El todavía informal Grupo de Amigos de Colombia va a impulsar un cese del fuego mediante un diálogo con las partes beligerantes, según confirmaron hoy a IPS cancilleres de los países involucrados, en el marco de la VII Cumbre Iberoamericana.
La asunción de la pacificación en Colombia como un objetivo amparado por la comunidad iberoamericana será uno de los resultados concretos de la Cumbre que se realizará a nivel de jefes de Estado y de gobierno durante este sábado y domingo en la venezolana isla de Margarita.
Costa Rica, España, México y Venezuela se constituyeron el 25 de septiembre como amigos de la paz de Colombia, lo que abre el proceso para que el gobierno de ese país y la guerrilla en armas más antigua del mundo negocien al amparo de la Organización de Naciones Unidas, siguiendo el modelo de Guatemala y El Salvador.
El canciller español Abel Matutes precisó que él y los otros tres ministros participantes en el grupo decidieron "hablar con las partes beligerantes" para lograr un cese del fuego.
El presidente colombiano Ernesto Samper se reunirá este fin de semana con los mandatarios de los cuatro países con la intención de acelerar la conformación formal del Grupo de Amigos.
Pero, antes de que ello suceda, en principio deberían manifestar su anuencia los dos grupos que se mantienen en armas: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Se sabe que dirigentes de México y Venezuela, al menos, han sostenido encuentros con miembros de los dos grupos con el conocimiento del gobierno colombiano para impulsar una rápida respuesta positiva.
Pero se duda que ese beneplácito llegue a esta isla del Caribe venezolano antes de la clausura de la cita cimera, sobre todo por las dudas abiertas del ELN, que se ha limitado a destacar que para que se formalice un Grupo de Amigos su conformación debe ser aceptada también por ellos.
El gobierno de Samper también planteará en la Cumbre la necesidad de que los 19 países latinoamericanos, España y Portugal asuman como propio el concepto de derecho humanitario, que consiste en que la población civil sea dejada al margen de la confrontación armada.
Al mismo tiempo, el derecho internacional humanitario que Colombia quiere impulsar implicaría la responsabilidad penal de los grupos insurgentes y no sólo del Estado por la violación de los derechos humanos de esa población civil. (FIN/IPS/eg/dg/ip/97