HONDURAS: Carlos Flores, el candidato de la "incertidumbre"

A sus 47 años, Carlos Flores, candidato presidencial por el gobernante Partido Liberal (PL,) encabeza las encuestas para las elecciones de este domingo en Honduras, con un perfil de "un gran estadista" para unos, y el de un hombre autoritario e intransigente, para otros.

Egresado de la Universidad de Lousiana, Estados Unidos, Flores es un ingeniero industrial con un posgrado en Economía Internacional y Finanzas, que por segunda vez se lanza en busca de la presidencia tras ser derrotado en 1989 por Rafael Callejas, del opositor Partido Nacional.

Dueño de un importante medio de comunicación escrito y una imprenta, vivió un "autoexilio" tras su derrota electoral, lo que, según afirma, le servió para "madurar y reflexionar".

Flores cuenta en su haber con un título honoris causa entregado por la universidad donde cursó ingeniería, que lo consideró uno de los jóvenes líderes "más visionarios" de Honduras, algo que supo explotar en su campaña proselitista.

El candidato oficialista, que preside actualmente el Congreso Nacional, se caracterizó por tomar distancia de la presidencia de su correligionario, Carlos Reina, a quien prácticamente le tocó "gobernar solo", apoyado por los militares pero no por la dirigencia de su partido, que también lidera Flores.

Asesorados por expertos extranjeros y hondureños, los estrategas de Flores se plantearon mostrar al electorado que todo lo malo hecho por la actual administración es responsabilidad exclusiva del Poder Ejecutivo, aunque alguna de las medidas cuestionadas tenga aprobación parlamentaria.

El presidencialble del PL basó su campaña electoral en la promoción de las iniciativas que presentó en el parlamento para paliar las consecuencias de los ajustes económicos y otras destinadas a castigar la violencia contra la mujer,

También se encargó de divulgar ampliamente el estatuto para los docentes propuesto por él, así como la ley que impuso la cadena perpetua, una norma que ha desatado una fuerte polémica.

Flores convocó a destacados juristas para asesorarse en esa oportunidad, quienes le aconsejaron que no era conveniente hacerlo porque el país carecía de bases jurídicas y podrían cometerse errores. Sin embargo impuso la ley contra la voluntad de muchos.

Esa "aparente" intransigencia del candidato presidencial es lo que ha generado ciertos temores sobre su conducta futura como gobernante, pues si bien nadie cuestiona su honradez, tiene tras de sí un grupo de asesores ligados al gobierno del liberal Roberto Suazo Córdova (1982-1985).

Suazo Córdova es acusado de haber violado los derechos humanos, pero si bien Flores se desempeñó como ministro de la Presidencia en ese entonces, renunció en su momento por no compartir "ciertos criterios".

No obstante, la plana mayor de aquel gobierno es la que rodea a Flores.

Muchos de sus asesores, entre ellos algunos reconocidos intelectuales, sostienen que el acceso al líder es "difícil", porque ese entorno "lo asfixia y aísla".

Para Tomás Lozano, jefe de la campaña de Flores, el "ingeniero", como se le llama, "es un hombre tímido y humilde; no es autoritario, pero sí tiene carácter y cuando dice que va a hacer algo, lo cumple".

"Eso no puede interpretarse como prepotencia, al contrario, son cualidades de un líder, un estadista", sostiene Lozano en un afán por minimizar lo que denomina "campaña negativa" contra el candidato liberal.

Flores encabeza las últimas encuestas con una ventaja de entre 15 y 20 por ciento sobre su principal contrincante, la candidata del opositor Partido Nacional Nora Melgar, la primer mujer en postularse a la presidencia en la historia de este país.

En su propuesta de gobierno, Flores impulsa una "nueva agenda" centrada en la infraestructura, el turismo, el aprovechamiento de los recursos naturales, maquilas, energía y telecomunicaciones, entre otros temas, que perfilan la continuidad del modelo económmico neoliberal.

Este plan busca unificar el país dividido, a su juicio, "entre la Honduras de los pobres y la de los ricos". "Vamos a vencer porque soy un hombre exigente y quiero lo mejor para mi país", aseguró Flores.

También sostiene que no aceptará imposiciones de los organismos financieros internacionales y reconoce que la inversión que hará en materia educativa saldrá de las negociaciones y condonaciones de la deuda externa.

Flores es para gran parte de la prensa el "mejor estadista", pero para otros "un peligro a la libertad de expresión" ya que se han presentado cinco denuncias ante organizaciones humanitarias por amenazas procedentes del círculo del candidato oficialista.

En una reunión con diplomáticos en la que participó IPS, un analista indicó que Flores es para Honduras una especie de "nebulosa". "No sabemos si tendremos a un gran estadista que nos conducirá con éxito al nuevo milenio o estamos a punto de descubrir un nuevo dictador, autoritario y rural".

El candidato liberal recoge las mayores simpatías entre los círculos intelectuales, quienes sostienen que los dos candidatos principales son malos, pero "el menos peor" es el oficialista.

Las elecciones generales del domingo son las últimas de este siglo y se espera que acudan a las urnas alrededor de 2,8 millones de electores. (FIN/IPS/tm/dam/ip/97)

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