Organizaciones civiles y de los derechos humanos de Ecuador iniciaron hoy marchas de protesta contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet, que vendrá a este país andino el jueves en el marco de la XXII Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA).
Rechazar la visita del ex dictador "es un acto de sensibilidad y ética", consideró Alexis Ponce, vocero de la Asamblea Permanente para los Derechos Humanos, agrupación que organizó una campaña de repudio a Pinochet que concluirá el viernes "con una marcha nacional".
Caminatas hacia la embajada de Chile en Quito, pancartas, grafittis y consignas en forma de cantos "serán el justo recibimiento al hombre que representa la intolerancia y la impunidad en América Latina", consideró Ponce.
La CEA se inició este lunes en el balneario de Salinas con la presencia de 16 comandantes generales de todo el continente que abordarán hasta el viernes el tema de "la participación de los ejércitos americanos en el desarrollo y en acciones de cooperación a la seguridad y la paz internacional en el marco de una sociedad democrática".
Pinochet participará en las deliberaciones finales de la Conferencia.
En un principio la Conferencia se realizaría en la ciudad austral de Cuenca, la tercera del país, pero la presión de diversos grupos sociales que se opusieron a la presencia de Pinochet, hizo que los organizadores decidieran trasladarla al balneario de Salinas, 560 kilómetros al suroccidente de Quito.
"El rostro de Pinochet es el símbolo del imperio de la arbitrariedad, la injusticia, la ilegalidad y el encubrimiento", dijo por su parte Elsie Monge, presidenta de la Comisión Ecuménica para los Derechos Humanos.
Según Monge, la presencia del ex dictador "ocasiona un profundo malestar en el pueblo ecuatoriano, que no olvida las desapariciones, torturas, ejecuciones sumarias y experiencias límite a que fueron sometidas miles de familias chilenas", durante los 17 años de la dictadura (1973-1990).
Mujeres, hombres, jóvenes universitarios y organizaciones de periodistas, de indígenas y sindicales participarán en las marchas contra Pinochet, dijo Ponce.
"Pinochet es una herida abierta para los ecuatorianos y para miles de chilenos que tuvieron que refugiarse en nuestro país, dejando a su familia y a su vida entera", señaló Monge.
Recordó que durante el golpe de Estado de 1973 contra Salvador Allende, "cuatro ecuatorianos fueron fusilados por el ejército del dictador". (FIN/IPS/mg/dg/ip-hd/97)