A menos de una semana de que 150 países se reúnan en Kioto, Japón, para negociar un acuerdo mundial sobre cambio climático, el grupo ambientalista Sierra Club lanzó un contraataque contra una campaña multimillonaria de fabricantes de automóviles que busca descarrilar las próximas negociaciones.
La promoción televisiva del grupo muestra imágenes del presidente de Iraq, Saddam Hussein, mientras una voz advierte a la audiencia que "La cantidad que Ud. paga en la gasolinera es dictada por hombres como este".
El anuncio muestra luego fotografías de la sede gerencial de General Motors, Ford y Chrysler y afirma "La cantidad (de litros) que Ud. carga es dictada por hombres como estos".
La cara del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, aparece luego en la pantalla, mientras la voz dice "si le preocupa el recalentamiento del planeta, envíe un mensaje a este hombre".
La campaña se propone llamar la atención para que los fabricantes de vehículos aumenten la eficiencia del combustible co el fin de reducir las emisiones de gases que causan el recalentamiento del planeta.
"El presidente Clinton necesita empujar a la industria automotriz para que fabrique vehículos más eficientes en el gasto de combustible", dijo Dan Becker, presidente de la campaña del grupo.
La reunión de Kioto, entre el 1 y el 10 de diciembre, deberá alcanzar un consenso sobre un plan internacioal de acción para reducir la emisión de gases producidos por la quema de carbón, petróleo y gas, durante los próximos 10 a 20 años.
Estos gases "con efecto invernadero" que atrapan el calor en la atmósfera son responsables de un aumento de temperaturas en todo el planeta. Si no se detiene el fenómeno, podría desatar cambios en la atmósfera, un aumento del nivel del mar, y patrones climáticos más impredecibles y posiblemente violentos, según la mayoría de los científicos.
Al ritmo actual, los científicos afirman que Estados Unidos liberará en el 2000 en la atmósfera más gases con efecto invernadero que en 1990. Las crecientes emisiones de gas de automóviles, camiones y vehículos deportivos son responsables de este aumento.
A comienzos de este año, la Unión Europea respaldó un ambicioso plan para reducir las emisiones de los países industrializados 15 por ciento, a los niveles de 1990, antes del 2010. El anfitrión de las conversaciones de Kioto, Japón, propuso una reducción de cinco por ciento a los niveles de 1990 entre el 2008 y el 2012.
Tras un duro debate entre los asesores económicos y políticos de Clinton por un lado y los asesores diplomáticos y ambientalistas por otro, la Casa Blanca anunció un mes atrás que aceptará estabilizar las emisiones a niveles de 1990 entre el 2008 y el 2012.
Ambientalistas disgustados que habían esperado una meta mucho más ambiciosa afirman que Clinton se está dejando atrapar por las industrias contaminantes, incluyendo los tres grandes fabricantes de vehículos.
Ford, Chrysler y General Motors bloquearon desde 1975, según los ambientalistas, todo intento por reducir el consumo de combustible.
Ahora la industria automotriz está al frente de la oposición a un tratado mundial para limitar las emisiones, y afirma que un acuerdo en Kioto la llevaría a la bancarrota, eliminaría miles de puestos de trabajo y daría ventajas injustas a la competencia extranjera.
Los automóviles eficientes en el gasto de combustible ahorrarán dinero a los consumidores mientras reducen las emisiones, alega un informe de las organizaciones STPP y EWG.
El Proyecto de Política de Transporte Terrestre (STPP) es un grupo de defensa del transporte masivo y el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) una organización de investigación sin fines de lucro con sede en Washington.
El aumento de la eficiencia podría, por sí sola, reducir las emisiones en 36 millones de toneladas por año, más de la mitad de la cantidad necesaria para alcanzar los niveles de 1990, puntualiza el informe. Esto ahorraría a Estados Unidos más de 200.000 millones de dólares en costos de petróleo durante la próxima década.
La familia promedio ahorraría alrededor de 2.000 dólares durante el período inicial de la implementación de las normas de eficiencia. Después de esta primera fase, las familias evitarán gastar un promedio de 600 dólares anuales al reducir su consumo anual de gasolina en unos 1.850 litros.
Hank Dittmar, director ejecutivo de STPP, afirmó que automóviles más eficientes y otras innovaciones de ahorro de energía como mejor diseño de los barrios ahorrarán a los consumidores estadounidenses cientos de dólares anuales en costos de transporte, a la vez que protegen al medio ambiente.
El informe destaca que ya existen tecnologías para hacer automóviles más eficientes sin comprometer la calidad o la comodidad.
El automóvil híbrido a gasolina y electricidad de Toyota, el Prius, que pronto se venderá en Japón, rinde 121 kilómetros con cuatro litros de gasolina y producirá sólo la mitad de las emisiones del automóvil estadounidense promedio.
Sin embargo, una portavoz de Chrysler Corp., no obstante, dijo que mientras los fabricantes de automóviles produjeron una amplia variedad de pequeños vehículos com mayor kilometraje por litro de gasolina, los autos de mayor tamaño pero menos eficientes son más populares en Estados Unidos.
Esto se debe a que los precios del petróleo son bajos en Estados Unidos en relación al resto del mundo. "Se trata de la elección del consumidor", dijo la portavoz.
Tras el embargo al petróleo de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) de 1973, Estados Unidos obligó a los fabricantes a duplicar la eficiencia de combustible de los vehículos nuevos.
Esto resultó en la exitosa reducción de la mitad del consumo normal de combustible. Pero los éxitos de los años 70 y 80 son superados ahora por el aumento en la distancia promedio que recorre la gente.
Las millas recorridas aumentaron 50 por ciento entre 1981 y 1995, según el estudio del STTP, en parte debido a la expansión demográfica suburbana de baja densidad, y el resultante aumento de la distancia entre hogares, trabajo, escuelas, negocios y recreación. (FIN/IPS/tra-en/dk/lp/en-ip/97