El 15 congreso de Consumers International (CI), realizado en Chile, reflejó en sus debates el papel de la mujer como protagonista clave del movimiento mundial de consumidores y analizó estrategias hacia la equidad de géneros.
El encuentro reunió desde el lunes hasta este viernes a más de 550 delegados de unos 200 grupos de defensa de consumidores de un centenar de países y de organismos internacionales vinculados a CI, organización no gubernamental con sede en Londres.
Pamela Chan, de Hong-Kong, fue elegida presidenta de CI como sucesora de Erna Witoelar, de Indonesia, en el proceso de renovación de los organismos directivos, que muestran una presencia mayoritaria de mujeres.
Pero más allá de las llamadas políticas de discriminación positiva para ampliar los espacios de participación femenina y propender a la equidad de géneros, las mujeres son protagonistas clave por esencia del proceso de consumo en todo el mundo.
A la mujer se la analiza tradicionalmente en su función de permanecer en el hogar, cocinar y encargarse del cuidado de los ñinos, lo cual de por sí la convierte en agente esencial del consumo.
Pero en esta visión no se valorizan suficientemente otras funciones que cumplen las mujeres, dijo a IPS la chilena Mirta Crovetto, encargada del Programa Alimentario de la oficina regional de CI para América Latina y el Caribe.
"No es sólo ama de casa y madre, también, y sobre todo en los medios rurales de pobreza, la mujer es productora, cosechadora y comercializadora. Alrededor de 70 por ciento de la producción de alimentos básicos depende allí de las mujeres", señaló Crovetto.
El protagonismo femenino en materia de consumo incluye la administración del presupuesto hogareño que se invierte en alimentos y, en ese mismo sentido, el dotar al grupo familiar de una dieta equilibrada y que cumpla condiciones de higiene.
"La educación y capacitación de la mujer es esencial en este aspecto, ya que aquellas que disponen de acceso a la educación están en condiciones de atender mejor las necesidades alimenticias de sus hijos", apuntó la experta de CI.
No se trata entonces de mantener la tradicional división de roles entre el marido proveedor y la esposa relegada al hogar, sino de avanzar hacia una equidad de género en que ambos asuman similares funciones y a la vez se potencie a la mujer.
"En Eslovenia estamos transitando a una economía de mercado, lo cual no es bueno para mi país, porque está empujando a las mujeres a volver a la casa y a cuidar a los niños", dijo Breda Kutin en el congreso de CI.
La delegada de Eslovenia fue una de las participantes en un taller sobre "Las Mujeres como Activistas del Movimiento de Consumidores", que se realizó en el curso de la reunión mundial en Santiago.
Kutin y otras participantes en el debate dirigieron su atención a los impactos que el llamado proceso de globalización tiene en las economías de los países y en como ello afecta la participación de las mujeres en el desarrollo.
"La globalización es un eufemismo para designar la integración o submisión de los países a las grandes economías capitalistas mundiales", sostuvo Sister Mary John Mananzan, del movimiento de consumidores de Filipinas.
La activista señaló que en su país "se reduce la tierra de cultivos para crear campos de golf", mientras las mujeres trabajadoras están expuestas a peligros por la manipulación de productos peligrosos.
Salimata Coulibaly, de Mali, advirtió que la industria farmaceútica y de perfumería aumenta la atención sobre las mujeres como su principal objetivo, lo cual hace urgente contar con "políticas que protejan a las consumidoras contra la publicidad engañosa".
Tatiana Cisneros, de Ecuador, planteó que el movimiento de consumidores debe incorporar formalmente en sus políticas y definiciones el concepto de género, tal como ya lo han hecho diversas agencias de la Organización de Naciones Unidas.
Kutin se manifestó contraria a analizar separadamente a las mujeres de los hombres, porque ello "es reconocer que las mujeres están marginadas", lo cual a su juicio no ocurría en Eslovenia antes de la llegada de la economía de mercado.
La peruana Ana Vásquez, en cambio, planteó que será muy difícil que el movimiento mundial de consumidores se fortalezca si no reconoce las desigualdades existentes entre hombres y mujeres, y construye estrategias para la equidad de género. (FIN/IPS/ggr/ag/dv/97
