El torbellino de las bolsas de valores de Asia no da señales de detenerse, mientras los países del continente temen que la situación se prolongue y produzca verdaderos daños en sus economías.
Muchas de las economías de la región son fuertes como para recuperarse y reformar sus sistemas financieros en preparación de futuros ataques.
Pero analistas predicen que cuanto más se prolongue la crisis, mayor será el potencial de que se expanda a occidente, como sucedió en octubre cuando cayó el mercado de Hong Kong.
La inestabilidad del mercado ya se movió hacia el norte, afectando a Corea del Sur, Japón -cuyo mercado es altamente dependiente de los activos bancarios-, Taiwan e incluso China, cuya su economía centralmente planificada, moneda inconvertible y mercados subdesarrollados supuestamente la habrían hecho inmune al contagio.
La debilidad en las economías japonesas y de Corea del Sur, las más desarrolladas en la región, están expuestas, y si no hay un rápido cambio, podrían producir grandes problemas.
Con más de 40 por ciento de sus exportaciones totales a Asia y préstamos bancarios a la región de unos 118.600 millones de dólares, Japón es visto como vulnerable. La incertidumbre del mercado y la devaluación del yen podría sostener una recuperación económica tentativa que comenzó este año.
Economistas señalan que bancos japoneses podrían ser golpeados por un aumento de las corporaciones que incumplen con los préstamos, no sólo en Japón sino en el resto de Asia.
"Hay una creciente preocupación por la severidad de la situación económica en Japón en general y en particular sobre la fragilidad del sistema bancario", dijo Paul Meggyesi, economista del Deutische Morgan Grenfell.
Los analistas también pintan un escenario sombrío para Corea del Sur, aunque muchos están de acuerdo en que el pánico inicial en Seúl sobre la posiblidad de acudir al Fondo Monetario Internacional para pedir un paquete de emergencia, parece haberse disipado.
Los economistas están de acuerdo en que no hay una crisis de la balanza de pagos en Corea, el motivo usual para que los países pidan la asistencia del FMI.
No obstante, el valor del won cayó 16 por ciento este año, y su mercado de valores 25 por ciento. Un won débil infla el costo del pago de la deuda en moneda extranjera, y Corea del Sur debe 110.000 millones de dólares a donantes.
Un crédito bancario más ajustado en Japón, Corea y otros países asiáticos amenaza las inversiones en la región. "Creo que la posibilidad de nuevas quiebras es alta, y a medida que ocurran, el sistema financiero coreano sufrirá mayores presiones", dijo Steve Martin, de Sangyong Securities.
Este año siete chaebols o conglomerados de Corea del Sur colapsaron o buscaron protección contra la quiebra.
La reducción del crédito se extendió en Asia. En particular, podrían extinguirse los préstamos de corto plazo de hasta 12 meses, populares en muchas compañías asiáticas porque es más barato que los préstamos de largo plazo.
El fenómeno ya es evidente en Hong Kong, donde los bancos sospechan de los préstamos para compra de propiedades en el clima actual.
Kazutoshi Ogawa, de Sanwa International Sundication, dijo que empresas tailandesas e inodensias serán las más golpeados por una reducción del crédito, ya que tienen sistemas bancarios mucho más débiles que Japón y Corea, que tienen más capacidad de pasar la tormenta y emerger relativamente enteros en el largo plazo.
La agencia con sede en Estados Unidos Standard and Poor, advirtió esta semana que la crisis asiática podría tener efectos muy negativos sobre muchos bancos en todo el mundo.
"Aunque los aumentos de los problemas con los préstamos se han concentrado en Asia, los riesgos se extenderían a otros sitios", dijo Roger Taillon, de Standard and Poor.
Australia y Nueva Zelandia también son considerados vulnerables a una caída en Asia. Ambos países hacen grandes exportaciones a la región.
China también podría ser afectada, mientras obtiene su capital en el exterior, en particular en Hong Kong, donde muchas compañías estatales figuran en la bolsa de valores.
Los países en la región tienen una alta exposición al comercio, de modo que la inestabilidad de los mercados se extiende con rapidez.
Según la consultora Political and Economic Risk Consultancy en Hong Kong, "no hubo forma de que Hong Kong pudiera evitar quedar atrapado en las estampida que hizo caer los precios".
"Comenzaron en Tailandia y se extendieron a todos los demás países en la region. Una vez que Hong Kong demostró que también era vulnerable, los mercados de Estados Unidos y Europa fueron los siguientes, y en ese punto la estampida cambió de dirección para retornar a Asia".
Bancarios occidentales adoptan una perspectiva cautelosa sobre Asia, esperando que la insetabilidad del mercado no vuelva a Europa o América del Norte.
Pocos son capaces de decir con certeza cuándo se estabilizarán los mercados. En efecto, nuevos expertos habían podido precedir los actuales problemas, aunque los mercados tailandés, malasio e indonesio habían estado afectados durante un tiempo.
Si la crisis durará poco o se prolongará es un hecho abierto a tanta especulación como los propios mercados, pero los economistas están de acuerdo en que el mayor desafío para Asia es la recuperación de la confianza de su golpeado mundo de negocios.
El agitado clima de las últimas dos décadas dará paso a un clima más cauto. Esto, según economistas, no es malo, porque dará a los gobiernos tiempo para provocar reformas necesarias en el sistema financiero. (FIN/IPS/tra-en/ys/ral/lp/if/97)