CHINA: Liberación de disidente respondería a pedido de EE.UU.

La liberación de Wei Jingsheng, el más famoso disidente de China, es considerada una respuesta a los pedidos formulados al presidente Jiang Zemin en su viaje a Estados Unidos a comienzos de mes.

Wei, de 47 años y nominado cuatro años consecutivos al premio Nobel de la Paz, fue liberado por razones médicas el sábado a la noche, luego de más de 18 años en la cárcel.

Funcionarios de seguridad chinos le escoltaron el domingo de mañana a un avión que puso vuelo a Detroit, Estados Unidos.

Beijing puso una vez más en práctica su estrategia de mantener disidentes presos como "rehenes políticos" y liberarlos para lograr ciertos objetivos, según observadores.

"Es difícil establecer si la liberación de Wei marcará el inicio de la democratización en China. Estamos muy felices, pero lo único que podemos decir es que esto es apenas un buen comienzo", dijo su hermano menor, Wei Xiaotao, luego de despedirlo en el aeropuerto.

Wei Jingsheng dijo que estaba feliz por haber recuperado su libertad y que deseaba ahora conocer el mundo y escribir sus memorias, aunque no quiere vivir en el exilio.

"Estoy seguro de que continuará trabajando por sus ideales en el futuro", sostuvo Wei Xiaotao. Pero ahora deberá hacerlo desde el extranjero y es previsible que el impacto que su actividad tenga en China será muy tenue.

Al liberar a Wei, que debió elegir entre una muerte lenta en la cárcel y un largo exilio, el gobierno de China logró dos objetivos. En primer lugar, demostró que atiende a la opinión pública mundial y, en segundo término, alejó del país a uno de sus principales críticos.

Los activistas de derechos humanos manifestaron su beneplácito por la liberación de Wei, pero manifestaron cautela por sus derivaciones. "No es un indicador de una mejora global de la situación", sostuvo Liu Qing, del grupo Derechos Humanos en China.

El anuncio de la liberación fue efectuado por la agencia gubernamental de noticias Xinhua apenas cuatro horas antes de la partida de su vuelo hacia Detroit.

Ex electricista en el zoológico de Beijing, Wei alcanzó fama como editor de la publicación Exploraciones durante el fugaz movimiento Muro de la Democracia a finales de los años 70, cuando surgió una pequeña ola de disidencia en China.

Su artículo más famoso, titulado "La quinta modernización", apareció en el Muro de la Democracia en grandes caracteres. Wei se hizo famoso del día a la noche.

En esa nota, sostuvo que el establecimiento de una sociedad moderna en China es impensable sin democracia. El título hacía referencia a las "cuatro modernizaciones" publicitadas antes por el gobierno, en materia de industria, agricultura, defensa y ciencia.

"Democracia, libertad y felicidad para todos son nuestros únicos objetivos en pos de la modernización. Sin esta quinta modernización, las anteriores no son sino una mentira", escribió Wei.

El activista fue el primer chino que calificó dentro del país al hoy fallecido patriarca Deng Xiaoping de dictador, al tiempo que cuestionó la legitimidad del gobernante Partido Comunista.

Wei fue condenado a 15 años de cárcel en 1979. Cumplió su pena con una indulgencia de seis meses en 1993, pero volvió a prisión en 1994 luego de reunirse con John Shattuck, funcionario del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos a cargo de derechos humanos.

En 1995, fue condenado a otros 14 años de cárcel acusado de participar en un "intento de derrocar al gobierno chino".

Wei no fue el primer disidente chino en ser liberado como concesión a presiones del extranjero. Por el contrario, Beijing suele encarcelar, liberar y volver a encarcelar disidentes al ritmo de la opinión pública mundial.

Cuando fue liberado en 1993, Beijing procuraba convertirse en sede de las Olimpíadas del 2000.

Otro preso de conciencia, Chen Zimin, fue encarcelado luego de la masacre en la plaza Tiananmen en 1989 y liberado bajo palabra en 1994, cuando Estados Unidos decidía desvincular las preferencias comerciales a China de sus antecedentes de derechos humanos.

Chen fue arrestado poco más tarde por emprender una huelga de hambre en conmemoración de las protestas en Tiananmen.

Hoy, casi todos los disidentes están en prisión o en el exilio. El líder estudiantil Wang Dang deberá esperar por su liberación hasta la próxima cumbre chino-estadounidense en 1998, según algunos comentarios cínicos.

Wei fue liberado por motivos médicos. Pero su sentencia aún no expiró, y debería concluir en el 2009. Si regresa antes de esa fecha, corre riesgo de ser detenido de nuevo.

Este disidente sufre enfermedades del corazón y se le debe suministrar oxígeno cada vez que sufre dolores en el pecho. "Los analgésicos ya no servían, y por eso le llevábamos un balón de oxígeno cada tres días", dijo Wei Ling, su hermana menor.

Además, Wei sufrió varios ataques de otros presos en los últimos meses. (FIN/IPS/tra-en/ab/js/mj/hd ip/97

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