Las Fuerzas Armadas de Honduras ofrecieron hoy todo su respaldo "físico y moral" a su ex jefe Humberto Regalado, cuya vivienda fue allanada por la policía técnico-judicial en busca de uno de sus hijos, acusado de asesinato.
El allanamiento de la casa del general retirado Regalado y la detención por error de uno de sus hijos constituyen "una ofensa para la institución armada, que ve cómo en los últimos meses se da una especie de 'campaña' contra sus oficiales activos y pasivos", declaró el coronel Mario Villanueva, portavoz de las Fuerzas Armadas,
"No queremos pensar que ésto se trate de un caso de los que ya no se pueden considerar aislados y por eso ofrecemos todo nuestro respaldo moral y material para la protección de la vida y la familia" de Regalado, dijo Villanueva.
La residencia de Regalado, en la norteña ciudad de San Pedro Sula, amaneció este sábado custodiada por soldados del ejército encargados de proteger su seguridad. Regalado fue jefe de las Fuerzas Armadas a fines de los años ochenta.
La Dirección de Investigación Criminal (DIC), un cuerpo de policía técnico-judicial, allanó el jueves la vivienda del general retirado en busca del hijo de éste, Kevin Regalado, acusado de matar a un taxista en diciembre de 1996.
Por error, los agentes de la DIC detuvieron al otro hijo del general, Jacobo Regalado. El procedimiento, autorizado por el Poder Judicial, se realizó con violencia y, si bien Jacobo recuperó su libertad, las Fuerzas Armadas y la familia Regalado entiendieron que fue "humillado" por la DIC.
Los policías actuantes arguyeron que hicieron uso de la fuerza debido a que Jacobo intentó huir.
La DIC decomisó un arsenal en la residencia de Regalado. Los militares replicaron que se trató de "un abuso", pues las armas requisadas habrían sido donadas al general para su seguridad o eran parte de una "colección personal" del mismo.
Regalado reprochó este sábado a las Fuerzas Armadas no defenderlo "como se debe". Después de 30 años de servicio activo en las armas "parece que me dejan solo frente a los atropellos", dijo el general.
También acusó al narcotraficante hondureño Ramón Matta, encarcelado en Estados Unidos, de intentar vengarse de él y de su familia por haberlo entregado a la justicia estadounidense en 1987.
Así mismo, aseguró que la acusación de asesinato lanzada contra su hijo Kevin carece de fundamente. Al respecto, conjeturó que Matta financia una "campaña" en su contra.
El narcotraficante preso "tiene a un periodista encargado de repartir dinero a sus colegas para empezar a denigrarme. Así me lo han hecho saber mis informes de inteligencia", declaró Regalado.
El general acusó al gobierno de Carlos Reina y a la Fiscalía del Estado de perseguirlo "políticamente" desde hace dos años. En cuanto a las 200 armas halladas en su residencia, "son legales y muchas de ellas me las dieron en reconocimiento al servicio dado a la patria", agregó.
Regalado es investigado por presunto enriquecimiento ilícito, y algunas versiones lo vinculan desde 1987 con el narcotráfico.
En esa época, el diario estadounidense The Washington Post, señaló que la entrega de Matta a Estados Unidos fue producto de un "canje", en el cual se "sacrificó" la captura de Regalado, de quien DEA (Agencia Antinárcoticos de Estados Unidos) tendría pruebas de su complicidad con el narcotráfico.
Pero las Fuerzas Armadas desestimaron las sospechas que recaen sobre Regalado y advirtieron que no permitirán el "ensañamiento" contra ningún militar. (FIN/IPS/tm/ff/ip/97