/AMBIENTE/PESCA: Campaña por ratificación de acuerdo mundial

Grupos ambientalistas presionan por lograr la entrada en vigor un tratado internacional para la protección de los bancos de pesca, que no ha sido firmado por algunos de los países que mayores capturas realizan.

El llamado acuerdo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre reservas de pesca "representa una esperanza cierta de revertir la declinación de los bancos de peces", afirmó Michael Sutton, director de la campaña de los mares del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

"Pero el lento proceso de firma y ratificación y la falta de voluntad política de los principales países pesqueros han impedido que el tratado tome fuerza de ley", dijo Sutton.

El WWF presentó esta semana a la Asamblea General de la ONU, que encara su debate anual sobre océanos, un informe para destacar que sólo cuatro de las grandes naciones pesqueras han ratificado el acuerdo. Se trata de Rusia, Islandia, Noruega y Estados Unidos.

Mientras, ocho países en desarrollo que participan de 27 por ciento de la pesca mundial no lo han firmado: Chile, Perú, India, Corea del Norte, Tailandia, México, Malasia y Vietnam.

Sólo 15 países ratificaron de momento el tratado, que está a la firma de los miembros de la ONU desde hace dos años.

Carole St. Laurent, de WWF, señaló que la Asamblea General de la ONU, de 185 miembros, debe solicitar a los gobiernos la firma y ratificación del acuerdo, de modo de que entre en vigencia a fines de 1998.

Greenpeace y WWF también pretenden que la Asamblea General inste a la Organización Mundial de Comercio a exigir la reducción de los subsidios gubernamentales a la pesca comercial.

Esas subvenciones representan decenas de miles de dólares por año, y han determinado el exceso de capacidad de captura de la industria pesquera mundial, advirtió Sutton.

"La Unión Europea destina dos tercios de su presupuesto de pesca a subsidiar flotas comerciales" que practican la sobrepesca en aguas internacionales del mundo en desarrollo, agregó.

La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) calcula que 70 por ciento de los principales caladeros de pesca han sido explotados a su máxima capacidad o están sobreexplotados.

El Congreso de Estados Unidos aprobó este mes una ley que impide el reingreso de arrastreros y otros grandes barcos pesqueros en aguas de Nueva Inglaterra e impone una veda de un año a la actividad dentro de los límites marítimos del país de buques de gran escala de empresas extranjeras.

Clif Curtis, asesor político de Greenpeace, destacó que hace sólo una semana, la Corte Suprema de Justicia de Chile prohibió al buque estadounidense "American Monarch" la entrada en aguas chilenas.

La Corte Suprema arguyó que "American Monarch", que puede capturar 1.000 toneladas de pescado por día y exporta a Japón la mayor parte de su captura, podría causar "un daño irreparable" a la vida marina del país.

Greenpeace calificó la decisión judicial de "paso positivo en defensa de los recursos naturales" de Chile, aunque advirtió que el "American Monarch" es sólo "la punta del iceberg" de la amenaza potencial de sobrecaptura.

La pesca ha experimentado un explosivo incremento en los últimos años y la cantidad de buques pesqueros se duplicó de 1970 a 1990, de acuerdo con FAO.

El acuerdo internacional intenta reducir el impacto de la sobrepesca y exige a los gobiernos colaborar en el manejo de los caladeros y promueve el empleo de aparejos no destructivos.

Greenpeace estimó que cada año se captura involuntariamente 27 millones de toneladas de peces, que mueren y son devueltos al mar, debido a métodos depredadores de pesca en gran escala como los que utilizan redes de fondo. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ff/en/97

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