Cientos de "gays" y lesbianas de todas las regiones de Ecuador salieron a las calles el miércoles 26 para celebrar la resolución del Tribunal Constitucional que despenaliza las prácticas homosexuales.
El Tribunal Constitucional adoptó la resolución por voto unánime de sus nueve miembros y luego de varios meses de movilizaciones de los homosexuales.
Se trata de una victoria "histórica" de "la sociedad y de la justicia", dijo Alexis Ponce, portavoz de la Asamblea Permanente para los Derechos Humanos (Apdh).
En los festejos, que se realizaron a nivel nacional, los homosexuales agradecieron a la ciudadanía por su apoyo, que se expresó en miles de firmas entregadas al Tribunal en respaldo de la petición.
El Tribunal Constitucional dejó sin efecto el inciso primero del artículo 516 del Código Penal, que tipificaba la homosexualidad como delito.
En ese artículo, "la homosexualidad tenía la misma categoría que la pedofilia y el incesto, que son conceptos muy diferentes e intentan proteger a la niñez", señaló el portavoz de la Apdh, la organización que presentó al TC la propuesta para despenalizar la homosexualidad.
Los incisos correspondientes a la pedofilia y el incesto se mantienen sin alteraciones, puntualizó el Tribunal.
Lo más importante de la resolución es "el reconocimiento de los derechos sexuales y de los derechos de ciudadanía de los gays, lesbianas" y transexuales, dijo Orlando Montoya, dirigente de Triángulo Andino, la mayor organización de homosexuales del país.
Triángulo Andino fue conformada en julio por varias agrupaciones, luego de una serie de denuncias de abuso policial contra los homosexuales en la sureña ciudad de Cuenca, la tercera de Ecuador.
"Un grupo de homosexuales fueron detenidos por la policía en un bar gay" y sometidos "a torturas, violaciones y otras brutalidades, que encendieron la conciencia de miles de homosexuales que todavía luchaban en silencio", comentó a IPS el abogado Byron Chalá, del grupo Tolerancia.
Para Chalá, la policía actuó en Cuenca favorecida por la cláusula que penalizaba la homosexualidad. "Algunos sectores de la sociedad que aplaudieron su impunidad", agregó.
Ahora "las cosas van a ser diferentes", pues "cualquier abuso contra los homosexuales será un abuso contra un ciudadano común", destacó Chalá.
Pero en su opinión, "aún falta lo más difícil, que es cambiar la mentalidad de la sociedad, un proceso que puede durar mucho tiempo". (FIN/IPS/mg/ff/hd/97