CAMERUN: Oposición ignoró quinta asunción presidencial de Biya

Por primera vez en la historia de Camerún, los partidos de oposición de la nación africana boicotearon la ceremonia de asunción presidencial de Paul Biya, electo por quinta vez en 15 años.

La ausencia de 43 parlamentarios del Frente Social Democrático, 13 de la Unión Nacional por el Progreso y la Democracia, y cinco de la Unión Democrática de Camerún en la ceremonia del 3 de noviembre no sorprendió a los observadores, debido a los acontecimientos de las últimas semanas.

Los tres partidos no habían participado de las elecciones presidenciales del 12 de octubre, luego que el gobierno se negara a modificar el cuestionado sistema electoral del país.

Los partidos describieron al boicot como un éxito y solicitaron a la población que considerara al 23 de octubre, cuando la Corte Suprema anunció el resultado de los comicios, como "un día de vergüenza".

Biya recibió más de 92 por ciento de los votos en las elecciones, pero los partidos de oposición declararon que el 3 de noviembre sería considerado como "un día de duelo para la democracia en Camerún".

Los 61 legisladores de los tres partidos no concurrieron a la ceremonia a pesar de supuestos intentos de presión y aunque la ley estipula que los 180 parlamentarios de la Asamblea Nacional deben asistir a las asunciones presidenciales.

El gobernante Movimiento Democrático Popular de Camerún cuenta con 118 legisladores en el parlamento.

"El alcance político del boicot es tal que los estrategas del gobierno decidieron restringir los viáticos de los parlamentarios que se ausenten de la ceremonia de asunción", informó el 31 de octubre el periódico independiente Le Messager.

El medio describió al boicot como una "forma de rechazar el sometimiento a un gobierno que viola las leyes de la república".

El único político de la oposición que asistió a la asunción fue Marcel Yondo, líder y único legislador del Movimiento por la Liberación de la Juventud de Camerún, quien respaldó a Biya durante la campaña de las elecciones presidenciales.

Sólo dos tercios de los 180 legisladores estuvieron presentes en la ceremonia, aunque el presidente de la institución, Cavaye Yeguie Djibril, advirtió a los políticos que debían "respetar las instituciones de la república" cuando inauguró la sesión del parlamento el 1 de noviembre.

"Seamos dignos representantes del pueblo soberano", manifestó Yeguie Djibril.

"Los diplomáticos presentes en la asunción de Paul Biya finalmente verificaron la extensión de la oposición al régimen en Camerún, que es ilegal e ilegítimo", señaló un observador.

La principal queja de la oposición refiere al rechazo del gobierno a acceder a sus pedidos de cambio del código electoral del país. En septiembre, legisladores opositores solicitaron en vano que una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional analizara las enmiendas que habían propuesto.

Los cambios principales que sugirió la oposición incluyeron la creación de una comisión electoral autónoma y la reducción del período de gobierno del presidente de siete a cinco años. También pretendían que los comicios se celebraran en dos vueltas, en lugar de una, como ocurre en la actualidad.

Los partidos opositores advirtieron que no participarán de elecciones de ningún tipo, incluso los comicios para el senado y los concejos regionales, previstos para el próximo año, a menos que se tengan en cuenta sus exigencias.

Líderes religiosos apoyan su posición. No tiene sentido participar de elecciones "cuyo resultado se conoce de antemano", manifestó Christian Tumi, arzobispo de Douala, en una emisora radial poco después de los comicios presidenciales.

Por ahora, la oposición está afinando sus estrategias para fortalecer su campaña por la reforma electoral. El Frente Social Democrático, por ejemplo, pidió a sus partidarios que "se mantengan alertas" y no bajen los brazos.

El partido creó un fondo para financiar la campaña por la reforma y la idea es "asegurar que la batalla se lleve a cabo hasta la victoria final", según un integrante del Frente.

Algunas voces también pidieron la renuncia en masa del parlamento de los legisladores opositores. "El impacto de una decisión de este tipo sería mayor que el de mil manifestaciones callejeras", explicó Abel Eyinga, líder de La Nationales, otro partido opositor.

Miembros de la oposición que resultaron electos en comicios locales celebrados en enero también deberían retirarse de los concejos municipales que controlan, para aislar al presidente en el ámbito institucional, sugirió Eyinga.

Sin embargo, Adamou Ndam Njoya, líder de la Unión Democrática de Camerún, declaró poco antes de las elecciones presidenciales que no se había considerado la renuncia de los parlamentarios.

El parlamento "es el legítimo lugar para plantear propuestas en un contexto democrático", explicó. (FIN/IPS/tra-en/no/kb/aq-lp/ip/97

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