Argentina y Brasil demostraron su poder en el Mercosur al resolver el aumento del arancel externo común que rige para los cuatro países del bloque, y aunque Uruguay y Paraguay, los socios menores, negocian su apoyo a la medida, la decisión ya está tomada.
Los ministros de Economía de los cuatro estados miembros se reunirán este viernes en Montevideo para formalizar el aumento, que en Brasil ya es un hecho.
En efecto, el gobierno de Fernando Henrique Cardoso ordenó el miércoles la publicación del decreto de incremento de aranceles en el diario oficial, aunque por razones diplomáticas y burocráticas, pedirá la aprobación de sus socios.
"Las políticas (de emergencia) deben ser comunes y coordinadas entre los cuatro países: De lo contrario, se arriesga una peligrosa unilateralidad brasileña y una preocupante bilateralidad de Argentina y Brasil, que desestabilizan en Mercosur", dijo a IPS el ex canciller uruguayo Sergio Abreu.
Abreu, participante en la creación del Mercosur, destacó que el decreto brasileño que dispone el aumento demuestra que no se consideró la opinión de los socios menores.
Sin embargo, el ex canciller considera justificada la decisión de Cardoso, que se debió a la necesidad de evitar maniobras especulativas de los importadores.
El experto, asesor actualmente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), dijo que Uruguay y Paraguay deben reclamar respeto por su papel y exigir un protocolo adicional para tratar situaciones económicas de emergencia.
"Hay que administrar la realidad. Una devaluación de Brasil sería catastrófica, pero no es aceptable que los países menores sean debilitados en lo interno y utilizados como si fueran iguales (sólo) cuando se trata de relaciones con otros bloques o naciones", argumentó Abreu.
"Con la perspectiva ulterior de que el arancel externo común sea imprevisible y pueda convertirnos en un mercado cautivo para los industriales argentinos y brasileños, la permanencia dentro del Mercosur aparece a nuestros ojos como decididamente indeseable", advirtió este jueves el editorial del diario uruguayo El Observador.
La CIU teme que el aumento del arancel externo común en tres puntos porcentuales fortalezca la dependencia comercial uruguaya de Brasil.
Treinta y siete por ciento de las exportaciones de Uruguay y casi 30 por ciento de las argentinas tienen como destino a Brasil, cuyo mercado consumidor está conformado por casi las tres cuartas partes de los 200 millones de habitentes del Mercosur.
Una fuente cercana al presidente uruguayo Julio María Sanguinetti aseguró a IPS que los negociadores uruguayos serán "exigentes y severos" en la reunión de ministros de Economía.
Sin embargo, ya se acepta como un hecho la decisión de corregir los aranceles, tomada a comienzos de esta semana por Cardoso y el presidente argentino Carlos Menem en Brasil.
"La cuestión es minimizar el impacto y buscar la forma de mejorar la competitividad de la industria local", señaló la fuente. Agregó que se buscará dejar al margen del aumento el petróleo, la informática y los bienes de capital.
El gobierno uruguayo también exigirá a Argentina y Brasil que se comprometan a no insistir en la aplicación de medidas unilaterales que en los últimos tiempos han trabado la venta de productos a ambos países.
A juicio de Abreu, es preciso facilitar la importacion de insumos y de los bienes de capital que no se producen en la zona. Uruguay necesita importar bienes de capital con bajo o nulo arancel para modernizar su estructura productiva.
Paraguay, por su parte, también reclamará el fin inmediato de las restricciones impuestas a sus productos por los socios del bloquem, a los que atribuye propósitos proteccionistas.
El gobierno y los empresarios paraguayos señalan que Argentina y Uruguay mantienen controles fitosanitarios muy severos para los productos agrícolas de Paraguay, mientras que Brasil cierra sus aduanas al ingreso de algunos de esos bienes.
También en Chile, un país que participa de la zona de libre comercio del Mercosur, surgieron voces de alerta ante el incremento del arancel externo común.
El ministro de Economía de Chilem, Alvaro García, fue terminante: "Evidentemente, esto nos separa. Chile apunta a continuar bajando sus aranceles y si el Mercosur los aumenta, incrementaríamos la brecha que (ya) tenemos".
El canciller chileno José Miguel Inzulza advirtió que si el arancel común del Mercosur sube tres puntos y el de Chile baja tres puntos, "se agranda el obstáculo para el ingreso pleno" de su país al bloque, aunque no se perjudique el acuerdo de libre comercio que mantienen las dos partes. (FIN/IPS/rr/ff/if/97
