El presidente de Botswana, Ketumile Masire, anunció esta semana que se retirará en 1998. Se trata de un gesto poco frecuente en Africa, donde los líderes suelen tomar el poder por la fuerza para ser derrocados luego.
Muchos líderes africanos fueron obligados a abandonar sus cargos por medio de las armas. Al menos 25 presidentes y primeros ministros en funciones perdieron sus vidas desde 1960 debido a la violencia política en el continente.
Pero el ejemplo de Masire, de 72 años, no será seguido, por seguridad, por sus pares de Africa austral.
"El retiro de Masire es una buena noticia para la región. Pero es poco probable que Robert MUgabe en Zimbabwe y Sam Nujoma en Namibia hagan lo mismo", dijo John Makumbe, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Zimbabwe.
"Creen que nadie más que ellos es capaz de hacer ese trabajo", agregó.
Masire, quen llegó al poder en 1980, anunció el lunes que se retiraría de la jefatura de estado el 31 de marzo de 1998. Será uno de los pocos líderes de la historia de Africa que se van sin que lo saquen.
El mandatario manifestó en el Parlamento de Botswana su confianza en que dejará el cargo en buenas manos.
El presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, es el único junto con Masire que anunció su próximo retiro, en su caso a fines de 1999. Solo Julius Nyerere, de Tanzania, se retiró de la presidencia de forma pacífica, en 1985, tras 24 años en el poder.
Nyerere propuso a los países africanos la introducción de normas constitucionales que limiten el período en la presidencia, pues no debe dejarse librado al criterio de los propios gobernantes cuánto tiempo quedarán en sus puestos.
Otros líderes africanos deberían emular a Masire, dijo Nyerere, quien hoy tiene 75 años de edad.
Pero tomará tiempo que ese tipo de iniciativas echen raíces en países como Lesotho, Namibia, Swazilandia y Zimbabwe.
"No creo que el caso de Masire nos ayude. Es un buen ejemplo para Africa austral, pero el mensaje no llegará a la gente que debe recibirlo. Nujoma, por ejemplo, hace lo contrario y es una causa perdida", dijo Makumbe.
Tom Lodge, profesor de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, recordó que Botswana es un caso único. "Es hace mucho una democracia liberal", explicó. La constitución de Botswana establece el sistema multipartidario desde la independencia, declarada en 1966.
Pero Lodge agregó que el oficialista Partido Nacional de Botswana tiene todas las de perder en las próximas elecciones. El retiro de Masire, por lo tanto, puede responder a la intención del líder de mejorar sus perspectivas.
"Existe en la región una tendencia a creer que la política es una carrera vitalicia. Hay gente como Ntsu Mokhehle que debieron haber sido alojados en un asilo de ancianos hace mucho tiempo", sostuvo el académico.
Mokhehle, nacido en 1918, es primer ministro de Lesotho desde 1993, y no cuenta con respaldo popular.
En Swazilandia, única monarquía que continúa vigente en Africa, el rey Mswati III se rehúsa a trasformar el país en una democracia multipartidaria, a pesar de los levantamientos populares que cercan su régimen absolutista. El rey de 29 años está en el poder desde 1986, cuando tenía 18.
Un grupo de jóvenes oficiales intentaron el mes pasado deponer al presidente de Zambia, Frederick Chiluba. Veteranos de guerra de Zimbabwe ponen en jaque al presidente Mugabe con sus denuncias sobre corrupción y reclamos de compensaciones económicas por su participación en la lucha por la independencia.
Mugabe, de 73 años de edad y en el poder desde 1980, "parece más gobernado por sí mismo que por lo que suceda a su alrededor", dijo el analista político de Zimbabwe Masiphula Sithole. "Seguirá sus propios impulsos antes de tomar el ejemplo de Masire", concluyó.
Como la constitución de Zimbabwe no establece límites temporales a la gestión presidencial, Sithole podría retirarse después del 2001, cuando acabe su período. "No sería prudente que busque la reelección entonces. Solo un tonto haría eso. El se da cuenta de que está envejeciendo", dijo Sithole.
Mugabe estuvo tres períodos al frente de la presidencia desde que lideró la lucha por la independencia, declarada hace 17 años.
Nujoma, de 68 años, llegó a la presidencia de Namibia en 1990 y ahora transcurre su segundo período. Ya manifiesta su intención de competir por el tercero, a pesar de que la constitución solo permite una reelección.
Su partido, la Organización del Pueblo del Sudoeste Africano (SWAPO), propuso una enmienda constitucional con ese fin.
"El problema con líderes como Nujoma y Mugabe es que no parecen estar preparando a nadie para que asuma sus funciones cuando ellos se vayan", se lamentó Lodge.
Pero Botswana "siempre fue un país diferente del resto de la región", porque "tiene un muy poderoso vicepresidente a cargo de la economía, por lo que no existe temor hacia un eventual vacío de poder", según Owen Sichone, investigador de Southern African Political Economy Series (SAPES).
"Namibia y Zimbabwe tienen problemas diferentes. Si Nujoma y Mugabe estuvieran por retirarse, habría vacío de poder. Los veteranos de la edad de Mugabe ya se están retirando, y esa es la única razón por la que él no puede hacerlo", agregó Sichone.
Admore Kambudzi, profesor de política en la Universidad de Zimbabwe, estimó que "cualquiera que esté en el poder durante 10 años se convierte en una carga irrelevante".
Pero, admitió, hay excepciones, como el presidente de Mozambique, Joaquim Chissano, de 58 años, que está en el cargo desde 1986, cuando murió Samora Machel.
"Chissano no está hace tanto tiempo en el poder. Debe ver lo que ha hecho Masire, pero no tiene por qué retirarse ahora. Imagine la lucha por el poder que se generaría en Mozambique si lo hiciera. No sería algo sabio", concluyó Kambudzi. (FIN/IPS/tra- en/lm-gm/pm/mj/ip/97