La situación de los consumidores ecuatorianos fue considerada como crítica por Tatiana Cisneros, directora de la Tribuna Ecuatoriana de Consumidores y Usuarios.
"Aparte del abuso cotidiano al que todos nos vemos expuestos y al que desdichadamente estamos acostumbrados, existen cifras que demuestran la magnitud de este problema", dice Cisneros, quien estuvo presente en Santiago, Chile, para participar en el décimo quinto Congreso Mundial de Consumers International.
El costo para el Estado por concepto de hospitalización de personas que se enfermaron por ingestión de alimentos en 1994 – intoxicación, parásitos, tifoidea y cólera- "fue más de 134 millones de dólares", según Cisneros.
En 1996, el perjuicio a los consumidores por disminución de contenido y adición de agua a cada litro de leche, habría representado casi catorce millones de dólares, según cálculos de la Tribuna Ecuatoriana de Consumidores y Usuarios.
"Con ese dinero", añade Cisneros, "se podría vacunar a toda la población de Ecuador hasta el año 2000". Estas cifras representa no sólo una gran pérdida para los consumidores, sino que también se frena el desarrollo, en su opinión.
Por enfermedades evitables, agrega, "únicamente en Quito en 1995, cerca de 400 mil personas no pudieron asistir un promedio de tres días a sus lugares de estudio o de trabajo, lo que representa un total de 1.184 días improductivos".
Cisneros considera que cada día se vuelve más urgente un cambio de actitud de la ciudadanía para que "desde sus actividades particulares provoquen logros concretos que desencadenen una reacción que sea la base de un movimiento ciudadano en favor de los derechos de los consumidores".
"Deberíamos utilizar cinco minutos de nuestro día para reclamar por las cosas en las que no estamos de acuerdo, y no dejar pasar una mala atención o un mal servicio", concluyó. (FIN/Consumers International-IPS/97)
