La enmienda Graham, un proyecto estadounidense en el área de defensa que considera a Cuba como un peligro para la seguridad de ese país, se convirtió en una nueva fuente de preocupaciones para América Latina, reconoció la comisión del Asuntos Políticos del Parlatino.
Así se desprende de una declaración del organismo regional reunida en La Habana hasta el fin de semana último.
El documento asegura que la enmienda Graham, incluida en un proyecto de ley de autorizaciones para la Defensa que sólo espera la firma del presidente Bill Clinton para ser adoptado, "crea el marco legal para una eventual agresión a Cuba", país calificado como una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
La comisión permanente del Parlatino, que se reunió entre jueves y sábado, sostiene que la preocupación de sus miembros responde a que el nuevo proyecto estadounidense utiliza un lenguaje de los tiempos de la guerra fría y mantiene el tema cubano como centro de confrontación.
"Siempre hemos sido celosos vigilantes de que no se atente contra la soberanía de los países y por eso, desde hace tiempo, nos pronunciamos contra el bloqueo estadounidense a Cuba y contra la ley Helms-Burton", dijo el secretario ejecutivo del Parlatino, el senador colombiano Humberto Peláez.
Además de la de asuntos políticos, otras seis comisiones permanentes del Parlatino se reunieron en La Habana, la mayor parte del tiempo a puertas cerradas, la pasada semana con la asistencia de más de 150 legisladores de 15 países.
Las otras comisiones que sesionaron fueron las de salud, turismo, energía y minas, economías emergentes, asuntos juveniles y asuntos laborales y previsionales.
La declaración de rechazo a la enmienda Graham sucedió a un encuentro de los representantes del Parlatino con el presidente cubano Fidel Castro la noche del viernes 14, durante el cual se habló "de todo un poco", de acuerdo con los participantes.
La comisión de asuntos políticos se pronunció también contra el desarrollo del armamentismo en América Latina y proclamó su oposición a la decisión de Washington de liberar la venta de armas sofisticadas a los países de la subregión.
La reunión apoyó los acuerdos del Parlamento Centroamericano, la Conferencia Parlamentaria de las Américas y del consejo consultivo del Parlatino, que rechazaron la determinación de Estados Unidos por afectar el mantenimiento de la paz en la región.
Además acordó exhortar a los presidentes latinoamericanos a rechazar la adquisición de ese tipo de armas y favorecer, en su lugar, planes educacionales y sociales, así como dedicar recursos a disminuir la pobreza.
Los problemas sociales que afectan a la región centraron los análisis de las reuniones en La Habana de las comisiones permanentes de salud, asuntos laborales y previsionales y asuntos juveniles.
La comisión sobre juventud reclamó cambios en los sistemas educacionales que garanticen una formación polivalente y sugirió promover legislaciones que garanticen una remuneración justa al trabajo juvenil y aseguren el derecho de los jóvenes al trabajo y a la capacitación.
Como respuesta al problema de la desnutrición en América Latina, los parlamentarios favorecieron el acceso a los productos básicos de la dieta a precios módicos y con equidad, el fomento de la lactancia materna y el desarrollo de programas para la creación de correctos hábitos alimentarios.
Es esencial hay que "tomar a los niños y jóvenes como sujetos de derechos" y no sólo como "objetos de política", dijo el diputado uruguayo por el partido Nuevo Espacio Gabriel Courtoisie.
"Urge profundizar en el nivel de las propuestas para dejar claro que el Parlatino tiene capacidad suficiente para adelantar medidas concretas y no sólo para criticar", consideró a su vez el diputado por el Partido Socialista de Brasil y presidente de la comisión de asuntos laborales y previsionales Almino Affonso.
Ese grupo de trabajo del Parlatino se pronunció contra la desregulación económica, la corrupción y las crisis de representación gubernamental, procesos que calificó como elementos generadores de desempleo en América Latina.
La comisión criticó las políticas neoliberales practicadas en la región, que elevan el desempleo y, al mismo tiempo, provocan el incremento de mercados laborales ilícitos como la prostitución, el contrabando, o los juegos clandestinos.
Como resultado del análisis sobre "la globalización y la problemática de empleo", la comisión propuso la implementación de políticas de empleo específicas para jóvenes y sectores vulnerables y la defensa de tácticas educacionales que generen "un nuevo trabajador de conocimiento, más que de habilidades".
Otras propuestas en materia social surgieron de la reunión de la comisión permanente de salud, que abogó por la promoción de legislaciones y de un entorno sociocultural favorable a la prevención del sida en la región.
Por su parte, la comisión de energía y minas promovió la integración de América Latina en el tema energético por medio del apoyo a una legislación que garantice un marco legal homegéneo.
Los congresistas acordaron difundir experiencias brasileñas que incluyen la legislación vigente en ese país para favorecer a los territorios donde están en explotación yacimientos petrolíferos mediante compensaciones económicas adecuadas.
Además decidieron invitar en forma permanente a sus sesiones a la Organización Latinoamericana de Energía y promover el intercambio de información sobre políticas energéticas entre los estados integrantes del Parlatino.
El diputado cubano Osvaldo Martínez reveló que la comisión permanente de economías emergentes analizó las experiencias de integración en América Latina como una vía de encontrar soluciones a los problemas que aquejan a la región.
Por su parte, la comisión de turismo fracasó en la búsqueda de una ley marco para el desarrollo del sector en la región pero logró acordar la realización para 1998, en La Habana, de una conferencia interparlamenntaria sobre turismo.
Participantes en las reuniones de las siete comisiones opinaron que, independientemente de que las sugerencias del Parlatino no sean de obligatorio cumplimiento para sus miembros, debe hacerse un seguimiento de los análisis y propuestas.
"Cada vez se logra más en lo referente a la atención por parte de los gobiernos a los planteamientos del Parlatino", opinó el diputado argentino Luis Rubeo, resaltando el aumento del reconocimiento internacional hacia ese foro parlamentario.
El Parlatino tiene asiento en las Naciones Unidas, la Unión Interparlamentaria Mundial, la Organización de Estados Americanos y ha suscrito alrededor de 40 convenios de cooperación. (FIN/IPS/da/dg/ip/97