Una iniciativa de reciclaje de desechos en Malasia puesta en marcha por dos mujeres cuenta con 11 centros de procesamiento en Kuala Lumpur, cada uno de los cuales obtiene unos 1.800 dólares anuales.
Leela Panikkar y Christa Hashim dejaron sus empleos para dedicarse a la empresa sin fines de lucro TrEES, ahora extendida en una amplia red de reciclaje.
Si bien la primera unidad de reciclaje sólo logró reunir 300 kilogramos de desechos durante su primer mes en funcionamiento, la empresa trata ahora unas 35 toneladas de desechos reciclables por mes.
Siete de los centros TrEES, que actúan como puntos a depósito de desechos reciclables, están ubicados en hogares de la seguridad social, mientras otros cuatro se ubican en almacenes y supermercados.
Se reciclan botellas de vidrio, latas de aluminio, acero, vestimenta vieja utilizable y todo tipo de papel. La vestimenta se vende en villas locales, o se envía a BirmaniA, y el resto del material recolectado se vende directamente a empresas recicladoras.
Alrededor de 10 por ciento de las ganancias totales de los centros se destinan al programa de reciclaje de TrEES. El resto de las ganancias obtenidas en los hogares de bienestar social son utilizados por ellos mismos.
Los supermercados y tiendas donde están ubicados otros centros emiten cupones a los consumidores a cambio de desechos reciclables. Los cupones pueden ser utilizados en tiendas participantes del proyecto.
Pero lo más importante es que TrEES logró dar a la indiferente ciudadanía malasia un sentido de conciencia cívica, y una oportunidad de hacer algo por mejorar el medio ambiente urbano.
Panikkar y Hashim decidieron instalar TrEES porque "nadie estaba en realidad ocupándose de los problemas urbanos, como por ejemplo cómo reciclar basura. Es tan fácil comprar cosas y tan fácil desecharlas". El desafío, destacan, fue encontrar la forma de procesar los desechos.
Ambas mujeres se lanzaron a una aventura a lo desconocido. Aunque la meta era que TrEES lograra "inspirar y activar estilos de vita sostenibles entre los malasios", no tenían idea cómo podrían hacerlo.
Meses de planificación dieron su resultado. Dos días después de inaugurado el primer centro, la gente comenzó a llegar con sus periódicos viejos, lo cual fue señal de que la causa valía la pena.
Ahora, un centro de recolección de TrEES en un supermercado funciona durante tres horas a la semana. En ese plazo, alrededor de 55 personas se acercan con unas 2,5 toneladas de materiales reciclables como papel de periódico, revistas, cajas de cartón, latas de comestibles e incluso directorios telefónicos.
Pero TrEES no sólo se ocupa de la recolección y la venta, y ha dirigido programas de reciclaje en los hogares para grandes empresas. Los programas de largo plazo muestran al personal de las compañías cómo reciclar y separar papel de oficina para el reciclaje.
TrEES también brinda talleres de capacitación ambiental, charlas y exhibiciones a destacadas empresas malasias. Estos resultaron ser tan populares que se convirtieron en la principal fuente de ingresos de la empresa.
La empresa participa en el movimiento mundial "Limpiar al Mundo". En este movimiento, a mediados de septiembre, más de 30 millones de personas del globo pasan un fin de semana limpiado los alrededores.
Los nuevos planes son enseñar a la gente la elaboración de abono vegetal, para que sepa qué hacer con sus desechos vegetales. (FIN/IPS/tra-en/an/cb/js/lp/en/97