La fiscalía de Honduras se declaró incapaz de luchar contra el narcotráfico hasta que se apruebe una ley contra el lavado de dinero y se revise la inmunidad parlamentaria, que impiden dar con los "peces gordos".
La proliferación de negocios vinculados a la industria de la construcción, la banca, el comercio, el turismo e incluso los concursos de belleza, ha hecho crecer las sospechas de que se esté utilizando dinero proveniente del tráfico de drogas.
El fiscal Edmundo Orellana dijo que si bien esa dependencia ha realizado operaciones exitosas, "los esfuerzos se quedan cortos al momento de querer dar con los peces gordos, dado los obstáculos impuestos por la ley y la situación de la inmunidad".
"Sabemos de operaciones que se hacen" con fondos procedentes del narcotráfico, añadió el fiscal.
Ante esta realidad, la fiscalía y la comisión legislativa de lucha contra el narcotráfico presentaron hace dos años un proyecto de ley contra el lavado de dinero que incluye la suspensión del secreto bancario, pero permanece engavetado en el parlamento.
Juan Rafael Soto, fiscal especial contra el narcotráfico, dijo a IPS que el silencio parlamentario obedece en parte a que "en automóviles de muchos legisladores se trafica con droga".
"Y no podemos hacer nada porque ellos gozan de inmunidad", subrayó Soto, quien añadió que el narcotráfico "ha permeado casi todos los estratos sociales" y en muchos casos están implicados diputados y otras personas que gozan de inmunidad.
Soto afirmó que se encuentran de brazos cruzados porque no se aprueban las leyes pertinentes. "Tenemos buena información acerca de los grandes comerciantes ilegales de droga, pero no podemos hacer nada si el Congreso nos ata las manos".
El narcotráfico surgió en Honduras a mediados de los años 70, cuando imperaba una dictadura militar, y altos jefes del Ejército han sido acusados de participar en el tráfico de drogas por parte de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA).
"Tenemos más vehículos Mercedes Benz y BMW que cualquier otro país centroamericano", comentó Jesús Martínez, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que lo considera una muestra de la narcoactividad en el país.
En este año se ha logrado incautar más de 2.000 kilogramos de cocaína y 173 piedras de crack, así como la destrucción de unos 680 kilogramos de marihuana, cuyo cultivo se está convirtiendo en sustituto de los tradicionales granos básicos.
Además del tradicional tránsito de droga, se afirma que también ha crecido el consumo y la producción. Así mismo, la comisión legislativa contra el narcotráfico sospecha de la existencia de laboratorios para procesar coca.
Los países de América Central aprobaron en agosto un convenio contra el blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico y la suspensión del secreto bancario. No obstante, el acuerdo requiere la ratificación de los parlamentos de los países firmantes, situación difícil de concretar en el caso de Honduras. (FIN/IPS/tm/dam-ag/ip/97
