El enjuicimiento a los desequilibrios y a la falta de transparencia del mercado marcó hoy en Santiago de Chile la tónica de la jornada inaugural del 15 congreso mundial de la organización Consumers International (CI).
El encuentro reunirá en esta capital hasta el viernes a más de 550 delegados de grupos de defensa de los consumidores de América, Africa, Asia y Oceanía, que analizarán el futuro del movimiento en el siglo XXI y sus vículos con la sociedad civil.
La presidenta de CI, Erna Witoelar, de Indonesia, y el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, José Miguel Insulza, subrayaron que los derechos de los consumidores constituyen una dimensión fundamental de los derechos humanos.
Es en esta perspectiva que el congreso de CI adoptó el lema "Fortaleciendo a los consumidores para el siglo XXI. Los consumidores en la sociedad civil", vinculado al objetivo del ejercicio de la ciudadanía en estos ámbitos.
En el actual escenario mundial de globalización de las comunicaciones, transnacionalización de los mercados y creciente poder de los corporaciones se hace necesario contar con un movimiento fuerte de consumidores, se señaló.
Witoelar advirtió que erróneamente se vincula el concepto de consumir al de elegir, en circunstncias en que en el mundo crece la pobreza y cada día son más las personas que no tienen ninguna posibilidad de usar su supuesta capacidad de elección.
Insulza recordó la expresión del ex presidente chileno Patricio Aylwin (1990-94), quien señaló que "el mercado es cruel con los pobres" en tanto no asigna equitativamente los recursos y contradice valores como la solidaridad.
"En el mundo en vías de desarrollo existe una situación caracterizada por la desprotección de los ciudadanos en su papel de consumidores, en medio de un mercado desequilibrado y poco transparente", dijo el canciller chileno.
Para que el sistema "sea lo más transparente y justo posible dentro de sus límites" se requiere de una capacidad de la sociedad civil, y por ende de los consumidores, de poner "límites éticos al juego del mercado", añadió Insulza.
El "desmesurado crecimiento y poder de algunas corporaciones" tiende a agudizar conductas empresariales que vulneran principios básicos de lealtad en los procesos de producción, distribución y consumo, subrayó el ministro.
En lugar de promover valores positivos como la solidaridad y la auténtica generosidad, el mercado "mas bien incentiva conductas valóricas cercanas al egoísmo y la rivalidad como principios de convivencia social", según Insulza.
El ministro puntualizó, no obstante, que "esas limitaciones no invalidan al mercado como mecanismo necesario e insustituible para el crecimiento económico y financiero de los países".
De lo que se trata, explicó, es de crear los necesarios resguardos, a través de normas, de la actuación de los poderes públicos y de la organización de la sociedad civil, para equilibrar las desventajas ante el mercado de los consumidores más vulnerables.
Insulza calificó de sustanciales para el desarrollo de Chile a la apertura comercial y el ingreso a acuerdos bilaterales y multilaterales, como el Mercado Común del Sur, la Unión Europea, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Pero este proceso, subrayó, "debe ineludiblemente ir acompañado con una política clara y rigurosa de protección a los derechos de los consumidores en cada país y con acuerdo multilaterales al respecto".
Witoelar indicó que los temas de este congreso reflejan "el rápido cambio que se está produciendo en muchos países con la liberalización política y económica y bajo la influencia de la expansión global de los negocios y las comunicaciones".
Tras destacar los avances del movimiento de consumidores en América Latina en la última década, la presidenta de CI señaló que los grandes problemas del consumo hoy en día se vinculan a la pobreza, el acceso a los bienes básicos y al carácter del desarrollo económico y social.
En momentos en que los gobiernos ven reducir gradualmente su poder de control económico en el marco de la globalización aumenta la importancia del "tercer sector", las organizaciones no gubernamentales y otras expresiones de la sociedad civil.
El fortalecimiento de las organizaciones de consumidores permitirá un control ciudadano sobre los gobiernos y las empresas y contribuirá igualmente a una mejor protección del ambiente, señaló también Witoelar. (FIN/IPS/ggr/dg/dv-if/97
