/AMBIENTE/: Canadá y TLC enfrentados por gases contaminantes

Un documento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) sobre gases contaminantes que cruzan la frontera entre Canadá y Estados Unidos contradice un informe del gobierno de Ottawa, afirman ambientalistas.

La Comisión para la Cooperación Ambiental (CEC), creada por el TLC, firmado entre Canadá, Estados Unidos y México, expresó que la meta del gobierno para el ozono a nivel del suelo es en Canadá de 82 partes cada mil millones por hora.

Estados Unidos restringió su objetivo a 80 partes por mil millones cada ocho horas.

Pero un documento del departamento federal de ambiente de Canadá indica que no hay límites seguros de ozono a nivel del suelo e incluso si el estándar actual se cumpliera, no protegería la salud pública.

"No existe un umbral discernible para la salud humana del nivel mínimo de ozono. La meta actual del gobierno canadiense de 82 partes por mil millones no protege a humanos ni plantas", sostienen los autores del documento federal.

El nivel mínimo de ozono es peligroso "en cualquier nivel, según los estudios del gobierno", aseguró John Wellner, activista de la Alianza Ambientalista de Toronto. Sólo los políticos, y no los científicos, adhieren a la posición que sostiene la existencia de niveles aceptables, añadió.

El estudio del TLC identifica dos corrientes de ozono al nivel del suelo, una que va al norte desde el centro de Estados Unidos hacia el sur de las provincias canadienses de Ontario y Quebec, mientras la segunda viaja al nordeste, a las provincias atlánticas de Canadá.

El ozono a nivel del suelo durante los meses cálidos es "un poderoso irritante de las vías respiratorias y un problema de salud generalizado en gran parte de América del Norte", señaló la CEC, en su campaña para que Canadá y Estados Unidos realicen un esfuerzo conjunto para controlar los gases contaminantes.

La exposición al ozono provoca problemas respiratorios en las personas afectadas del centro y este de América del Norte, y quienes corren mayor peligro son los asmáticos.

El documento de la CEC indicó que en el sur de Ontario, de elevada industrialización, hubo cinco por ciento de incremento de los ingresos a hospitales por causas respiratorias debido al aumento de 50 partes por mil millones de la concentración de ozono.

Este efecto fue más grave entre los niños, cuyos ingresos a los hospitales aumentaron más de ocho por ciento.

Wellner indicó que estudios del gobierno demostraron que sólo en Toronto, 15 personas mueren cada año a causa de los gases contaminantes y que dicha cifra llega a unos 1.800 para toda la provincia de Ontario.

El estudio del TLC también se refiere al fortalecimiento del estándar nacional para los gases contaminantes en Estados Unidos por la Agencia de Protección del Ambiente (EPA) y el proceso paralelo en Canadá por el que Ottawa está revisando sus metas de ozono para mejorar la calidad del aire.

Aunque ambos países comparten la responsabilidad por los gases contaminantes, Canadá tiene pautas voluntarias, no coercitivas, para las emisiones de ozono a nivel del suelo.

Mientras, la EPA estadounidense puede obligar legalmente a los estados locales, ciudades e industrias a cumplir con los estándares establecidos, afirmó Bruce Walker, director de investigaciones de la organización ambientalista STOP, de Montreal.

Ontario y la ciudad de Vancouver, en la provincia occidental de Columbia Británica, cuentan con inspecciones obligatorias de automóviles y camiones que emiten gases contaminantes, pero "por lo general, es más la excepción que la norma en Canadá", precisó Walker.

"Las provincias no tienen ánimo de regular el sector en la actualidad", añadió.

Ontario Hydro, la empresa pública de energía hidroeléctrica de la provincia, está incrementando la generación de energía mediante combustibles fósiles debido a dificultades con su programa de energía nuclear.

Mientras, la organización Grupo de Evaluación del Ozono solicitó una reducción de la contaminación creada por el ozono que emiten las grandes plantas de energía de hasta 85 por ciento de los niveles de 1990.

Wellner contrasta la situación con el plan contra gases contaminantes del gobierno de Ontario, que prevé una reducción de 45 por ciento para el 2015. (FIN/IPS/tra-en/pw/mk/aq-lp/en/97

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