El presidente argentino Carlos Menem concluyó hoy una visita oficial de dos días a Brasil que pasó desapercibida para la opinión pública de este país pero significó un claro apoyo a las severas medidas de control fiscal del gobierno de Fernando Henrique Cardoso.
Menem prestó total solidaridad a su colega Cardoso, que debió adoptar duras medidas de ajuste diez meses antes de la realización de elecciones en las que intentará mantenerse en el poder por cuatro años más.
Para defender la moneda, "no importa si las medidas sean impopulares, tienen que ser efectivas", dijo Menem al reiterar su apoyo a las autoridades económicas brasileñas, recordando que en 1995 también recurrió a decisiones del mismo tipo pero que lograron mantener la estabilidad y asegurarle la reelección.
Una coincidencia de necesidades favoreció un acuerdo entre Argentina y Brasil para la elevación del arancel externo común (AEC) del Mercado Común del Sur (Mercosur), que afectará a los socios menores del bloque, Paraguay y Uruguay.
El alza será de tres puntos porcentuales. Formalmente es un pedido de Argentina, que incorpora así al AEC su Tasa de Estadística de tres por ciento a las importaciones.
Brasil podrá atender su necesidad de contener importaciones para reducir el déficit comercial, que ascendería a cerca de 9.000 millones de dólares este año, y a la vez aumentar sus ingresos fiscales, otro objetivo del paquete anunciado el lunes.
Pese al respaldo a las medidas brasileñas, Argentina reduciría sus exportaciones a su mayor mercado, por la desaceleración económica provocada en Brasil por el esfuerzo fiscal y por las tasas de interés elevadas hace dos semanas.
Los empresarios y el gobierno argentinos acogieron con alivio el paquete brasileño porque, como dijeron Menem y Cardoso, sería peor que Brasil nada hiciera y dejara que la inflación subiera y se devaluara la moneda.
Pero hay inquietud sobre la intensidad con que caerá el consumo brasileño, porque Argentina depende de ese mercado que absorbe 30 por ciento de sus ventas externas y también agrava su elevado déficit comercial, de 2.980 millones de dólares en lo que va de este año.
Además, medidas sectoriales de Brasil también afectan las cuentas externas argentinas.
El aumento de cinco por ciento del impuesto industrial de a los vehículos reducirá las importaciones de autos argentinos, principal rubro en el comercio bilateral, estima el director de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil, José Augusto de Castro.
Otra medida, el alza de 18 a 90 dólares de la tasa de embarque en los aeropuertos para viajes internacionales, restringirá principalmente el turismo de brasileños en los países vecinos.
Es la tasa más alta tasa del mundo, casi cuatro veces la cobrada en Atenas, que le sigue en la escala. Equivale a más de la mitad del pasaje entre el sur de Brasil y las capitales de Argentina, Uruguay o Paraguay.
Entre Porto Alegre (Brasil) y Montevideo, por ejemplo, un pasaje cuesta 139 dólares.
Ese costo adicional desestimulará los viajes a los países del Mercosur, ya que su peso relativo es mayor en los pasajes más baratos, evaluó Sergio Nogueira, presidente de la Asociación Brasileña de Agentes de Viaje.
Con eso el gobierno brasileño busca reducir el déficit en su cuenta turística. En 1996 los brasileños gastaron en el exterior 3.594 millones de dólares ms que los turistas extranjeros en Brasil y la tendencia al crecimiento persiste.
Menem manifestó su "total apoyo" a las decisiones brasileñas, aunque señaló que aún es temprano para evaluar sus consecuencias para Argentina.
En medio del torbellino provocado por la respuesta de Brasilia a la crisis financiera desatata por la caída de las bolsas en Asia, la visita del presidente argentino pasó casi inadvertida.
Fue casi nula la repercusión de los cinco acuerdos firmados por el visitante con el presidente Cardoso en Brasilia el lunes, que intensifican la cooperación educativa, cultural, consular, aduanera y fronteriza entre los dos países.
Argentina y Brasil se comprometieron a implantar en sus escuelas la enseñanza de la lengua del país vecino y cursos sobre la realidad económica y cultural del socio.
Las tres declaraciones firmadas durante la visita de Estado piden un esfuerzo internacional para prohibir las minas antipersonales y asegurar el uso pacífico de la energía nuclear y ratifican al Mercosur como el "proyecto principal" de ambos países. (FIN/IPS/mo/dg/ip-if/97
