CUBA: Economía crecerá a pesar de desplome del PIB

Pronósticos oficiales aseguran que la economía cubana crecerá este año 2,5 por ciento a pesar de que un nuevo desplome del producto interno bruto (PIB) amenazó con reanimar la crisis iniciada en 1989.

"La tendencia a la recuperación se mantendrá en los próximos años", afirmó el vicepresidente Carlos Lage durante un encuentro en La Habana con presidentes y altos funcionarios de bancos centrales de América Latina y el Caribe.

La reunión que sesionó hasta este martes a puertas cerradas tuvo como principal objetivo propiciar un intercambio de experiencias que favorezca el desarrollo del Banco Central de Cuba, constituido este año.

Considerado uno de los mentores principales de la política económica en este país socialista, Lage aseguró ante ejecutivos de once bancos de la región que Cuba inició un proceso de recuperación y "creó condiciones para mantener" esa tendencia.

El crecimiento de 2,5 por ciento, cercano a la media que se reporta en la región latinoamericana, contrasta, sin embargo, con el crecimiento de 7,8 por ciento reportado al cierre de 1996.

Expertos estiman que la contracción del PIB para este año es "severa", pero al mismo tiempo advierten que después de un despegue inicial para salir de la crisis es casi insostenible mantener de forma sostenida tasas de crecimiento tan altas.

Cuba registró una caída del 34,8 por ciento del PIB entre 1989 y 1993. La reanimación económica comenzó a verificarse en 1994 con un crecimiento de 0,7 por ciento, continuó con 2,5 en 1995 y el pasado año llegó a alcanzar 7,8 por ciento.

Lage aseguró que el repunte respondió en gran medida al sostenido crecimiento de la industria turística, que alcanzó un promedio de 20 por ciento en los últimos cinco años.

Fuentes del Ministerio del Turismo revelaron que este fin de semana Cuba alcanzó la cifra de un millón de visitantes, cantidad a la que se arribó por primera vez en diciembre de 1996, con un cierre de 1.004.436 turistas.

Un informe presentado por Lage en octubre ante el quinto congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba señalaba que para este año crecerán en más de 60 por ciento las producciones nacionales para el turismo y el mercado interno en divisas.

De acuerdo con los pronósticos oficiales la inndustria ligera crecerá 4,1 por ciento, la alimenticia seis por ciento, la de materiales de la construcción 10 por ciento y la sideromecánica 17.

Entre los principales rubros exportables, el níquel aumentará hasta 60.000 toneladas, el tabaco alcannzará la producción de un millón de habanos para un aumento de los ingresos de 66 por ciento, y la captura bruta de peces alcanzará 17 por ciento.

Francisco Soberón, ministro presidente del Banco Central de Cuba, reveló este lunes que este año cerrará con una tasa de desempleo del siete por ciento, una inflación que no sobrepasará 2,5 y un déficit fiscal inferior al dos por ciento del PIB.

Sólo el azúcar, considerado el primer rubro tradicional en las exportaciones cubanas, parece resistirse a la recuperación al registrar este año una recaída cuyo monto real no ha sido aún revelado por las autoridades.

Cuba, considerada entre los primeros diez productores mundiales del dulce, registró un descenso de su producción de un promedio anual de siete millones de toneladas durante la pasada década a 3,3 millones de toneladas en 1995.

La industria pareció recuperarse en 1996, cuando la inyección de finaciamientos externos permitió producciones de 4,45 millones de toneladas y pronósticos positivos para este año que iban desde 4,5 hasta cinco millones de toneladas.

Expertos locales estiman que la zafra puede haber quedado en unas 4,2 millones de toneladas por la combinación de la llegada tardía de créditos, la suspensión de algunas líneas de financiamiento, ineficiencias internas y afectaciones climáticas.

De acuerdo con Lage la falta de financiamiento puede considerarse el principal escollo de la economía cubana pues, aseguró, la isla no tiene acceso a créditos a largo plazo y los que logra obtener a corto plazo son en condiciones muy onerosas.

Para el vicepresidente uno de los efectos más negativos de la ley Helms-Burton, que endurece el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba, fue cerrar el acceso de la isla al financiamiento externo.

"Más que la acción sobre determinada empresa, la legislación daña por intimidación", dijo.

Fuentes oficiales aseguran que ninguna empresa extranjera se ha retirado de Cuba como consecuencias de represalias previstas por la ley Helms-Burton, pero reconocen que la legislación estadounidense provocó una desaceleración del ritmo de inversiones.

Esa ley, firmada por el presidente Bill Clinton el 12 de marzo de 1996, incluye sanciones contra empresarios de terceros países por comerciar con empresas expropiadas por el gobierno de Cuba a ciudadanos de Estados Unidos.

Lage reconoció que en el plano interno la economía cubana debe continuar el iniciado proceso de transformaciones en busca de la eficiencia de la empresa estatal, sobre todo en la industria azucarera.

Sin "la reactivación" de la industria azucarera "no se puede hablar de recuperación económica", advirtió el vicepresidente, pero, agregó, que las autoridades se siente alentadas y optimistas.

Por su parte, autoridades del sector azucarero aseguran que el crecimiento sistemático de la producción del dulce no debe esperarse hasta alrededor del año 2000, pasados dos años de la introducción del programa de desarrollo del quinquenio 1998-2002. (FIN/IPS/da/dg/if/97

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