ESTADOS UNIDOS-PAKISTAN: Visita de Albright refleja diferencias

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, llegará hoy por la noche a la capital de Pakistán para reafirmar el compromiso de Washington con un viejo amigo, pero analistas creen que la visita no tendrá grandes resultados.

"Para Washington, el viaje de un día de la secretaria de Estado a Islamabad es de utilidad limitada", dijo un comentarista político en esta capital.

El interés de Estados Unidos en el sur de Asia se trasladó desde el fin de la guerra fría desde Pakistán a su rival, India. Las compulsiones económicas forzaron la nueva línea, destacan los analistas.

La visita de 10 días a Asia, que incluye Nueva Delhi y Dhaka, tiene un atraso de 14 horas, ya que Albright se detuvo en el Golfo, para reunirse con autoridades en Arabia Saudita, Kuwait y Bahrain, en busca de respaldo para Estados Unidos en la confrontación con Iraq.

La secretaria de Estado visita el sur de Asia en preparación del viaje del presidente Bill Clinton, cuya meta es reforzar las relaciones bilaterales.

El portavoz del Departamento de Estado James Rubin dijo la semana pasada que en Pakistán Albright estimulará el compromiso del gobierno con el desarrollo de la democracia, los derechos humanos y la tolerancia religiosa, y trabajará con Islamabad para poner fin al conflicto en Afganistán.

En India, continuará el diálogo sobre temas estratégicos y ambientales, y en Bangladesh promoverá la consolidación de la democracia, el progreso en el desarrollo, el fortalecimiento de la mujer y temas del trabajo infantil.

Las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán no han sido fáciles, y hay desacuerdos sobre la posición de Washington sobre un acuerdo militar cancelado que involucra aviones de guerra y el estado indio de Cachemira y Jammú, reclamado por Pakistán.

Entre 1990 y 19932, el gobierno pagó 476 millones de dólares por acuerdos para la compra de 26 aviones F-16 que no fueron entregados debido a una prohibición a la venta de armas a Pakistán por su supuesto programa nuclear clandestino.

Gobiernos sucesivos en Islamabad intentaron recuperar el dinero, y han presionado a Washington para obtener el respaldo de Estados Unidos en Cachemira.

Pero Washington continúa insistiendo que ambos países deberán resolver la disputa bilateralmente, una posición que complace a Nueva Delhi.

Para disgusto de Islamabad, Washington entregó el crédito para la reanudación de las conversaciones entre los rivales del sur de Asia al primer ministro de India, Kumar Gujral.

Analistas destacan que los lazos de Islamabad con India no pueden ser dictados por Washington, y tampoco mediante un acuerdo con India diseñado por la Casa Blanca. (FIN/IPS/tra-en/nz/an/lp/ip/97

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