 1906, cuando tenía 20 años, expuso por primera vez sus trabajos de caballete. Un año después viajó a España con una beca del gobierno.
Para 1921, tras enfrascarse en agrias polémicas con los seguidores del cubismo y de exponer en Europa, Rivera retorna a México y comienza a trabajar plenamente en el muralismo. Para entonces, ya era una figura pública.
Miembro del Partido Comunista, con el que rompió y luego hizo las paces, el artista gestionó el asilo político en México de León Trotsky, con quien luego mantuvo polémicas.
Los historiadores discrepan sobre la verdadera militancia de Rivera.
Algunos sostienen, en base a documentos desclacificados de la CIA, que trabajó para Washington, mientras otros afirman que fue un fiel seguidor del comunismo internacional.
Militantes del PRI aseguran por su parte que Rivera compartía plenamente las ideas de la revolución mexicana y que tuvo una marcada cercanía con el gobierno, para el que realizó varios trabajos artísticos.
La oposición de centroizquierda proyecta en cambio las ideas del pintor hasta las épocas actuales para señalar que Rivera jamás hubiera comulgado con la gestión del PRI.
Más allá de las polémicas, todos coinciden en ubicar al artista, también famoso por mantener numerosas y tormentosas relaciones amorosas, entre ellas con la pintora Frida Kahlo, como uno de los más importantes que ha dado el mundo.
Representante máximo de la plástica mexicana, según opinan algunos críticos, Rivera nunca morirá, pues su obra trascendió desde las fronteras del tiempo y espacio, expresó el INBA. (FIN/IPS/dc/dg/ip-cr/97
