El presidente de Colombia, Ernesto Samper, llamó hoy a la guerrilla a hacer "un esfuerzo por humanizar la guerra" y salvar vidas inocentes, mientras se llega a un acuerdo de paz.
El promunciamiento del mandatario fue una respuesta a las críticas de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) a su gestión con países amigos de la paz en la cumbre iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que se cumplió este fin de semana en la isla venezolana de Margarita.
Los presidentes de Costa Rica, España, México y Venezuela manifestaron en la cita su disposición de constituirse en facilitadores de un proceso de paz en Colombia.
Samper obtuvo también un compromiso del presidente cubano, Fidel Castro, de intervenir ante los grupos armados para que acepten iniciar una negociación de paz, y anunció una agenda de los temas que incluiría en un acuerdo marco para el inicio del diálogo.
Formarían parte de la agenda del diálogo la humanizción de la guerra y el respeto de los derechos humanos, la reforma agraria, la política petrolera, la justicia social dentro de un modelo de desarrollo nacional y el papel de las Fuerzas Armadas.
"Ellos asumirán el costo político y la responsabilidad de no aceptar ni escuchar ni atender" las voces de 10 millones de colombianos "que dictaron claramente un mandato por la paz", dijo el mandatario a la radioemisora "Caracol".
Paralelamente a las elecciones para gobernadores, alcaldes, diputados departamentales y concejales del 26 de agosto, cerca de 10 millones de colombianos votaron el "mandato ciudadano por la paz" en el que rechazaron la violencia en todas sus formas y pidieron una solución política para el conflicto armado.
Marcos Calarcá, portavoz internacional de las FARC, afirmó desde México que la propuesta gubernamental es "absolutamente demagógica", y que "no tiene nada que ver con la paz".
"La paz es realmente construir un nuevo país, con grandes cambios en lo económico, lo político y lo social y lo cultural, y no es un fenómeno aislado", añadió.
Samper respondió que seguirá trabajando en su iniciativa de paz y reiteró que si bien no tiene "afán de dejar firmado un acuerdo" aspira a definir una agenda y lograr un acuerdo humanitario para "salvar vidas inocentes que están cayendo en medio del fuego cruzado del conflicto".
Según el anuncio, el gobierno aspira a definir "el qué, el cómo y el cuándo de la paz" mediante una agenda.
Varios precandidatos a las elecciones presidenciales de 1998 y otros sectores consideraron positiva la gestión de Samper en la isla venezolana y se mostraron optimistas con el anuncio de Castro de apoyar un eventual proceso de paz en Colombia.
El aspirante a la presidencia por el gobernante Partido Liberal (PL), Horacio Serpa, dijo que todo esfuerzo que se haga desde los diferentes niveles para alcanzar la paz en Colombia es saludable, y que con la colaboración de países "se avanza a paso firme" para lograr ese objetivo.
Carlos Lleras, también precandidato presidencial del PL, afirmó que la gestión es positiva porque la paz en Colombia no se logrará sin el apoyo internacional y "en todo aquello que Fidel Castro pueda apoyar es bueno que lo haga", por la influencia que ha ejercido en la guerrilla colombiana.
Para Juan Camilo Restrepo, precandidato del Partido Conservador, segunda fuerza política de este país, es evidente que el presidente cubano ya no representa tanto como en el pasado para la guerrilla "pero sigue siendo un personaje emblemático que puede prestar alguna utilidad".
Francisco Santos, presidente de "País Libre", organización no gubernamental que apoya a las víctimas sel secuestro y sus familias, confió también en que el ofrecimiento de Castro "llegue hasta quienes insisten en mantener la guerra en el país".
El 40 por ciento de los delitos de secuestro que se cometen en Colombia tienen como responsables a grupos de la guerrilla, mientras que cerca de 13 por ciento de las muertes violentas tienen como causa el conflicto armado.
En opinión de Santos, los colombianos que están interesados en la paz reconocen "la inportancia de ese ofrecimiento (de Castro) que proviene de alguien cuya imagen y referencia es destacada entre los insurgentes".
Augusto Ramírez, miembro de la Comisión Nacional de Conciliación, que promueve la solución política para el conflicto armado, afirmó que la constitución de un grupo de amigos de la paz es positiva, pedo advirtió que sería bueno preguntar a los grupos alzados en armas si están de acuerdo.
Pese a que el Ejército de Liberación Nacional, (ELN, segundo grupo mayoritario de la guerrilla después de las FARC) no se ha pronunciado sobre la constitución de este grupo de amigos, recientemente afirmó que cualquier mediación internacional debe contar con la aprobación de las partes en conflicto. (FIN/IPS/yf/jc/ip/97