El parte del tiempo del Noticiero Nacional de la Televisión cubana podría llegar a incorporar en breve un pronóstico meteorológico especial para las personas asmáticas que viven en este país del Caribe.
"Y para aquellas personas que sufren de asma le avisamos que la próxima semana tendremos niveles altos de humedad…", diría ante las cámaras el experto si no estuviera aún por demostrar que tales avisos podrían tener efectos más positivos que negativos.
Teniendo en cuenta que el asma es una enfermedad que, según los estudios realizados, no está ajena a elementos psicológicos, es poco probable que se haga público un inusual parte biometeorológico que emite el Instituto de Meteorología de Cuba (IMC).
Ideado por especialistas del Centro Nacional del Clima del IMC, el novedoso método no pronostica lluvias o descargas eléctricas sino asma e infecciones agudas.
"Analizamos las estadísticas médicas y, de acuerdo con las variaciones climáticas determinamos la cifra de asmáticos que asistirán al cuerpo de guardia", dijo uno de los creadores del parte, el geógrafo Antonio Vladimir Guevara.
El pronóstico cobra gran importancia en Cuba, donde 10 por ciento de los 11 millones de habitantes son asmáticós y se estima que más del 50 por ciento padece algún tipo de afección respiratoria.
De acuerdo con el semanario Juventud Rebelde, órgano de la Unión de Jóvenes Comunistas y segunda publicación en importancia en la isla, el asma pasó de afectar a 14 por ciento de la población menor de 14 años a inicios de los 80 a 20 por ciento en la actualidad.
Las tablas estadísticas que se envían a cuatro hospitales pediátricos de La Habana pronostican, con bastante precisión, el número de niños que llegarán la semana siguiente a los cuerpos de guardia padeciendo una crisis de asma o infecciones respiratorias agudas.
"Lo novedoso del método radica en que parte del pronóstico a largo plazo de un índice climático, que agrupa un conjunto de variables como temperatura, humedad y presión", afirmó la periodista de Juventud Rebelde Yamila Rodríguez Eduarte.
La primera revelación en Cuba sobre la emisión de este parte aparece a dos años y medio de que los expertos del Instituto de Meteorología enviaran por primera vez su informe a las direcciones de las cuatro instituciones pediátricas escogidas.
Expertos aseguran que hasta el momento el uso de series cronológicas aplicadas a la salud había llegado sólo a la escala de avisos con 24 o 48 horas de antelación y ofrecía únicamente información sobre si disminuirían o aumentarían las patologías.
En la actualidad los pronósticos biometeorológicos de asma e infecciones respiratorias son semanales y mensuales y, de acuerdo con la experiencia médica, han probado su eficacia y utilidad para la planificación del sistema de salud pública.
Según lo comprobado en los hospitales pediátricos, la coincidencia entre el parte y la realidad supera el 90 por ciento en el caso del asma bronquial y oscila entre 80 y 85 por ciento en las enfermedades respiratorias agudas.
Para el matemático Paulo Lázaro Ortiz, otro de los autores del método, a principios de este año se presentaron en Cuba "valores muy bajos de asma bronquial, pues han predominado temperaturas más altas que lo normal".
El asma bronquial es una enfermedad crónica que se presenta en crisis periódicas, responde muy bien al cambio climático y provoca al que la padece la sensación de que le falta el aire.
Se estima que la aparición de los síntomas de esta enfermedad aumenta cuando bajan las temperaturas, la tensión de vapor y la humedad relativa y se incrementa la presión atmosférica.
"Las crisis son más frecuentes en el invierno, en el período inmediatamente anterior a un frente frío, durante éste y un poco después. En cambio, durante el verano desciende", dijo Ortiz.
El pronóstico de las enfermedades respiratorias agudas es, sin embargo, más complejo, porque se desencadenan en presencia de agentes virales o bacterianos que están en la atmósfera y que también reciben la influencia del clima.
El Anuario Estadístico de Cuba de 1996, publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas, reporta 1.064 defunciones por bronquitis o asma durante 1995.
Del total de fallecidos ocho se encontraban entre el primer y el cuarto año de vida, cinco entre cinco y 14 años, 101 entre 15 y 19 años, 248 entre 40 y 59 años de edad y 702 tenían 60 o más años.
La bronquitis, el enfisema y el asma aparecen entre las diez principales causas de muerte en la isla con tasas que pasaron de 12.5 por 100.000 habitantes en 1970 a 7 por 100.000 una década después, y a 9,5 en 1995.
Caridad Ruiz, jefa de estadística médica de un hospital pediátrico habanero, aseguró que el pronóstico biometeorológico se ha convertido en un elemento importante en la planificación de médicos, equipos y medicamentos en las salas de urgencia y de atención a las enfermedades respiratorias.
Pero la doctora Gladys Abreu opinó que aún no se aprovechan en la isla todas las posibilidades que brinda el nuevo método, más allá de la simple planificación de recursos.
Para la experta, subdirectora docente de un hospital pediátrico, los partes biometeorológicos podrían permitir que las personas asmáticas que responden a patrones estacionales de tiempo, suspendan o rebajen los medicamentos en determinadas épocas del año. (FIN/IPS/da/dg/pr-dv-he/97