La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) informó hoy que Haití es el único país de América Latina que padece escasez de alimentos, un problema grave en 29 naciones, en especial de Africa.
El número de países que sufren emergencias alimentarias pasó de 25 en 1996 a 29 en 1997. Se trata de 18 de Africa, cinco de Asia, cinco de Europa oriental y uno de América Latina.
Los africanos son Angola, Burundi, Chad, República Democrática del Congo (ex Zaire), Eritrea, Etiopía, Kenia, Lesoto, Liberia, Mauritania, Mozambique, Níger, Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tanzania y Uganda en Africa.
Afganistán, Iraq, Corea del Norte, Laos y Mongolia sufren problemas alimentarios en Asia; Azerbaijan, Armenia, Bosnia- Herzegovina, Georgia y Tajikistán en Europa Oriental, y Haití en América Latina.
"Las cosechas de la primera temporada de este año se han visto afectadas por la sequía en la mayoría de los países de América Central y algunos países del Caribe", según la publicación Perspectivas Alimentarias, editada por la FAO y difundida este miércoles.
El promedio de las pérdidas se estima en alrededor de 15 por ciento del volumen medio de las cosechas del año pasado, pero en algunos lugares han sido más graves, señala Perspectivas Alimentarias en una edición especial dada a conocer en ocasión de la Conferencia que celebra la FAO hasta el día 18.
La FAO también divulgó este miércoles el informe anual sobre El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación correspondiente a 1997 (SOFA 97), que establece que el entorno económico general para la agricultura ha mejorado sensiblemente.
El crecimiento económico mundial, tras la pronunciada desaceleración de 1995, se reanudó en 1996, tanto en los países industrializados como en el mundo en desarrollo.
Las perspectivas de un crecimiento sostenido en la agricultura de países en desarrollo se presentan en general prometedora a mediano plazo, según la FAO.
El informe estima que la producción agropecuaria aumentó 2,6 por ciento a nivel mundial en 1996.
En el conjunto de los países en desarrollo, el incremento fue de 2,9 por ciento, lo que representa una desaceleración en comparación con los años precedentes.
El aumento de 2,4 por ciento registrado en los países industrializados fue atribuido por los expertos a la recuperación de América del Norte del notable descenso del año anterior, ocasionado por el mal tiempo.
La producción mundial de cereales aumentó 8,5 por ciento con respecto a 1995, debido a la gran cosecha de cereales secundarios, en especial en Estados Unidos, y las perspectivas iniciales para 1997 indican que el crecimiento de la producción continuará superando la tendencia.
Según estimaciones recientes, los envíos totales de ayuda alimentaria por programas y proyectos y como asistencia de emergencia ascenderán en el año 1996-1997 a 7,5 millones de toneladas.
Ese volumen es similar al de la ayuda del año 1995-1996 y más de dos millones de toneladas superior a los compromisos mínimos establecidos en el Convenio sobre Ayuda Alimentaria de 1995, que ascienden a 5,35 millones de toneladas.
La situación y las perspectivas económicas de América Latina y el Caribe han mejorado notablemente el pasado año y medio, según el informe.
El crecimiento económico de 3,5 por ciento alcanzado por la región en 1996 fue muy superior al de 1,3 por ciento registrada el año anterior y se espera que se acelere al 4,4 por ciento en 1997 y supere el cinco por ciento en 1998.
El crecimiento de la producción agropecuaria sufrió una ligera desaceleración en 1996, pues bajó a 3,2 por ciento frente a 4,4 por ciento en 1995.
Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos sigue siendo superior al crecimiento demográfico de la región, lo que garantiza aumentos de la producción agrícola por persona por tercer año consecutivo.
El informe confirma la tendencia a la recuperación del sector agrícola regional tras el prolongado estancamiento de la producción por persona durante la década del 80 y los primeros años 90.
La FAO expresó que la seguridad alimentaria ha sido un asunto fundamental en la formulación de las políticas de varios países de la región.