El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció un paquete de ayuda de 23.000 millones de dólares para Indonesia, el segundo en magnitud en la historia del la organización.
El director gerente del FMI, Michel Camdessus, pedirá a los directores ejecutivos de la agencia este miércoles que aprueben un crédito de contingencia de tres años de 10.000 millones de dólares vinculado con reformas macroeconómicas, financieras y comerciales que deberá implementar el gobierno en Jakarta.
A este dinero se sumarán otros 13.000 millones de dólares procedentes de otras fuentes también pertenecientes al sistema del Banco Mundial o del propio gobierno indonesio.
Para gozar del paquete, Indonesia tendrá que acceder a cerrar los bancos en quiebra, reducir los subsidios a los productos básicos y acabar con monopolios.
Aún se desconocen muchos detalles, pero las condiciones son similares a las del programa de austeridad acordado por Tailandia a comienzos de año y por México en 1995, tras la debacle del peso del país latinoamericano en diciembre de 1994.
Así como estos dos paquetes, el programa de emergencia tailandés enfatizará en "fuertes medidas monetarias y fiscales destinadas a permitir un ajuste ordenado de la economía y a restaurar la confianza de los mercados financieros", dijo Camdessus el viernes.
El programa también promoverá "una gran reestructura del sector financiero" y "medidas significativas de desregulación y reformas comerciales para mejorar la eficiencia económica", agregó el funcionario.
Al mismo tiempo, el plan del FMI impulsará la transparencia en el sector financiero y en el gobierno.
El organismo crediticio pretende supervisar muy de cerca el cumplimiento de estas medidas, con revisiones programadas cada tres meses.
El Banco Mundial aportará al paquete 4.500 millones de dólares y el Banco Asiático de Desarrollo (AsDB) agregará 3.500 millones, informó Camdessus. Otros 5.000 millones de dólares procederán de las propias reservas de Indonesia.
El Banco Mundial dijo también el viernes que 2.000 millones de dólares de sus aportes se destinarán a la restructura del sector financiero y reformas de largo plazo. El AsDB, por su parte, informó que unos 1.500 millones de su contribución tendrán la misma finalidad.
Estados Unidos, Australia, China, Hong Kong, Japón, Malasia y Singapur acordaron aportar una cantidad de dinero que no precisaron si el programa del FMI no logra estabilizar la economía indonesia.
Pero Camdessus cree que existe una "baja probabilidad" de que esta "línea de contingencia" sea necesaria.
La contribución estadounidense será de 3.000 millones de dólares en préstamos del Fondo de Estabilización de Divisas, la misma fuente a la que apeló Washington para asistir a la economía mexicana después del colapso del peso.
El gobierno de Bill Clinton se rehusó en agosto a suministrar una parte sustancial del paquete de rescate de 17.200 millones de dólares para Tailandia, pero debió salir en respaldo de Indonesia tras la caída de 554 puntos de la Bolsa de Valores de Nueva York el lunes.
Los problemas que aquejaron a los mercados de valores mundiales desde fines de octubre son atribuidos por la mayoría de los expertos a los problemas económicos del sudeste asiático, que salieron a la luz luego de la caída de la moneda tailandesa, el baht, a comienzos de julio.
"La estabilidad financiera mundial es clave para la seguridad nacional y los intereses económicos de Estados Unidos", dijo el secretario del Tesoro en Washington, Robert Rubin, al anunciar la decisión de su gobierno de apoyar el paquete.
"La salud y prosperidad de la economía estadounidense depende en un grado importante de la estabilidad del sistema financiero mundial y de la salud económica de nuestros socios comerciales", sostuvo Rubin en una declaración.
Indonesia y el FMI comenzaron a negociar el acuerdo hace pocas semanas, luego de meses de ataques especulativos sobre la moneda del país asiático, la rupia.
"El caos de divisas se difundió por todo el este de Asia, y esta semana hemos sido testigos de una drástica caída de los mercados de valores de Estados Unidos, Europa, América Latina, el este de Asia y Australia", dijo el ministro de Finanzas de Indonesia, Mar'ie Muhammad.
"Esto es una señal de que la volatilidad en los mercados financieros y de capital se convirtió en un fenómeno mundial", agregó.
Desde el comienzo de la crisis de divisas en julio, analistas tanto de derecha como de izquierda coincidieron en que los paquetes de asistencia deben destinarse a restaurar la confianza de los inversores sin influir en la calidad de vida de los ciudadanos comunes.
Por ejemplo, recordaron que las medidas destinadas a enfriar la demanda interna, como la abolición o reducción de subsidios a los alimentos, fueron, a la larga, muy perjudiciales para las capas más pobres de la población de los países destinatarios de la ayuda.
Camdessus se manifestó optimista en cuanto a que el paquete "será de gran beneficio para el pueblo de Indonesia, en particular de los más pobres".
La oposición indonesia afirma que la economía nacional ha estado dominada por monopolios estatales y empresas que son propiedad del presidente Alí Suharto, sus familiares o sus allegados.
Aunque el mandatario de 76 años ha logrado un crecimiento económico sostenido durante la mayoría de los 32 años que lleva en el poder, su gobierno también ha sido acusado de violaciones de derechos humanos e intolerancia hacia los disidentes.
A menos que se maneje con destreza, la actual crisis podría encender una ola de descontento no solo entre quienes perciben a Suharto como un dictador en lo político, sino como un empresario que maneja a su capricho la marcha de la economía, según observadores internacionales en Washington.
Informes desde Jakarta indican que el gobierno deberá liquidar unos 20 bancos como consecuencia del paquete de asistencia. Algunas de las instituciones que sobrevivan tendrán que fusionarse y seguir reglas más estrictas en materia de capital y reservas, como también establecía el acuerdo con Tailandia. (FIN/IPS/tra- en/aa/fah/mj/if/97
