CHILE: Pinochet se retira, pero no cambia

El cumpleaños del general Augusto Pinochet dejó como recuerdo celebraciones barrocas, heridos y detenidos, abundantes alabanzas militares y una advertencia del ex dictador al final de la jornada: el ejército de Chile tiene enemigos, pero están identificados.

"Lo que afecta a uno de sus miembros, afecta a todos los miembros del ejército", alertó Pinochet el martes, en un discurso que fue reseñado por todos los medios, al referirse a la posibilidad de que un integrante de la institución fuera tocado por la gloria o por la pesadumbre.

Sus discursos han fustigado tradicionalmente a quienes, según él, tocan a los militares o a la patria, y en este caso denunció a personas que "no trepidan en atacar o desprestigiar a los soldados del ejército de Chile".

"Debe saberse que tenemos perfecta conciencia de quiénes son los que se mueven de acuerdo a esas destructivas pretensiones y qué es lo que persiguen en definitiva", advirtió el jerarca militar.

Pinochet, comandante en jefe del ejército chileno, celebró el martes su 82 cumpleaños, el último con uniforme tras una carrera de 65 años que finaliza en marzo, cuando hará uso de una atribución constitucional para convertirse en senador vitalicio.

La celebración comenzó a primera hora de la mañana con bandas militares que entonaban el "cumpleaños feliz", y culminó en la capital con una cena de gala, enlazada con festejos similares en otras ciudades que en total reunieron a unas 40.000 personas.

Pero, al mismo tiempo, se realizaron en el centro de Santiago una serie de manifestaciones de repudio y de deseo de un "cumpleaños infeliz" para el militar que gobernó Chile entre 1973 y 1990.

Las autoridades policiales confirmaron este miércoles que el saldo de las protestas fueron 92 detenidos y un periodista herido en una pierna por una bomba de gas lacrimógeno disparada por un policía.

La noche del martes fue de contrates. Mientras el centro de la capital estaba inundado por el aroma irritante de las bombas lacrimógenas y ardían los restos de alguna fogata, Pinochet ingresaba a su fiesta en un exclusivo centro de reuniones.

Las celebraciones en varios lugares del país estuvieron enlazadas por sistemas de videoconferencia que permitieron a sus asistentes entregar saludos en directo, mientras un canal de televisión por cable transmitía el acontecimiento, animado por "Kike" Morandé, uno de los rostros más conocidos de la farándula local.

Pinochet comenzó su discurso recordando una anécdota que ha contado en varias oportunidades: en 1973, su esposa, Lucía Hiriart, le advirtió que sus nietos serían "esclavos del comunismo" si él no intervenía.

El 11 de septiembre de 1973, Pinochet encabezó un cruento golpe de Estado contra el gobierno democrático del socialista Salvador Allende, dando comienzo a una dictadura militar de 17 años, durante la cual unas 3.000 personas fueron asesinadas o desaparecieron.

En 1990 se reinstauró la democracia, pero Pinochet conservó la jefatura del ejército, que abandonará en marzo para transformarse en senador vitalicio, amparado en lo dispuesto por una Constitución aprobada en plena dictadura, en 1980.

"Espero que Dios me dé salud para seguir adelante", comentó Pinochet, al referirse a su futura carrera en el parlamento, donde, según adelantó, defenderá a su gente y contribuirá "al bienestar de todos los chilenos".

El previsto ingreso de Pinochet en el Congreso es resistido por dirigentes de la gobernante Concertación de Partidos por la Democracia, pero es poco probable que prosperen los recursos que cuestionan la constitucionalidad de esta medida.

Diversos intentos de reformar la Constitución de 1980 para eliminar los denominados "enclaves de autoritarismo" han sido bloqueados por la oposición derechista, que cuenta con el apoyo de los senadores "designados", una polémica figura admitida por la carta fundamental.

La renovación de los senadores designados, prevista para los próximos meses, permitirá nombrar al menos a cuatro militares retirados, según analistas políticos.

Sumados a otros militares retirados y a antiguos colaboradores de la dictadura que podrían resultar electos en los comicios parlamentarios del 11 de diciembre, formarían lo que se ha denominado una "bancada militar", y se presume que su líder será Pinochet. (FIN/IPS/lac/ff/ip/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe