Un equipo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) viajó hoy a Iraq hoy con instrucciones del secretario general Kofi Annan de limitarse a repetir las advertencias del Consejo de Seguridad y no negociar con Bagdad.
Funcionarios de Estados Unidos fueron inflexibles al declarar que el equipo de la ONU debe limitarse a advertir a Bagdad de que no debe concretar su plan de expulsar de Iraq a los inspectores estadounidenses de armas.
El equipo está compuesto por los diplomáticos Lakhdar Brahimi, de Argelia, Emilio Cárdenas, de Argentina, y Jan Eliasson, de Suecia.
"Tenemos esperanza de que la misión tendrá éxito. Pero es muy claro que el propósito de esta misión no es negociar", declaró el embajador de Estados Unidos ante la ONU, Bill Richardson, la noche del lunes.
El embajador de Gran Bretaña John Weston estuvo de acuerdo y añadió que los tres diplomáticos son enviados solo para explicar "con monosílabos" que Irak "cometió de nuevo un error de cálculo al desafiar la autoridad de la ONU".
Washington se opuso durante varios días a la propuesta del secretario general de la ONU, Kofi Annan, de enviar a tres mediadores a Iraq para evitar un enfrentamiento luego de que Bagdad amenazó con expulsar a los inspectores de armas del foro mundial, de nacionalidad estadounidense, antes del jueves.
Fuentes diplomáticas afirman que la Casa Blanca solo estuvo de acuerdo con la misión cuando Annan aclaró que el equipo encabezado por Brahimi se limitaría a repetir a Bagdad el reclamo del Consejo de Seguridad de la ONU de retirar la amenaza de expulsión y no iniciar sus propias negociaciones.
Richardson sostuvo que el Consejo de Seguridad, que se mostró cada vez más dividido sobre la forma de tratar el caso de Irak, se encuentra unido en sus gestiones por impedir las expulsiones.
"No hay nada que negociar. Se trata de una gestión diplomática para liberar la tensión de una situación muy tensa", dijo el portavoz de la ONU, Fred Eckhard.
Con el firme apoyo de las 15 naciones del Consejo de Seguridad a la misión del equipo, "se descartó toda posible idea de que el órgano esté dividido en esta cuestión", añadió.
Annan declaró el lunes su esperanza de que el envío del equipo al menos retrasaría la amenaza de expulsión. "Espero que no se aplique la fecha límite del miércoles mientras mi equipo esté en Bagdad", dijo. Se espera que los tres diplomáticos regresen a Nueva York el fin de semana, añadió.
Sin embargo, el envío del grupo de la ONU es una victoria para Iraq. Fue propuesto por el viceprimer ministro de Iraq, Tariq Aziz, para resolver la disputa sobre la presencia de estadounidenses entre los 100 miembros de la Comisión Especial de la ONU (UNSCOM) que inspeccionan las armas de Irak.
Días después de que Aziz escribiera al Consejo de Seguridad para advertir que los ciudadanos estadounidenses de la UNSCOM serían expulsados antes del miércoles, el órgano sólo advirtió de "serias consecuencias", sin especificar, antes de recurrir a la misma solución, un equipo mediador de la ONU, sugerida por Iraq.
Mientras, Iraq ya empleó la amenaza de expulsión para impedir que dos vuelos distintos, cada uno con tres investigadores de Estados Unidos, ingresaran a su territorio la semana pasada.
El lunes, funcionarios de la ONU confirmaron que tres equipos de la UNSCOM fueron obligados a retirarse luego de que las autoridades iraquíes se negaran a permitir el paso de los integrantes estadounidenses.
Eckhard afirma que en la actualidad hay siete ciudadanos de Estados Unidos que trabajan para la UNSCOM en Irak.
La tensión creció el fin de semana, cuando funcionarios de Washington acusaron al embajador iraquí Nizar Hamdoon de amenazar con derribar aviones estadounidenses, que vuelan sobre Iraq desde la guerra del Golfo de 1991, si se realizan vuelos planeados para el miércoles de aviones espías U-2.
"Iraq espera una agresión militar de Estados Unidos", escribió Hamdoon en una carta al presidente de la UNSCOM, Richard Butler, en la que advierte sobre la responsabilidad de los inspectores de la ONU si los vuelos ocurren cuando "la artillería antiaérea esté preparada por una posible agresión".
"Esta vez existe otra amenaza de Irak, contra aviones de la ONU. Pensamos que es irresponsable, que está mal", arguyó Richardson.
Richardson dijo que Estados Unidos tiene la intención de planificar su respuesta con el resto del Consejo de Seguridad, pero funcionarios de Washington aseguran que no se excluyen respuestas a la situación, incluso de tipo militar.
Existen límites, sin embargo, a lo que Washington puede hacer en un momento en que decae el respaldo al embargo que hace siete años la ONU mantiene contra Iraq.
Rusia, Francia y China, que, junto con Gran Bretaña y Estados Unidos, son los miembros permanentes con poder de veto del Consejo de Seguridad, presionan para que se mitiguen las sanciones.
El mes pasado, los tres países se abstuvieron de una resolución que fijaba planes para una posible prohibición de viajes internacionales contra ciertos funcionarios de gobierno de Iraq.
Moscú, París y Beijing condenaron, junto con Washington y Londres, la amenaza de expulsión de Bagdad, y diplomáticos rusos y franceses intentaron en los últimos días persuadir a Iraq de modificar su posición.
Pero los tres también pidieron una actitud más moderada hacia Bagdad. "Nos deben guiar los hechos", dijo el lunes el embajador ruso Sergey Lavrov, quien se negó a responder sobre la actitud que tomaría el Consejo de Seguridad si Iraq lleva a cabo la amenaza.
El británico Weston tampoco accedió a especificar las medidas que el órgano de la ONU podría adoptar si la misión falla. "No es función del Consejo de Seguridad amenazar a nadie", dijo.
En el largo plazo, los diplomáticos de Washington están conformes al menos con que las acciones de Bagdad terminaron por ahora con la desunión del Consejo y aumentaron su ventaja diplomática en la búsqueda para sancionar a Iraq por su reciente obstrucción de la labor de la UNSCOM.
Pero a corto plazo, Iraq podría ganar si se percibe que tiene la ventaja en las conversaciones con el equipo de la ONU.
"Vamos a comprobar cuál es nuestra capacidad de negociación" comentó con ironía Annan, quien reconoció el desafío al que se enfrentan los tres diplomáticos de la ONU en una ocasión en que tienen prohibida en forma expresa la "negociación". (FIN/IPS/tra- en/fah/mk/aq/ip/97