Científicos temen que un lago en Takijistán inunde grandes áreas de Asia Central en caso de terremoto. Se trata del lago de Sarez, formado en 1911 cuando un deslizamiento de tierra bloqueó el curso del río Murghob a 3.000 metros de altura sobre las montañas de Panir.
El lago de 500 metros de profundidad es retenido por una represa natural de 60 metros de elevación y más de cuatro kilómetros de ancho.
Los científicos advierten que si la represa cediera, 17.000 millones de toneladas de agua cubrirían grandes extensiones de Tajikistán, Uzbekistán, Turkmenistán y Afganistán.
"Millones de toneladas de agua del lago de Sarez penden sobre los territorios aledaños a una altura de 3.000 metros. Es un verdadero lago colgante", señaló el científico tajik Oleg Barotov.
"Las montañas de Muzkol y de Alichursky del Norte en que el lago se asienta son objeto de considerable actividad sísmica y de frecuentes terremotos. El acantilado que sostiene el lago puede ceder y crear una ola que barrería todo a su paso en el populoso valle de Bartang, hasta el mar de Aral", agregó.
Para evitar la catástrofe, el nivel de aguas en el lago debe ser reducido entre 150 y 200 metros, dijo Barotov. Mientras tanto, el lago es vigilado constantemente.
Una noche de febrero de 1911, un poderoso terremoto sacudió la sierra y en pocos minutos los deslizamientos de tierra generaron la represa de Usoi. El dique bloqueó el curso del río Murghob y, atrapado detrás de una muralla de rocas, comenzó a crecer, inundando la aldea de Sarez para formar un gran lago.
El lago de Sarez contiene más de 2.220 millones de metros cúbicos de agua, cuyo peso es de 6.000 millones de toneladas. El lago se estabilizó a mediados de la década del 40. Tiene 61 kilómetros de longitud, con una amplitud promedio de 1,44 kilómetros.
Su punto de mayor profundidad llega a 505 metros, aunque la media es de 185 metros. Ocupan una superficie de 88 kilómetros cuadrados y sus orillas miden 170 kilómetros.
Desde los años 50, científicos e ingenieros estudian la estabilidad del dique natural y consideran hipótesis acerca de la gigantesca ola que se descargaría sobre el valle destruyendo todo a su paso, si la represa natural cediera.
La principal tarea de los científicos consiste en calcular con exactitud usando modelos matemáticos la velocidad de la ola, su peso y potencia destructora y el tiempo que le llevaría alcanzar las áreas pobladas.
El lago es "bello y de potencia letal", dijo Abduhakim Shukurov, ex director del servicio nacional de hidrometeorología de Tajikistan. El lago, de aguas excepcionalmente puras, semeja un alto y brillante espejo rodeado de cumbres nevadas.
Debido a la considerable actividad sísmica, la situación en el valle fue considerada con atención incluso en tiempos del zar Nicolás II.
El primer punto permanente de observación del lago fue establecido en 1913, aunque no fue hasta 1934 que los científicos fueron alertados por el peligro de erosión, que puede provocar el colapso del dique.
Se sugirió entonces que la inundación podría acercarse incluso al nordeste de Irán. La altura de la ola en esa gran distancia oscilaría entre tres y 25 metros.
En la era soviética, Moscú y Dushanbe realizaron varios planes para reducir el nivel del lago. Ni siquiera la segunda guerra mundial interrumpió las inversiones en la resolución del problema.
A mediados de los años 60, los científicos concluyeron que el riesgo de fractura del dique era mínimo, debido a la filtración natural de agua.
De 1975 a 1984, el consejo de ministros y el Ministerio de Energía de la Unión Soviética y el gobierno de Tajikistán promulgaron una serie de decretos relativos al lago.
En 1975, el consejo de ministros encomendó al Ministerio de Recursos Hidrícos y al de Energía, el Servicio Hidrometeorológico y la Academia de Ciencias una serie de medidas para evitar el colapso del dique y para utilizar las aguas del lago en irrigación y generación de electricidad.
Cinco planes fueron desarrollados, pero resultaron rechazados debido a su alto costo.
El comité de hidrometeorología de Tajikistán creó en 1980 un sistema de alerta automático por radio, que puede enviar señales por satélite a las oficinas del gobierno en Dushanbe sobre cualquier movimiento en el dique.
La preocupación de los científicos, sin embargo, es evitar un posible colapso. La tragedia podría ocurrir pues hay una gran fractura en la pared del acantilado que sostiene el lago. Un terremoto o un deslizamiento de tierra podría romperla en minutos.
Un equipo de científicos propuso un plan completo de reducción del nivel de aguas mediante la producción de energía hidroeléctrica. Pero la discusión acerca del financiamiento coincidió con la desaparición de la Unión Soviética.
Y el gobierno de la ahora independiente república de Tajikistán no tiene recursos. Más aún, el sistema de alerta por radio ya no funciona. El gobierno ha creado un departamento especial para el lago en el Comité de Situaciones de Emergencia.
En la cumbre de líderes de Asia central celebrada en Tashkent a principios de este año, Tajikistán presentó un proyecto para resolver el caso de Sarez y también el desastre ecológico del lago de Aral.
El plan prevé la transferencia de aguas del lago, vía canales naturales y artificiales, a las resecas regiones del mar de Aral. El proyecto exige grandes inversiones, no solo a los estados de Asia central involucrados, sino también de la comunidad internacional.
Solo Uzbekistán, entre los países asistentes a la cumbre, manifestó interés en la iniciativa de Tajikistán. (FIN/IPS/tra- en/jmp/rj/ff-mj/97)