Chile comenzó a analizar el efecto del alza del arancel externo del Mercosur, que podría dar lugar a la renegociación de los términos de asociación de este país al bloque y aleja la posibilidad de su ingreso como miembro pleno.
Una delegación oficial encabezada por el ministro de Economía, Alvaro García, que este viernes asistirá a la reunión de autoridades económicas del Mercosur en Uruguay, tiene la misión de evaluar el impacto del aumento de aranceles, que ya fue decretado en Brasil.
"Si el Mercosur (Mercado Común del Sur) aplica un aumento arancelario no quedará más que aceptarlo, pero en el entendido que se inicia un proceso de renegociación", comento García en Santiago antes de su partida.
El incremento en tres puntos del arancel externo común del Mercosur fue concertado por las dos economías más grandes del conglomerado, Argentina y Brasil, que negocian ahora el apoyo de Paraguay y Uruguay.
Según se informó, el alza, propuesta por Argentina, tiene por objeto compensar la eliminación de la tasa de estadística aplicada por ese país a las importaciones, que fue objetada por la Organización Mundial de Comercio.
En el caso de Brasil, que presenta un importante déficit de cuenta corriente externa, el aumento sería utilizado para contener las importaciones y fortalecer la recaudación aduanera.
La decisión tendrá efectos en Chile, que en junio de 1996 firmó con el conglomerado de integración un acuerdo que contempla preferencias arancelarias y una desgravación progresiva para el intercambio.
El ministro de Relaciones Exteriores chileno José Miguel Insulza recalcó que la medida del Mercosur se aplicará justamente cuando este país se prepara para rebajar su arancel externo de 11 a ocho por ciento.
"La diferencia arancelaria es una barrera importante entre Chile y el Mercosur. Por lo tanto, si una parte sube el arancel y la otra lo baja, ese obstáculo se agranda", comentó el canciller.
Aunque se cree que el aumento del arancel externo común no afectará el flujo comercial, Insulza advirtió que "perjudica la posibilidad de un ingreso pleno de Chile" al Mercosur, una posibilidad que quedó abierta tras el acuerdo de 1996.
Pero la prioridad de Chile ante el eventual aumento del arancel del Mercosur será comprobar que se respeten las preferencias consideradas en el pacto de asociación, que mitigarían el impacto del alza.
El acuerdo prevé una desgravación progresiva hasta llegar a un arancel cero en el 2004. En este momento los productos beneficiados por esa preferencia tienen una rebaja arancelaria de 55 por ciento.
"Lo importante es que los niveles de preferencias negociados se seguirán aplicando cualquiera sea el nivel arancelario", comentó el ministro de Agricultura, Carlos Mladinic.
Pero no se descarta la aplicación del articulo 47 letra J del acuerdo, que permite "revisar el programa de liberación comercial" cuando una de las partes modifica en forma importante sus aranceles.
El ministro García destacó que en el encuentro de Uruguay deberá conocerse una decisión sobre este tema y cuál será su alcance. Agregó que la posibilidad de renegociación es cierta.
Sin embargo, comentó que "estamos seguros que se van a respetar las preferencias otorgadas a Chile". (FIN/IPS/lac/ff/if/97
