El incendio en un penal en plena madrugada y un sangriento motín en otra cárcel hicieron del martes 25 un día negro para los derechos humanos en Venezuela, con un saldo provisional de 20 muertos y 54 heridos, varios graves.
El incendio, accidental según las primeras evaluaciones, provocó la muerte de 16 reclusos y heridas en otros 32 en la cárcel de Sabaneta, en la occidental ciudad de Maracaibo, la segunda ciudad del país, a 700 kilómetros de Caracas.
Unos 200 kilómetros al sur, en la también occidental ciudad de Guanare, el amotinamiento y refriega entre dos secciones rivales del Centro Penitenciario de los Llanos logró solventarse sólo avanzada la tarde, con un saldo de cuatro muertos y 21 heridos.
En la cárcel de Sabaneta hay 2.400 reclusos y en la de los Llanos 942, informó el Ministerio de Justicia. Para vigilarlos hay 14 funcionarios en el primer caso y 10 en el segundo, con el criticado respaldo de la militar Guardia Nacional.
El vigilante Héctor Moreno explicó por teléfono desde el penal de Guanare que parte del recinto fue tomado por reclusos este martes, lo que provocó la muerte de tres personas después que el lunes en una reyerta entre bandas rivales pereció otro preso.
Narró que durante el amotinamiento hubo intercambio de disparos entre los presos, pero aseguró que utilizaron "chopos" (armas de elaboración carcelaria) y no "armas de grueso calibre", como horas antes dijo el ministro de Justicia, Hilarión Cardozo, en Caracas.
Las autoridades lograron retomar el control del penal con la acción combinada de efectivos de diferentes organismos de seguridad nacionales y regionales y en la reyerta quedaron destruidas algunas instalaciones internas de la cárcel.
"Pelearon por cosas suyas", comentó el testigo a IPS, mientras que el director de la cárcel, el coronel Nieves Hernández, dijo que durante la tarde de este martes se sostuvo un encuentro con los internos para pactar mejoras en los penales.
La agilización del traslado a los tribunales fue una de las mayores demandas de los presos de Guanare, como los del resto del país, ya que cerca de 75 por ciento de los reclusos no tienen sentencia condenatoria en Venezuela, debido a una justicia muy lenta y este mes paralizada por una huelga de empleados.
En la reunión con los internos de Guanare participaron fiscales del Ministerio Público (defensoría pública) y la directora de Prisiones, Ibeysse Alvarez, quien llegó a esa ciudad procedente de Maracaibo.
En Venezuela hay unos 25.000 reclusos distribuidos en 34 cárceles y las matanzas colectivas resultan parte de una situación persistente de violación de los derechos humanos.
Antes de este "martes negro" se produjo este año la matanza de una cuarentena de presos en el selvático penal de El Dorado, al sureste del país, que fueron ejecutados en agosto por un grupo rival.
En 1996, cuando se registraron 181 muertes en las cárceles, un grupo de 29 internos quedó calcinado en un penal de Caracas, después que fueron encerrados en una pequeña celda y se les lanzó una serie de bombas lacrimógenas que hicieron combustión. (FIN/IPS/eg/dg/hd/97