El presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso desafió hoy a los empresarios de su país a duplicar en cuatro o cinco años las exportaciones nacionales, actualmente limitadas a 52.000 millones de dólares al año.
Para alcanzar esa meta, que exige una expansión anual de 14 por ciento como mínimo, el presidente prometió prestar todo el apoyo del gobierno y anunció la creación de la Agencia de Promoción de Exportaciones, al clausurar el XVII Encuentro Nacional de Comercio Exterior.
La agencia unirá los esfuerzos de varias áreas del gobierno y del sector privado, para ampliar las acciones hasta ahora limitadas a las actividades de información y promoción exportadora de la cancillería y embajadas.
El presidente de la Asociación Brasileña de Comercio Exterior (AEB), Marcus Pratini de Moraes, saludó la decisión del gobierno de conceder prioridad al sector, afirmando que lo más importante es "una nueva actitud respecto al carácter estratégico de las exportaciones" para la economía nacional.
Es fundamental, antes que nada, una "conciencia política sobre el papel de las exportaciones", recalcó el líder de AEB, que promovió el encuentro de dos dias. Añadió que espera en 1998 un crecimiento de 15 por ciento en las ventas externas de Brasil.
Aumentar las exportaciones es urgente para Brasil, ante el creciente déficit en sus cuentas corrientes externas, que este año llegaría a 35.000 millones de dólares y se considera una de las mayores debilidades de la economía del país.
Ese déficit, equivalente a casi cincopor ciento del producto interno bruto, fue una de las causas de la fuerte fuga de capitales ocurrida en los últimos días de octubre y primeros de noviembre, tras la caída de la Bolsa de Hong Kong, comprobando la vulnerabilidad de la moneda nacional.
A ello contribuye una balanza comercial negativa en 9.416 millones de dólares en los doce meses concluidos en octubre.
En el paquete de medidas económicas que adoptó el gobierno el día 10 para combatir el déficit fiscal y externo se incluyeron algunas medidas de contención de importaciones y estímulo a las exportaciones, como aumento de créditos.
Pero los exportadores y la industria consideraron insuficientes las medidas. Lo más importante, segín Pratini de Moraes, es una reforma tributaria que reduzca los costos de la producción destinada al mercado externo.
Líderes empresariales reclamaron la eliminación o reducción de varios tributos sobre productos exportables, durante el encuentro de dos días en Rio de Janeiro.
Luiz Fernando Furlan, presidente de Sadia, una gran exportadora de carnes, pidió la supresión del llamado "impuesto sobre cheques", que grava en 0,2 por ciento todo retiro bancario.
Como ese tributo incide sobre las distintas operaciones de la cadena productiva y comercial, Furlan estimó en 500 millones de dólares la pérdida que provoca anualmente a los exportadores.
Los empresarios dejaron de reclamar una devaluación de la moneda nacional, una revindicación usual en otros tiempos y una medida adoptada varias veces en los años 80 para reequilibrar las finanzas del país. (FIN/IPS/mo/dg/if/97)
