/DERECHOS HUMANOS/SUDAFRICA: Disparen sobre Winnie Mandela

Las audiencias de la Comisión de Verdad y Reconciliación (TRC) que han concitado más atención pública en Sudáfrica no tienen entre los acusados a personeros del apartheid sino a una dirigente negra, ex esposa del hoy presidente Nelson Mandela.

Más de 40 personas se han dispuesto a brindar su testimonio por graves abusos de derechos humanos y asesinatos contra Winnie Madikizela-Mandela ante la TRC.

Nunca antes la TRC había concentrado tanta atención desde su creación hace dos años como un órgano investigador de las atrocidades del apartheid, régimen de segregación racial institucionalizada que sojuzgó a la mayoría negra hasta 1994.

Pero la audiencia de esta semana no tuvo como acusado a un opresor perteneciente a la minoría blanca, sino a la popular Madikizela-Mandela, de 63 años.

Ella asegura que los testimonios en su contra constituyen una conjura fraguada por funcionarios del apartheid y del propio Congreso Nacional Africano (ANC), partido de gobierno del que ella aspira a convertirse en vicepresidenta.

La dirigente y su grupo de guardaespaldas, conocidos como el Club de Fútbol Mandela United (MUFC), enfrentan 18 acusaciones de ataques, secuestro y otras violaciones de los derechos humanos, entre ellos ocho asesinatos. Ya hubo proceso judicial por varios de esos delitos.

"Las figuras públicas como Winnie concitan más atención que los oscuros asesinos del apartheid. Winnie es una política de renombre. Si la TRC no le presta atención a las acusaciones en su contra, el organismo será acusado a su vez de encubrimiento", pronosticó el cientista político Tom Lodge.

Katiza Cebekhulu es el principal testigo. Se trata de un ex integrante del MUFC que contó cómo vio en 1989 a Madikizela- Mandela asesinar en persona al activista Stompie Seipei, de 14 años, a quien acusó de ser espía de la policía del apartheid.

Cebekhulu había adelantado esas acusaciones en declaraciones al periodista británico Fred Bridgland, quien publicó en octubre el libro "El viaje de Katiza: más allá de la superficie de la verguenza de Sudáfrica".

El testimonio de Cebekhulu chocó con el del ex "entrenador" del MUFC, Jerry Richardson, quien, desde la cárcel y a través de su abogado, reiteró su confesión sobre el asesinato de Seipei y el de otros dos jóvenes, Lolo Sono y Siboniso Shabalala.

John Morgan, ex chofer de Madikizela-Mandela, dijo a la comisión que su jefa fue la primera que golpeó a Seipei en su casa el 29 de diciembre de 1988.

"Mentí sobre estas cosas ante la corte para salvar a Winnie, que era mi jefa. Lo decidí yo solo. Nadie me obligó. Quería decir la verdad ahora porque es inútil seguir mintiendo", dijo Morgan.

La justicia, en su momento, halló a Madikizela-Mandela culpable de secuestrar a Seipei y la condenó a seis años de cárcel, pero la pena se conmutó por una multa de 3.000 dólares.

Otra testigo, Xoliswa Falati, quien pasó unta temporada tras las rejas por el secuestro, dijo a la TRC que Madikizela-Mandela fue la que provocó la muerte de Seipei.

"Mis manos están limpias de sangre de niños africanos inocentes. Fui a prisión por causa de ella, que fue muy ingrata", dijo Falati.

"Estaba protegiendo a mi líder. Esa era nuestra cultura, proteger a nuestros líderes", agregó, en cuanto a sus falsos testimonios durante el juicio formal.

Falati afirmó que en un depósito de basura cerca de Johanesburgo están los cuerpos de otros cuatro jóvenes asesinados por Madikizela-Mandela y el MUFC.

Madikizela-Mandela cree que existe un intento de demonizarla tras su nominación por parte de la Liga Femenina del ANC a la vicepresidencia del partido, que elegirá nuevas autoridades en diciembre.

La extravertida ex esposa del presidente Mandela acusó tanto a la dirigencia del ANC como a la TRC de fraguar las acusaciones en su contra.

"Nadie puede estar seguro cuando se ve al (obispo y presidente de la TRC) Desmond Tutu y a (el ex funcionario del apartheid) Pik Botha abrazados", dijo Madikizela-Mandela.

Tutu "aplaude y agradece a los perpetradores por actos de brutalidad y atrocidades", agregó. Pero "cuando se trata de Winnie, hay enfrentamiento", sostuvo.

Las autoridades del ANC, que percibe en ella una amenaza por su influencia entre los ciudadanos ordinarios, calificó a la dirigente de charlatana, mentirosa y "populista de salón".

La dirección del ANC no ha podido desembarazarse de Madikizela- Mandela, aunque lo intentó varias veces. En 1992, fue obligada a renunciar a sus cargos en la Liga Femenina, acusada de mal manejo de los fondos partidarios. Pero volvió como presidenta de la Liga en 1993.

El presidente Mandela la cesó del viceministerio de Artes en 1995, pero se vio obligado a reincorporarla al gabinete.

Existe temor de que las evidencias presentadas ante la TRC no sean suficientes para que se conozca la verdad.

El MUFC estaba infiltrado por agentes del apartheid que procuraban desacreditar a Nelson Mandela y a su movimiento, según el testimonio el ministro de Seguridad, Sydney Mufamadi.

Madikizela-Mandela sufrió el persistente hostigamiento de los agentes de seguridad, pues era el símbolo de la resistencia a la tiranía racista mientras Nelson Mandela estaba preso, agregó Mufamadi.

El ex policía Paul Erasmus confesó el año pasado que él mismo coordinó una campaña de rumores contra Madikizela-Mandela, que incluyó la entrega de información falsa a medios de comunicación nacionales e internacionales. (FIN/IPS/tra-en/gm/kb/mj/ip hd/97

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