/AMBIENTE/CUBA: El Niño provocó adelanto de zafra azucarera

Cuba decidió adelantar el inicio de la producción de azúcar en aras de prevenir al máximo los contratiempos que se espera provoque el fenómeno meteorológico de El Niño a la principal agroindustria en este país del Caribe.

"Guerra avisada no mata soldados", dijo un funcionario del sector ante la decisión gubernamental de trasladar el tradicional inicio de los cortes y la molienda de caña en diciembre a esta última semana de noviembre.

Así y todo, el adelanto en unos días de la zafra sólo podría atenuar en algo los efectos de la oscilación del sur a ese sector clave de la economía cubana, cuyo pico productivo coincide con la estación invernal.

De acuerdo con los pronósticos para los próximos meses, Cuba podría enfrentar con cierta regularidad condiciones meteorológicas complejas, lluvias intensas, inundaciones costeras y tormentas locales severas.

La decisión del Ministerio del Azúcar coincidió con la activición por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil de los planes para casos de catástrofe y de las medidas para proteger a la población y preservar los bienes económicos.

Un informe distribuido el viernes último por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó que las fuertes condiciones oceánicas de episodio cálido proseguirán durante el resto de este año y se extendrán hasta marzo-mayo de 1998.

De acuerdo con la OMM la intensidad que va alcanzando El Niño este año sólo es comparable a la observada durante 1982-1983, ocasión en que se produjo el peor de los fenómenos de este tipo en el siglo.

Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba, recordó ese mismo día que entre enero y marzo de 1983 Cuba sufrió fuertemente el efecto de lo que llamó "El Niño diabólico del clima".

De 18 bajas extratropicales o ciclones invernales que se formaron en ese período en el Golfo de México, cuatro azotaron a la isla de manera intensa, trayendo consigo copiosas lluvias y tormentas locales severas.

Los reportes meteorológicos señalan que las condiciones de mal tiempo se impusieron desde la segunda semana de enero, interrumpidas sólo por breves intervalos de días tranquilos.

Las precipitaciones ascendieron a un promedio diario superior a los cien milímetros en todo el país, se registraron seis granizadas consideradas significativas, ocurrieron 12 tornados y varias penetraciones del mar en zonas de los litorales norte y sur de la isla.

De acuerdo con el Anuario Estadístico de Cuba de 1988, durante la zafra 1982-1983 los centrales azucareros cubanos estuvieron paralizados a consecuencia de las lluvias 18,5 por ciento del tiempo en que debían moler.

La mayoría de las paralizaciones de esa zafra fueron motivadas por condiciones meteorológicas y esa fue la ocasión en la década pasada en que esa agroindustria perdió más tiempo por las lluvias.

Cuba cerró la producción de la zafra 1982-1983 con 6,9 millones de toneladas del dulce, muy por encima de lo que se propone para la actual, pero por debajo del promedio anual de 7 millones de toneladas en la década pasada.

Los productores de azúcar de caña suelen temer a las lluvias en períodos de zafra porque el agua paraliza los cortes, tanto manuales como por las maquinarias.

Expertos estiman que de presentarse El Niño como se espera se alejará aún más la reanimación del sector azucarero, afectado por la crisis económica que provocó un descenso del producto interno bruto de 34,8 por ciento entre 1990 y 1993.

El azúcar, uno de los principales rubros exportables cubanos junto al níquel, los productos del mar, los habanos y los cítricos, se vio desplazada en los últimos años por la industria turística como principal fuente de divisas de la isla.

La producción, que llegó a bajar hasta 3,3 millones de toneladas, pareció recuperarse en 1996 con un cierre de 4,45 millones, pero volvió a sufrir un retroceso este año cuando no se superaron las 4,2 millones de toneladas, según los expertos.

La cifra oficial del cierre de la zafra en junio pasado aún no ha sido revelada por las autoridades, como se mantiene también en silencio cualquier pronóstico exacto para el período productivo que se inició esta semana.

"No podemos lograr aún los nniveles de azúcar a que aspiramos pero sí estamos en condiciones de dar unn salto en la eficiencia y disminnuir el costo de la tonelada", dijo el general de división y ministro del azúcar, Ulises Rosales del Toro.

El quinto congreso del Partido Comunista, en octubre, concluyó que el sector deberá disminuir apreciablemente sus costos a fin de obtener mayores beneficios en relación con los precios internacionales y alcanzar siete millones de toneladas como mínimo.

Autoridades y expertos cubanos coinciden en reconocer que sin el despegue definitivo del sector azucarero se hace imposible hablar de la consolidación del proceso de reanimación de la economía cubana y, por ende, del fin de la crisis que ya dura siete años. (FIN/IPS/da/dg/if-en/97

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