AMBIENTE: Central nuclear de Cuba no amenazaría a Estados Unidos

El reactor nuclear que comenzó a construirse en Cuba hace más de 10 años no representa amenaza alguna para Estados Unidos, de acuerdo con una delegación independiente que realizó una visita de cinco días a La Habana.

El grupo de investigadores estadounidenses, constituido por civiles con poder de decisión y ex militares, duda que el gobierno de Cuba pueda financiar la terminación del proyecto, que ya costó más de 1.000 millones de dólares.

"No existe un Chernobyl en Cuba, pese a las afirmaciones alarmistas realizadas en Estados Unidos", aseguró el contralmirante retirado Eugene Carrol, subdirector del Centro para la Información sobre Defensa, un grupo crítico del Pentágono.

El reactor nuclear de Juaragua, diseñado por técnicos soviéticos, está localizado en la provincia de Cienfuegos, a 250 kilómetros de la capital.

Desde el día en que el gobierno cubano comenzó la construcción, en 1983, funcionarios estadounidenses expresaron su alarma por la presencia de una central atómica de dudosa seguridad a menos de 150 kilómetros de la costa de Florida.

Así mismo, Washington argumentó que Cuba no es signataria del Tratado de No Proliferación Nuclear, que prohíbe el desarrollo de armas atómicas.

El gobierno cubano había detenido la construcción de la central en 1992 debido a la crisis económica que padece la isla desde el colapso de la Unión Soviética.

Este año, sin embargo, Cuba reanudó la tarea y parece determinada a culminar lo que llama "la obra del siglo", considerada absolutamente necesaria para garantizar el desarrollo económico del país.

"Debe hacerse", dijo a la delegación visitante Rafael Soler de Chappel, viceministro de Industria Básica.

Cuba favorece la opción nuclear porque posee escasas fuentes de energía y se ve obligada a importar la mayor parte del petróleo que utiliza.

"Cuba necesita todo tipo de fuentes de energía, y no existe razón para que renuncie a una opción de bajo costo, como lo es la energía nuclear", dijo Danilo Alonso, director del Centro de Información sobre Energía Nuclear, una organización cubana.

Fuentes del Ministerio de Industria Básica sostuvieron que Juragua podrá producir la energía equivalente a 700.000 toneladas de petróleo tan pronto como esté terminado el primer reactor.

Sin embargo, señaló la delegación, ni Cuba ni Rusia están en condiciones de aportar los 1.000 millones de dólares necesarios para completar la central, y es improbable que surjan otras fuentes extranjeras de financiación.

Se estima que el mantenimiento del reactor inconcluso cuesta de dos a tres millones de dólares por año. Aún si el gobierno consiguiera los fondos necesarios para su terminación, ésta requeriría unos cuatro años, señaló el grupo.

Sin embargo, Cubra logró obtener un préstamo de 30 millones de dólares de Rusia para el mantenimiento de las instalaciones, y ambos países continúan en busca de fondos de terceros países.

"Aun si la central fuera terminada, no representaría un riesgo importante para Estados Unidos", afirmó el miembro de la delegación Thomas Cochran, físico nuclear e investigador del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, un grupo ambientalista con sede en Washington.

En caso de que ocurriera un accidente, sería de pequeñas proporciones y dañaría principalmente a Cuba. "Un accidente tendría un efecto devastador sobre la economía cubana, ya que otros países no querrían importar sus productos contaminados", advirtió.

Cochran expresará al Departamento de Estado su desacuerdo con la propuesta del Departamento de Defensa de controlar la radiación nuclear en Cuba.

"Sería un desperdicio de dinero… La amenaza no existe, porque actualmente no hay combustible en el reactor nuclear", dijo el físico. (FIN/IPS/tra-en/dk/ml/en/97

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