La asamblea general anual de Amigos de la Tierra (AT), una de las mayores organizaciones ecologistas del mundo, ratificó la evolución del pensamiento "verde" en dirección del abandono de las tesis meramente ambientalistas del pasado.
El encuentro, desarrollado en Montevideo entre los días 14 y 19, fue ocasión para que las federaciones nacionales de AT marcaran que hablar ahora de "ecología" supone una actitud que trasciende lo ambiental para adquirir connotaciones sociales más amplias.
"Ahora nos manejamos esencialmente con el concepto de sustentabilidad, que comprende no sólo el respeto por el entorno natural sino también el de equidad y de justicia social", cosa que a los grupos ambentalistas les ha costado asumir, dijo en el congreso el presidente de AT, Kevin Dunion.
Los ecologistas atravesaron hace años, como todo nuevo movimiento social que necesita marcar su identidad para surgir y afirmarse, fases "fundamentalistas" en que desvinculaban lo ambiental de lo social, dijeron a su vez integrantes de la Red de Ecología Social de Uruguay (Redes), anfitriona del foro.
"Un gobierno puede perfectamente respetar el entorno pero al mismo tiempo aplicar políticas sociales injustas y asumir una gestión autoritaria", destacó Dunion.
Es en ese sentido, por ejemplo, que organizaciones ecologistas como AT critican el "ropaje verde" con el que se viste actualmente a su juicio el Banco Mundial, que aplica condicionamientos ambientales a sus créditos a los países del Sur y paralelamente promueve políticas de ajuste económico generadoras de pobreza.
Creada en 1971, la organización agrupa a centenas de miles de personas (más de 250.000 únicamente en Alemania) de 56 países de los cinco contintentes. Su implantación en América Latina, así como en Europa oriental, es relativamente reciente, de fines de los años ochenta.
Además de temas de funcionamiento interno, la Asamblea, que funcionó por segunda vez en un país latinoamericano, abordó problemáticas como cambio climático, globalización económica, sociedades sustentables, deforestación, comercio y ambiente y energía nuclear.
Previo a la reunión, Redes promovió en Montevideo una conferencia internacional, "Volver al futuro", en la que se abordaron temas similares, con participación de delegaciones de organizaciones sociales, sindicales, campesinas e indígenas de 30 países, sobre todo latinoamericanos.
"Recuperar el concepto de utopía", fue uno de los principios reivindicados tanto en la conferencia "Volver al futuro" como en la reunión anual de AT.
En ambos espacios, la "utopía" fue identificada como la defensa de la posibilidad de vivir en "un mundo en el que quepan muchos mundos", donde se respete el poder de las comunidades locales y la experimentación de formas alternativas de vida.
"Las sociedades sustentables que ya existen, indígenas y campesinas, están en serio peligro de destrucción de sus formas de vida por el avance de un modelo político, económico e industrial insustentable", señala la conclusión de los talleres de "Volver al futuro".
El actual proceso de globalización económica, agrega, "lleva a la destrucción de la naturaleza y de las sociedades, favoreciendo la privatización de la vida y la transformación de los elementos básicos del sustento -desde las semillas al conocimiento y la educación- en mercancías para el lucro".
En la Asamblea de AT fue destacado como un avance "civilizatorio" la adopción por el gobierno danés, hace dos años, del concepto de "espacio ambiental", una noción que tiene relación con lo que cada país necesitaría en recursos naturales y energía en función de su población.
Aun considerando que ese progreso no tendrá consecuencias más allá de las fronteras de un país que ya se ha destacado por aplicar políticas sustentables, Amigos de la Tierra estima que su ejemplo puede cundir en su región, donde la organización está desarrollando una campaña en favor de la "Europa sustentable".
La asamblea de AT prestó particular atención al tema de "la globalización y el papel de las trasnacionales", no sólo en el área ambiental sino también en lo que tiene que ver con la desregulación de los mercados de trabajo y la "deslocalización" de empresas.
"Los principaales actores y favorecidos por el proceso de globalización son las empresas multinacionales, mientras la Organización Mundial del Comercio, junto con el Banco Mundial, se cuentan entre sus principales instrumentos", señala en ese plano la declaración de la conferencia "Volver al futuro". (FIN/IPS/dg/jc/dv-en/97)
