Los serbios de Bosnia concurrirán a las urnas este fin de semana en una elección parlamentaria destinada a resolver la disputa de poder entre la presidenta Biljana Plavsic y los radicales leales al líder Radovan Karadzic.
Se trata de dos bandos que aseguran tener poderosos aliados en el exterior. Del lado de Plavsic están Estados Unidos y otros países occidentales que respaldan su compromiso con el acuerdo de paz de Dayton, el cual instauró una frágil paz en Bosnia- Herzegovina a fines de 1995.
Los radicales rechazan el acuerdo de Dayton, que dispone la fusión de la entidad serbia de Bosnia en un único estado bosnio con una autoridad tripartita (musulmanes, serbios y croatas), y cuentan con el apoyo del presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic.
Plavsic, de 67 años, era una acérrima nacionalista y socia política de Karadzic antes de asumir la presidencia el pasado año, cuando el líder militar debió abandonar el cargo por presión de Occidente.
Karadzic, de 52 años, fue acusado de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por un tribunal internacional establecido en La Haya por la Organización de las Naciones Unidas.
La disputa de poder obligó a Occidente a adoptar peculiares métodos para preservar la viabilidad del acuerdo de Dayton. Uno de ellos es su claro apoyo a una de las partes, y el otro, el uso de tropas de la OTAN para proteger la posición de Plavsic y garantizar el acceso de sus partidarios a los medios.
Además, varios mediadores occidentales intentaron advertir a Milosevic que debe dejar de respaldar al principal enemigo político de Plavsic, Momcilo Krajisnik, pero sin éxito.
Krajisnik, uno de los tres presidentes que gobiernan Bosnia- Herzegovina, es un antiguo amigo de Karadzic y estrecho aliado de Milosevic. El lunes obtuvo un espacio de hora y media en la estatal TV Belgrado para criticar la postura de Plavsic.
Las elecciones anticipadas fueron convocadas luego de que Plavsic disolvió en julio el parlamento en Pale, el bastión de Karadzic, tras acusar a los radicales que dominaban el cuerpo de corrupción.
Su disposición a respaldar los acuerdos de paz le valió el apoyo de la comunidad internacional, la cual espera que las elecciones reduzcan el poder de los radicales.
Pero Krajisnik arguyó que Plavsic permitió a la comunidad internacional ejercer "terrible presión" y debilitar la autoridad y la soberanía de la entidad serbia, que los serbobosnios llaman República Srpska, facilitando su división.
Krajisnik condenó el deseo de Occidente de recrear a Bosnia- Herzegovina como "una comunidad multiétnica artificial".
Añadió que Plavsic "acepta todo lo que la comunidad internacional le exija, sin importar si tiene derecho a hacerlo", y que su forma de actuar constituye una "traición absoluta" a los intereses y la política de los serbobosnios.
Los partidarios de Karadzic afirman que la República Srpska, formada luego de tres años de guerra y campañas de limpieza étnica, se transformará en un estado separado según el acuerdo de Dayton.
Sin embargo, los redactores del tratado no quisieron recompensar a los serbios de Bosnia por su agresión permitiendo la formación de un estado independiente, y previeron en cambio una Bosnia-Herzegovina unida con dos entidades semiautónomas.
La población serbobosnia nunca fue debidamente informada por la prensa oficial, pero los acuerdos de paz establecen una estructura central de gobierno que debe ser compartida con sus enemigos de guerra, los musulmanes y croatas.
Para los nacionalistas serbios, la aceptación de tales instituciones implicaría la pérdida de todo lo que obtuvieron durante la guerra.
En un complejo procedimiento supervisado por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), 1.035.127 ciudadanos registrados emitirán su sufragio este sábado y domingo, dondequiera que residan en la ex Yugoslavia.
Cuarenta y nueve partidos, coaliciones y candidatos independientes competirán por 83 escaños parlamentarios. Habrá 1.300 observadores de la OSCE en la entidad serbia de Bosnia y otros 150 en Croacia y Yugoslavia.
Con el fin de obtener el control del parlamento, Plavsic estableció su propio partido, la Alianza Popular Serbia, y atrajo disidentes del gobernante Partido Democrático Serbio, de Karadzic.
Plavsic inició su cruzada contra la camarilla de Karadzic en Pale el pasado julio, al despedir al ministro del Interior y acusarlo de dirigir una red de contrabando en sociedad con otros partidarios de Karadzic.
La lucha de poder dividió en dos no sólo al electorado, sino también a la policía, el ejército y los medios de comunicación.
Los enfrentamientos derivaron en violencia en varias ocasiones. En septiembre se produjo un intento de derrocar a Plavsic que fue frustrado por la policía leal a la presidenta y soldados de la OTAN. (FIN/IPS/tra-en/vpz/rj/ml/ip/97
