El fenómeno oceanográfico del Niño causó en 1997 cambios espectaculares en las lluvias de gran parte de las regiones tropicales del planeta, informó un estudio especializado difundido el viernes 21.
Las precipitaciones aumentaron de manera notable en las áreas orientales del oceáno Pacífico y en cambio descendieron por debajo de lo normal en Indonesia y en la parte occidental del Pacífico.
En muchas zonas de Indonesia se registraron durante los últimos meses déficit de lluvias de más de 400-500 milímetros. En los meses de agosto y septiembre hubo promedios de 60 milímetros, en comparación con las marcas habituales de 180-220.
La gran sequía verificada en el país asiático contribuyó al estallido de incendios incontrolados en las islas de Sumatra y Borneo, que afectaron durante semanas a gran parte de la región.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) distribuyó este viernes un informe, denominado "El Niño hoy", donde describe la intensidad y el impacto del fenómeno en la actual temporada y pronostica su comportamiento para el año venidero.
El rasgo peculiar del fenómeno, el aumento de las temperaturas de la superficie del mar, alcanzó niveles casi sin precedentes en muchas partes del Pacífico oriental durante agosto y septiembre.
Las desviaciones de lo normal superaron +4 grados a lo largo del este del Ecuador de 120 grados Oeste. La diferencia subió a +5 grados cerca de las islas Galápagos y a lo largo de la costa septentrional de Perú.
El Niño, que ha dejado pruebas de su existencia desde hace miles de años, es el resultado de una interacción entre las capas de la superficie de los océanos y la atmósfera subyacente.
El fenómeno se caracteriza por un amplio calentamiento de la parte superior del océano en la región tropical del Pacífico oriental, que dura tres o más estaciones.
Este año, desde julio, han persistido en el Pacífico tropical las fuertes condiciones del episodio cálido bautizado "El Niño" por su aparición cerca de Navidad.
La OMM dijo que las temperaturas en la superficie del mar a lo largo de la parte oriental-central ecuatorial del Pacífico aumentaron durante abril y mayo.
Las predicciones indican que las fuertes condiciones oceánicas de episodio cálido proseguirán durante el resto de este año y se extendrán hasta comienzos de 1998.
En la estación de marzo-mayo de 1998 persistirán las mismas fuertes condiciones que solo son comparables a las observadas durante 1982-1983, observó el informe.
Después de ese período se verificará el restablecimiento de las condiciones normales, que se caracterizan por una lengua de agua de aire frío en el este del Pacífico oriental.
La huella del Niño se detectó en la sequía que abarcó a casi toda América Central de junio a octubre de este año y se extendió también a la parte septentrional de América del Sur y a una zona al este, a lo largo del Atlántico sur tropical.
El fenómeno provocó también una disminución marcada de la actividad de tormentas y huracanes tropicales a lo largo del Atlántico norte subtropical.
Otro impacto del Niño fue una mayor onda de condiciones favorables para la actividad de ciclones tropicales sobre la parte oriental del Pacífico norte y una ampliación de esa actividad hasta entrado noviembre.
En el subcontinente indio, los monzones registraron una circulación global más débil de lo normal en la atmósfera superior a pesar de precipitaciones generalmente casi normales en la India durante este verano.
La OMM consignó que la región de Australasia se caracterizó por una gran sequedad desde junio, con incendios y sequías en gran escala.
En la parte meridional de Africa occidental, las precipitaciones fueron anormalmente bajas desde julio. En Africa meridional, la estación de lluvias no ha comenzado hasta la fecha en la mayor parte de la región.
Por el contrario, en Africa oriental las precipitaciones han sido excepcionalmente intensas a lo largo de la costa, superiores en general al promedio, como acaba de ocurrir en la primera parte de noviembre.
En la parte septentrional de América del Sur se desarrollaron condiciones anormales de sequía, que se extendió también desde la parte nororiental hacia la zona occidental de Africa.
En las zonas central y meridional de América del Sur, las condiciones fueron más húmedas de lo normal entre junio y octubre. Además, en la mayor parte del continente la temperatura superó al promedio normal.
En algunos lugares del centro de Chile, la precipitación anual normal de todo un año se produjo en un solo día.
En América del Norte, la persistencia de aguas oceánicas anormalmente cálidas frente a la costa occidental ha originado la aparición de especies marinas inhabituales desde la Baja Península hasta el oeste del Pacífico.
Otro efecto en la región ha sido la menor actividad de tormentas y huracanes tropicales a lo largo de las costas orientales y del Golfo de Estados Unidos, con la entrada este año de un sólo sistema (Danny).
Al mismo tiempo, debido a la ampliación de la zona de condiciones favorables, varios huracanes del este del Pacífico giraron hacia el norte y penetraron en México, con consecuencias desastrosas, recordó la OMM. (FIN/IPS/pc/ag/en/97) = 11211708 NYC139= 11231553 NYC022