El estadounidense Walter Van der Veer, cuyo caso generó uno de los últimos choques diplomáticos entre La Habana y Washington, fue condenado a 15 años de prisión por delitos contra la seguridad del Estado en Cuba.
"Entendemos que se cumplió la ley y se adaptó una sanción correcta", dijo este jueves el vocero de la cancillería cubana, Alejandro González, a la prensa extranjera en la primera confirmación oficial de la sentencia.
Van der Veer fue detenido en agosto de 1996 cuando realizaba su segundo viaje como "turista" a La Habana con el fin, según afirmó, de entregar medicamentos por cuenta del templo católico de La Pequeña Flor, de la ciudad de Miami.
La fiscalía acusó al estadounidense de pertenecer desde 1993 a un llamado Frente de Liberación de Cuba, un grupo armado anticastrista con sede en la ciudad de Miami, donde se asienta la principal colonia del exilio cubano en el sur de Estados Unidos.
Entre los delitos no cometidos se encuentran planes para atentar contra la vida del presidente Fidel Castro, sabotajes a instituciones estatales y un levantamiento aramado en la ciudad de Pinar del Río, 176 kilómetros al oeste de La Habana.
Entre los medios que le fueron confiscados no había armas de fuego ni explosivos, pero sí un cuchillo tipo comando, ropa e insignias militares del Ejército de Estados Unidos, pintura de enmascaramiento y una bandera cubana en la que la estrella había sido sustituida por una cruz.
El Código Penal cubano comprende sanciones que van de 10 años de privación de libertad hasta pena de muerte por los delitos considerados como atentados contra la seguridad del Estado y que en este caso habían sido previamente catalogados por fuentes oficiales como "muy graves".
La solicitud por parte de la fiscalía de una sansión de 20 años de prisión para Van der Veer, durante el juicio que se realizó el día 6, provocó una nota de protesta de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) que criticó las garantías judiciales ofrecidas en Cuba.
"El gobierno de Estados Unidos ha expresado hace tiempo su seria preocupación sobre los procedimientos judiciales en general en Cuba", afirmó la SINA y agregó que el juicio contra Van der Veer era una nueva causa de preocupación.
Cuba, por su parte, catalogó la declaración de la SINA como "inexacta" y "falsa", aseguró que Van der Veer contó con un jucio justo.
Cuestionó al mismo tiempo que los diplomáticos estadounidenses no se mostraran igualmente preocupados sobre la justicia en su país.
Un funcionario consular de la SINA dijo este miércoles que ya conocimiento de su sentencia por 15 años Van Der Veer se abstendría de usar su derecho de recurrir la sentencia.
El vocero de la cancillería descartó que hubiera alguna relación entre la condena inferior a la solicitada por la fiscalía y la inminencia de una nueva ronda de conversaciones migratorias entre Cuba y Estados Unidos, confirmada para el martes próximo en La Habana. (FIN/IPS/da/dg/ip/97