La campaña para las elecciones presidenciales de este domingo en Honduras insertó la situación de las mujeres en la agenda de los políticos, que evidenciaron escaso conocimiento en asuntos de género.
El candidato del gobernante Partido Liberal, Carlos Flores, y su principal adversaria, Nora Melgar, del Partido Nacional, destacaron las virtudes de la mujer y se comprometieron a gobernar con ellas.
El discurso de los dirigentes políticos, de corte convencional, situó a las mujeres en un plano familiar. Si bien señalaron que éstas pueden trabajar y ganar espacios en la sociedad, también afirmaron que logran su realización en su papel tradicional en la familia.
No obstante, la presencia por primera vez en los 176 años de vida independiente de Honduras de una mujer entre los aspirantes a la presidencia, obligó a los partidos políticos a matizar su prédica, que en otras campañas electorales sólo se dirigió a las mujeres para conseguir su voto.
Sin proponérselo, Melgar cambió en cierta medida la tónica del discurso electoral. La candidata del Partido Nacional, superada por Flores en las encuestas, no es experta en cuestiones de género, pero sus allegados sostienen que ha adquirido un mejor dominio del caso que sus contrincantes.
La candidata opositora "ha mejorado mucho en estas cosas, lee documentos sobre la situación de género, va a los eventos que la invitan y se da el lujo de corregir a sus dirigentes de campaña cuando tergiversan conceptos vinculados a la mujer", dijo a IPS Marlen Zelaya, una de las más cercanas amigas de Melgar.
Por ejemplo, propone una ley de equidad de género, para ofrecer iguales oportunidades a hombres y mujeres.
Melgar declaró a IPS que el género "no es una cuestión de sexos, sino de oportunidades y de igualdades. Garantizar un acceso justo y equitativo para hombres y mujeres es mi primer desafío si alcanzo el poder".
Flores se vio obligado a apoyar a última hora el proyecto de igualdad de oportunidades, aunque su definición de género no es aún clara.
El aspirante oficialista no pudo explicar en una presentación pública el concepto de igualdad de género, limitándose a decir que él ama "a las mujeres de mi país" del mismo modo que a su familia y a su madre.
"Pero no debemos creer que, porque el tema de la mujer está de moda, todas sirven para gobernar o ser parte de un gobierno. Para eso hay que tener capacidad y hacer méritos propios", puntualizó.
Mientras, las organizaciones de mujeres utilizaron el momento favorable de la campaña electoral para arrancar al Congreso legislativo, después de una lucha de varios años, la aprobación de una ley contra la violencia doméstica.
El movimiento de mujeres aprovechó, para impulsar la ley, la circunstancia de que Flores presidía el parlamento.
El analista Efraín Díaz destacó que, si bien la cuestión de género fue utilizada como forma de ganar votos, el precedente establecido en la campaña electoral impedirá a quien logre la presidencia eliminarla de la agenda social.
"Poco a poco, las mujeres han ganado espacios, y se percibe que no están dispuestas a cederlo", ni a aceptar su uso con fines políticos, observó Díaz.
"El repudio no se hizo esperar" cuando el equipo de propaganda de Flores emitió cortos publicitarios para insinuar que las mujeres apoyan al aspirante oficialista por su papel en la promulgación de la ley contra la violencia doméstica, agregó.
La cuarta parte de los hogares de Honduras tienen de jefe a alguna mujer, pero las mujeres nunca han sido tomadas en cuenta en Honduras por el poder político.
Una mujer, Guadalupe Jerezano, ocupa actualmente la vicepresidencia, aunque el presidente Carlos Reina no le cede el lugar cuando sale temporalmente del país. (FIN/IPS/tm/ff/ip pr/97